DALLAS, Texas (EFE).- La remontada histórica conseguida por los Mavericks de Dallas en el segundo partido de las Finales de la NBA no sólo les permitió empatar a 1-1 la serie sino que además volvieron a su casa con la moral y el convencimiento que también pueden ganar el tercero para ponerse en ventaja.
Mientras, los Heat, que todavía no han dado explicaciones de como se dejaron arrebatar una ventaja de 15 puntos en los últimos seis minutos para un parcial final de 22-5, están convencidos que lo sucedido en el segundo partido ya forma parte del pasado.
Ambos equipos entrenaron este sábado en el American Airlines Center, de Dallas, y se mostraron optimistas con vistas a un resultado positivo en el tercer partido, considerado como vital, desde que se estableció el formato 2-3-2.
Los Mavericks volvieron a mostrar una vez más el control de sus emociones, nadie considera que deben celebrar la remontada sino considerar que ahora es cuando tienen que hacer mejor trabajo para conseguir mantener la ventaja ante un rival que necesita demostrar que lo sucedido la noche del jueves no fue más que un accidente.
"Sabemos lo importante que fue el conseguir la victoria en el segundo partido y la manera como lo hicimos, pero ahora nos quedan otros pasos muy importantes que dar para llegar al gran objetivo del título de campeones", declaró el ala-pívot Nowitzki, que anotó 24 puntos, en el segundo partido, incluidos los últimos nueve.
Además, Nowitzki, que juega sus segundas Finales de la NBA, se mostró satisfecho por la manera como estaba evolucionando la torcedura que sufre en el dedo mediano de la mano izquierda.
"No tenemos problemas con el estado de ánimo, somos profesionales, hemos pasado por momentos difíciles durante la temporada regular y los hemos superado"
"Siento que tengo mejor movilidad y menos dolor por lo que todo marcha bien de cara a una recuperación completa", comentó Nowitzki. "Pero siempre dije desde el principio que la lesión no tenía que ser excusa para nada y menos para jugar al máximo".
Por su parte, en el entrenador de los Mavericks, Rick Carlisle, recordó que es ahora cuando el equipo tiene que estar más concentrado y hacer mejor las cosas el domingo en el tercer partido.
"Dependemos de nosotros mismos y por lo tanto tenemos que tener tranquilidad en el campo, hacer las cosas que hemos trabajado para superar al rival y luchar de nuevo de principio a fin", subrayó Carlisle. "Si seguimos trabajando bien en defensa y bajo los aros tendremos muchas más posibilidades de lograr el triunfo".
Los Mavericks y los Heat, que trabajaron duro en sus respectivos entrenamientos, son conscientes de lo que se juegan en los tres próximos partidos que se van a disputar en el American Airlines Center.
Desde que la NBA adoptó el formato 2-3-2 para la final, y cuando los equipos dividen los dos primeros partidos, el ganador del tercero ha terminado por coronarse las 11 ocasiones previas.
Sin embargo, Carlisle no se fía de las estadísticas y lo único que piensa es en la victoria para tener la ventaja en la serie al mejor de siete y estar más cerca de las cuatro que necesitan para conseguir el título de liga.
Por su parte, los jugadores de los Heat, encabezados por sus estrellas de los "Big Three", el alero LeBron James, el escolta Dwyane Wade y el ala-pívot Chris Bosh, se mostraron optimistas y sonrientes durante y después del entrenamiento.
El más sonriente fue James, mientras que Wade también se reía de sus propias bromas que gastaba a los compañeros y el entrenador de los Heat, Erik Spoelstra, sobre el que apunta toda la mayor parte de la responsabilidad del colapso del pasado jueves, dijo que anímicamente el equipo estaba recuperado.
"No tenemos problemas con el estado de ánimo, somos profesionales, hemos pasado por momentos difíciles durante la temporada regular y los hemos superado", comentó Spoelstra. "No te debes quedar con lo que has hecho mal en un partido sino en lo que debes corregir".
Los críticos al estilo de dirigir de Spoelstra, especialmente en los momentos complicados cuando el equipo pasada de la perfección a la mayor mediocridad, consideran que no es permitido que un equipo con tres grandes figuras pueda perder un partido de Finales de la NBA después de tener 15 puntos de ventaja y seis minutos por jugarse.
"Es cierto que perdimos la concentración, no ejecutamos bien en los minutos decisivos y fuimos incapaces de mantener el mejor nivel defensivo", comentó Spoelstra. "Pero todo eso cambiará para el tercer partido".
James y Wade estuvieron de acuerdo en que ahora sólo tenían que pensar en el tercer partido y estaban convencidos que podían volver a ser un equipo ganador.
"Sabemos que no podemos volver a jugar como lo hicimos en los últimos seis minutos del segundo partido si queremos luchar por el título", admitió James. "Llegamos con la lección aprendida". EFE