HOUSTON, EEUU.- El triunfo conseguido por los Nacionales de Washington como nuevos campeones de la Serie Mundial permite a su piloto, Dave Martínez, convertirse en segundo puertorriqueño que lo logra.
Por segundo año consecutivo que un manejador puertorriqueño lleva a su equipo a ganar el título del "Clásico de Otoño"; en 2018 fue Alex Cora con los Medias Rojas de Boston.
Martínez, de 55 años, en su segunda temporada con los Nacionales hizo valer toda la confianza que tiene en el equipo y la compensación fue ver cómo superaban por 6-2 a los Astros de Houston en el decisivo séptimo partido que les dio su primer título de la Serie Mundial en la historia del equipo.
"Significa el mundo", declaró Martínez cuando se le preguntó sobre el valor del título alcanzado. "Es una sensación incomparable y el triunfo es de todos, los latinoamericanos, seguidores en Washington. Es algo que jamás había sentido".
Martínez es el tercer dirigente latino en ganar una Serie Mundial, después de Cora y el venezolano Ozzie Guillén (Medias Blancas del 2005), que precisamente lo consiguió también teniendo como rival a los Astros, que entonces militaban en la Liga Nacional.
En el caso de Martínez, de padres puertorriqueños, nacido en Nueva York y criado entre la Gran Manzana y Orlando, Florida, el camino no fue nada fácil para llegar a la corona en el 2019.
El equipo de Washington comenzó su segunda temporada bajo su responsabilidad con marca perdedora de 19-31, antes de tener 74-38 desde el 24 de mayo.
Luego lograron récord de 5-0 estando al borde de la eliminación en esta postemporada, incluyendo los Juegos 6 y 7 de la Serie Mundial ante los Astros.
Al final, Washington se convirtió en el primer equipo en la historia de las series al mejor de siete en las Grandes Ligas, la NBA y el hockey sobre hielo de la NHL en ganar todos los partidos de visitante y ser campeón.
"Este año, puedo decir honestamente que nada me hubiera sorprendido", expresó Martínez. "Desde donde empezamos, hemos pasado por mucho. Con estos muchachos, nos mantuvimos unidos. Ellos creyeron en sí mismos y yo creí en ellos".
Y ahora, entre las tantas cosas a celebrar, Martínez pertenece a un selecto grupo de tres latinos que han alzado el trofeo de campeones de Grandes Ligas como dirigentes.
"Qué sensación más increíble", destacó Martínez. "Honestamente, no he asimilado todavía lo conseguido esta noche, pero creo que me sentiré diferente en los próximos días".
Otro latino que brilló con luz propia durante toda la serie fue el jardinero dominicano Juan Soto, quien remolcó a Adam Eaton con un sencillo frente al relevista mexicano Roberto Osuna en la octava entrada del decisivo séptimo partido y volvió a poner su nombre en los libros de historia de las Grandes Ligas dentro de la competición de los playoffs.
Soto, quien cumplió los 21 años el pasado viernes, se convirtió en el jugador más joven en impulsar una carrera en un Juego 7 de la Serie Mundial desde que el Salón de la Fama Mickey Mantle lo hizo en 1952, a los 20 años, por los Yanquis de Nueva York contra los Dodgers de Los Angeles.
Además, Soto es el jugador de Grandes Ligas de menos edad en remolcar una carrera en un Juego 7 de una serie de postemporada desde que el venezolano Miguel Cabrera lo logró en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional del 2003, por los Marlins de Florida contra los Cachorros de Chicago, a los 20 años.
Con siete impulsadas en el Clásico de Otoño de este año, Soto y Mantle (1953) son los únicos en la historia con 21 años o menos en alcanzar esa marca en una Serie Mundial.
"Estoy pleno de felicidad porque no solo conseguimos el título de campeones sino que lo hicimos con lucha permanente sin importar como íbamos en cada una de las series y en los partidos", declaró Soto al concluir el partido. "Para mi ha sido increíble todo lo que hemos logrado, además de haberme divertido jugando pelota que es lo que más deseo hacer". EFE