HOUSTON, EEUU.- Los Rockets de Houston cerraron este miércoles el traspaso del escolta estrella James Harden a los Nets de Brooklyn, con la participación de los equipos de Indiana y Cleveland, aunque aún falta la confirmación oficial de la NBA, y se desató el enojo.
La llegada de Harden, líder encestador de la liga en las pasadas dos temporadas, hace realidad el deseo del jugador de poderse unir al alero Kevin Durant, su excompañero con el Oklahoma City Thunder, y al base estrella Kyrie Irving.
Su presencia también convierte al equipo de Brooklyn en el máximo aspirante a luchar por el título de la Conferencia Este junto a Milwaukee Bucks, Filadelfia Sixers y Boston Celtics.
Los Nets enviaron a Houston un paquete que incluye varios jugadores y selecciones de sorteo universitario, mientras que mandan al base-escolta Caris LeVert a los Pacers, que a cambio les dan al escolta Victor Oladipo.
El pívot Jarrett Allen y el alero Taurean Prince salen de los Nets para llegar a los Cavaliers, que dan a los Rockets al base australiano Dante Exum, y los Nets al alero letón Rodions Kurucs.
El equipo de Houston también recibe las tres selecciones protegidas de primera ronda de Brooklyn en las temporadas del 2022, 2024 y 2026, además de cambios de selección en el 2021, 2023, 2025 y 2027.
Los Rockets también obtienen la selección de primera ronda de Cleveland en el 2022, a través de los Milwaukee Bucks, y una futura selección de segunda ronda de los Pacers.
Brooklyn recibe asimismo una selección de segunda ronda del 2022 de los Cavaliers.
Los Nets tienen tres puestos abiertos en la lista para llenar su banco, si así lo eligen: un impuesto de nivel medio de 5,7 millones de dólares, la excepción mínima y probablemente una excepción de jugador lesionado de otros 5,7 millones.
El intercambio se acordó después de que los Rockets optaran por mantener a Harden alejado del entrenamiento este miércoles por los comentarios que el exJugador Más Valioso (MVP) hizo el martes tras el partido que perdieron por 100-117 ante Los Angeles Lakers en el Toyota Center.
Harden dijo que no había posibilidades de entendimiento con los Rockets porque al margen de todo lo que había hecho, el equipo no era lo "suficientemente bueno" para competir por un título de campeón.
Cousins lo califica de "irrespetuoso" e "injusto"
El veterano pívot DeMarcus Cousins no ha sido el jugador más ejemplar de la NBA, pero sí un profesional que siempre dice las cosas claras y directas como cuando este miércoles valoró el comportamiento dentro del equipo de su ya excompañero James Harden, y lo calificó de "irrespetuoso" e "injusto".
Cousins, antes de conocerse el posterior traspaso de Harden a los Nets de Brooklyn, en rueda de prensa con los periodistas, calificó todas las "payasadas" que había dicho la estrella de la NBA habían sido "completamente injustas y "ofensivas" para el resto de los jugadores de la plantilla.
Especialmente después de los duros comentarios que hizo la pasada noche tras la derrota (100-117) ante Los Angeles Lakers, cuando dijo que estaba con un equipo con el que no se podía ganar un título de liga porque no eran lo "suficientemente" buenos.
"Obviamente, es una falta de respeto, pero todos tienen derecho a dar su opinión", comentó Cousins. "Sentimos cierto tipo de forma de rechazo sobre algunas de sus acciones poco afortunadas".
También reconoció que dentro del negocio de la NBA había muchas cosas "desagradables" que se tapaban de manera sistemática "bajo la alfombra" como era el caso de hacer a un jugador franquicia y luego tener que asumir la posible ruptura que siempre es negativa.
Cousins, cuatro veces All-Star, que firmó un contrato de un año por el mínimo de veteranos después de perderse la mayor parte de las dos temporadas anteriores debido a una serie de lesiones graves, señaló que la sesión de prensa de Harden después del partido el martes por la noche fue una continuación de la anterior conducta irrespetuosa que siempre tuvo con sus compañeros.
"Solo el acercamiento al campo de entrenamiento, mostrándose como lo hizo, las payasadas fuera de la pista, ya dieron toda una exhibición de que la falta de respeto de la pasada noche había comenzado mucho antes", subrayó Cousins. "No fue algo que se dio de repente anoche, pero dicho esto, como señalé antes, esta es la parte desagradable del negocio. Así que es lo que es".
Harden se dedicó a estar de fiesta con el rapero Lil Baby mientras sus compañeros ya entrenaban y luego fue forzado a permanecer en cuarentena hasta que diese negativo al Covid-19 y pudiese cumplir con los protocolos de salud y seguridad de la NBA.
La ausencia de Harden impidió que el equipo pudiese comenzar a trabajar con los planes del nuevo entrenador Stephen Silas, que sustituyó en el puesto al veterano Mike D’Antoni, además de tener otras adquisiciones como el base John Wall y el propio Cousins.
Harden fue nuevamente marginado durante cuatro días y la NBA lo multó con 50.000 dólares por violar los protocolos de salud y seguridad de la liga después de que apareciera un vídeo de él asistiendo a una fiesta privada bajo techo días antes de la apertura programada de la temporada de los Rockets, el 23 de diciembre, que fue pospuesta debido a la falta de jugadores disponibles.
Los Rockets han perdido cuatro de sus últimos cinco partidos y en todos ellos Harden no mostró ningún tipo de esfuerzo al quedarse con promedio de 17,4 puntos, el más bajo desde que llegó al equipo hace ocho temporadas, lo que hizo que colmase el vaso de la paciencia de los directivos del equipo, especialmente después de asumir que los únicos responsables de las derrotas eran sus compañeros.
"Siento que es una forma de manejar los negocios", comentó Cousins. "Puede sentir lo que quiera sobre la organización o cualquiera que sea su situación actual, pero los otros 14 muchachos en el vestuario no le han hecho nada. Que estemos en el lado receptor de algunos de los comentarios y payasadas irrespetuosas, es completamente injusto para nosotros".
Pero Cousins admitió que al margen de la "frustración" que podían sentir por el comportamiento de Harden, ahora lo único que les debía preocupar era trabajar al máximo con sus compañeros para centrarse en lo que era importante para el equipo.
"Sabemos cuál es nuestra mentalidad todos los días", destacó Cousins. "Queremos llegar al campo, trabajar, mejorar, liderar este grupo más joven y luchar a muerte, sin importar los resultados, y vamos a dejarlo todo el campo, pase lo que pase".
Cousins también fue categórico al decir que dentro de la plantilla lo que pudiese hacer Harden había dejado de importarles desde el momento que él mismo se perdió el respeto y se marginó. EFE