REDACCIÓN DE DEPORTES (EFE).- Uno de los peloteros latinoamericanos más importantes dentro del béisbol de las Grandes Ligas, el jardinero dominicano Manny Ramírez, dijo "adiós" al deporte que le catapultó a la fama en medio del "fantasma" del dopaje.

Ramírez, uno de los mejores bateadores latinoamericanos de todos los tiempos, a través de la oficina del comisionado decidió no seguir más en activo ante la necesidad de tener que cumplir de nuevo con un programa antidopaje.

El toletero dominicano, que firmó esta temporada con los Rays de Tampa Bay, volvió a verse envuelto en el fantasma del consumo de substancias prohibidas, que de alguna manera le ha perseguido desde hace tiempo.

"El béisbol de Grandes Ligas recientemente le notificó a Manny Ramírez sobre un asunto bajo el programa de prevención y tratamiento de drogas de Grandes Ligas", indicó el organismo en un comunicado. "En vez de continuar con ese procedimiento bajo el programa, Ramírez le informó a MLB que se retira como jugador activo".

Como ya es habitual, el comunicado no dice si el bateador designado arrojó positivo a alguna sustancia prohibida. En 2009 cumplió con una suspensión de 50 partidos por haberlo hecho en un control antidopaje mientras jugaba con los Dodgers de Los Angeles.

"Los Rays de Tampa Bay recibieron hoy la notificación de la oficina del comisionado que Manny Ramírez decidió retirarse después que le informaron un asunto sobre el programa antidrogas", señalaron los Rays en un comunicado.

El equipo de Tampa Bay dijo estar sorprendido y desilusionado con la información recibida.

"Obviamente estamos sorprendidos y desilusionados por esta noticia. No comentaremos más sobre ese tema, y la organización y nuestros fanáticos pasaremos la página", destacó el comunicado.

El designado y jardinero, de 38 años, abandonó el equipo esta semana para atender un asunto familiar, según los Rays, algo que ahora comienza a entenderse debió estar relacionado con la información que ya poseían las Grandes Ligas.

El piloto de los Rays Joe Maddon había declarado el jueves que esperaba que el toletero estuviese disponible para el partido del viernes contra los Medias Blancas de Chicago.

Sin embargo, no quiso hacer ningún comentario antes que diese comienzo el juego y se limitó a decir que el asunto de "Ramírez" ya no era algo que tuviese relación con los Rays.

El pelotero dominicano firmó esta temporada con los Rays por un año y dos millones de dólares, y su desempeño fue pésimo en los primeros partidos de la campaña.

Ramírez estaba en su decimonovena temporada en las Grandes Ligas y fue elegido a 12 Juegos de las Estrellas. Se retira con promedio de .312 de bateo, 555 jonrones y 1.831 remolcadas.

Después de debutar en 1993 con los Indios de Cleveland, Ramírez jugó con Medias Rojas de Boston, Dodgers y los Medias Blancas.

"Fue fenomenal, uno de los mejores bateadores derechos que he visto", comentó el toletero de los Rockies de Colorado, Jason Giambi, otro marcado por el consumo de esteroides y substancias prohibidas.

Giambi, que la pasada semana tuvo que declarar en el juicio que se le sigue a Barry Bonds, el rey de los jonrones, por su presunto perjurio y obstrucción a la justicia, en la investigación sobre consumo de esteroides, dijo que su valoración era centrada en el apartado deportivo.

"El era increíble a la hora de batear. Sabía lo que quería batear y el lanzamiento que quería batear, y lo que le iban a lanzar. Era impresionante verlo en cada turno", subrayó Giambi al valorar la figura de Ramírez.

El ex toletero dominicano tuvo sus mejores años con los Indios y Medias Rojas, equipo con el que ganó la Serie Mundial en 2004 y 2007.

Con una personalidad un tanto anárquica en cuanto a su rutina de trabajo, Ramírez siempre generó la polémica al comienzo de cada temporada, que por uno o otro motivo nunca llegaba a tiempo a los campos de entrenamiento.

Sin embargo, en el diamante demostró también todo lo bueno que era y de ahí que logró estar cuatro veces entre los cinco primeros en la votación al Jugador Más Valioso; en el 2002 fue líder de bateo de la Liga Americana con promedio de .349, mientras que en el 2004 encabezó la liga con 43 cuadrangulares.

Pero de nuevo el fantasma del dopaje y esta vez ante la posibilidad de tener que cumplir con 100 partidos de suspensión hizo que Ramírez esta vez no pudiese pegar jonrón sino que recibiese un ponche monumental por la manera como le toco abandonar un deporte, donde brilló con luz propia y también se creo un sin fin de interrogantes.EFE