LOS ÁNGELES, EEUU.- Una temporada más la figura del manejador de los Dodgers de Los Angeles, Dave Roberts, volvió a ser cuestionada por las decisiones que tomó en el manejo del pitcheo durante el quinto y decisivo partido de la Serie Divisional del Viejo Circuito que perdieron por 3-7, en el décimo episodio, ante los Nacionales de Washington y quedaron eliminados de los playoffs.
Los Dodgers llegaron a la serie con el mejor de la Liga Nacional (106-56) en la temporada regular, la ventaja de campo y la mejor marca en casa, donde defendían título por segundo año consecutivo.
Cuando el equipo angelino tenía una ventaja de 3-1 al comienzo de la octava entrada del decisivo Juego 5, todo indicaba que los Dodgers se impondrían a los Nacionales para pasar a la Serie de Campeonato por cuarta temporada consecutiva.
Pero la historia iba a ser muy diferente, tras una serie de decisiones de Roberts que resultaron en una derrota inesperada.
"Decepcionante es poco decir, seguro", expresó Roberts después del partido. "Pero la realidad es que fuimos derrotados y me siento decepcionado por todos".
Además de su decepción, de inmediato Roberts fue cuestionado en la manera como movió a los lanzadores.
Como el hecho de mantener a Clayton Kershaw para enfrentarse al toletero hispano Anthony Rendón y el dominicano Juan José Soto luego de que el zurdo le pusiera fin a la séptima entrada con un ponche propinado a Adam Eaton, y más si tenía al japonés Kenta Maeda listo para enfrentarlo. Y luego con Soto, estaba disponible el zurdo Adam Kolarek, quien lo había dominado tres veces en la serie.
Kershaw siguió en el partido y permitió jonrones consecutivos de Rendón y Soto en el octavo episodio que permitieron a los Nacionales empatar la pizarra (3-3).
"Me sentía bien con Clayton (Kershaw) ahí", comentó Roberts. "Eaton y luego Rendón y Soto, sentí que veía bien a Clayton".
La pesadilla de postemporada en la carrera de Kershaw continuó y, en realidad, ése fue el inicio del hundimiento de los Dodgers.
El relevista Joe Kelly, quien había lanzado muy poco al final de la temporada regular, se vio muy mal al no sacar out alguno en el Juego 3 el domingo en Washington.
Pero el derecho lució fuerte en la novena entrada, sacando de 1-2-3 a los Nacionales. Con el partido empatado aún en la décima entrada, de nuevo Roberts se decidió por mantener a Kelly en lugar de irse con el cerrador curazoleño Kenley Jansen, quien estaba bien descansado y tenía amplio apoyo con el mexicano Julio César Urías, el dominicano Pedro Báez, Kolarek y Ross Stripling.
"Kelly estaba tirando la bola muy bien", justificó Roberts. "Era nuestro relevista más descansado probablemente y con la manera en que estaba tirando, sentía que era una decisión fácil".
Sin embargo, con corredores en segunda y tercera sin outs en el décimo, Roberts no trajo a Kolarek para enfrentarse a Soto, en vez de darle la base al quisqueyano, llenarlas y siguió con Kelly.
"Sin outs, estabas en un juego empatado. Sí, yo podía irme con Kolarek con el cuadro adentro, pero sentía que Joe (Kelly) tenía buenas posibilidades de provocarle un rodado a Howie (Kendrick). Y luego podía traer a Kenley. Mi pensamiento fue tratar de provocar un rodado ahí".
El resultado fue un grand slam de Kendrick que sentenció el encuentro con marcador de 7-3 a favor de los Nacionales, que eliminaron a unos Dodgers que aspiraban a llegar a lo más alto tras perder las Series Mundiales del 2017, ante los Astros de Houston, y del 2018, frente a los Medias Rojas de Boston.
"Si la culpa es mía, no tengo problema con eso", señaló Roberts. "Mi trabajo es poner a los muchachos en la mejor posición posible para tener éxito y si no sale, siempre va a haber interrogantes. No tengo problema a la hora de asumir eso. Está bien".
Pero la organización de los Dodgers, que no tenía entre sus planes que fuesen eliminados en la primera ronda de los playoffs, puede que también los cambie con relación al futuro de Roberts al frente del equipo más caro de las Grandes Ligas (200 millones de dólares).
Quizás busque nuevas fórmulas que los puedan llevar a un título de la Serie Mundial que no consiguen desde la temporada de 1988. EFE