REDACCIÓN DEPORTES.- Los Milwaukee Bucks empataron 1-1 la final de la Conferencia Este tras impartir un serio correctivo a los Atlanta Hawks, 125-91, en un partido en el que el equipo de Giannis Antetokounmpo anuló por completo al base Trae Young y llegó a estar 41 por delante en el marcador.
Young, que el pasado miércoles en el primer partido de la serie anotó la cifra récord de 48 puntos, sólo hizo 15 puntos, además de 3 asistencias y 2 rebotes. Pero lo que es más significativo, el base texano perdió 9 balones, cuatro de ellos en el tercer cuarto.
Con Young anulado, los Hawks nunca estuvieron por delante en el marcador durante los 48 minutos de juego y el resto del equipo jugo por debajo de sus cifras habituales. El pívot Clint Capella sólo hizo 2 puntos en todo el partido y 8 rebotes mientras que Bogdan Bogdanovic terminó con 8 puntos, los mismos que Kevin Huerter.
En frente, los Bucks fueron un equipo coral que funcionó en defensa y ataque. El máximo anotador del partido fue Antetokounmpo con 25 puntos, 9 rebotes, 6 asistencias y 2 robos. El base de los Bucks, Jrue Holliday terminó la noche con 22 puntos, 2 rebotes, 7 asistencias, 1 robo y 1 tapón..
Hasta el miércoles, los Bucks habían tenido la mejor defensa de los playoff, especialmente cuando jugaban en casa.
Pero en el primer partido de la final de la Conferencia Este, Young les hizo un descosido en las estadísticas. El base fue responsable de 72 de los 116 puntos de los Hawks, ya fuese con sus canastas, 48 puntos, o con las asistencias que repartió.
Pero es que además, cuando el base estuvo sobre la cancha, la efectividad de su equipo se disparó.
Con Young en juego, los Hawks anotaron 108 puntos de 88 posesiones, una cifra impresionante que los Bucks no habían visto con anterioridad. Pero cuando se sentó en el banquillo, los Hawks sólo pudieron hacer 8 puntos en 14 posesiones.
EL OBJETIVO DE LOS BUCKS: PARAR A YOUNG
Así que las cuentas para los Bucks son fáciles: si consiguen parar al joven base, o si el texano tiene una mala noche, el partido se tiene que decantar a su favor.
Y eso es precisamente lo que pasó el viernes. En la primera mitad del partido, Young sólo anotó 13 puntos (la mitad que los que hizo en el primer partido contra los Bucks el miércoles) de los que 3 fueron fruto del único de los siete triples que intentó.
Además, Young sólo proporcionó dos asistencias en los primeros 24 minutos, también la mitad que hace dos días.
Desde los primeros minutos del partido fue evidente que Young, y los Hawks, no tendrían una buena noche en Milwaukee. Young no participó en los tres primeros ataques de su equipo y cedió la responsabilidad a sus compañeros.
Pero ni Kevin Huerter primero, ni Bogdan Boganovic, ni John Collins a continuación fueron capaces de anotar en los tres primeros ataques. Con un 4-0 en el marcador, Young tuvo que intervenir finalmente para inaugurar el casillero de los de Atlanta con uno de sus característicos tiros flotantes.
AJUSTES DE DEFENSA
Los ajustes en defensa que Mike Budenholzer, el entrenador de los Bucks, aplicó para parar a Young tras la derrota del miércoles, funcionaban. Jrue Holiday presionaba sin descanso a Young con la ayuda de Brook Lopez y Giannis Antetokounmpo, que defendían desde una posición más alta de la zona.
Con Young desarticulado, los Hawks fueron una presa fácil para los Bucks. A falta de 3.10 para el final del primer cuarto, los de Milwaukee ya estaban 10 puntos por delante en el marcador ante el éxtasis de los 16.310 espectadores que llenaban el Fiserv Forum.
Antetokounmpo brillaba en ataque y se permitía filigranas como una entrada en la que primero salvó a Solomon Hill rotando en el aire para encestar con el brazo extendido pese a la oposición de Clint Capella.
Cuando acabó el primer cuarto, el marcador señalaba un claro 34-28 a favor de los Bucks. Si los Hawks tenían la esperanza de enderezar el partido antes de llegar al descanso, la ilusión duró poco.
Nate McMillan, el entrenador de los Hawks, decidió dar un descanso a Young en el inicio del segundo cuarto. Con Young en el banquillo, los Bucks aumentaron su distancia a 14 puntos, 49-35. Pero lo peor estaba por llegar.
Los Hawks redujeron la diferencia a 11 puntos, 51-40. Y a continuación, durante los siguientes 5 minutos, los de Atlanta fueron incapaces de hacer un sólo punto. Young perdió cuatro balones, falló triples, recibió tapones y fue incapaz de dirigir a su equipo.
Los Bucks aprovecharon para apretar el acelerador. Entre Holiday, Lopez, Middleton y Antetokounmpo, los de Milwaukee clavaron un parcial de 20-0 que terminó el partido. Los de Atlanta no se pudieron recuperar y se fueron al descanso con un 77-45 en el marcador.
En el tercer cuarto, Young sólo hizo 2 puntos tras anotar 1 canasta de 4 intentos mientras que los Bucks, sin gran esfuerzo, aumentaron su ventaja a 40 puntos, 103-63.
Dado el marcador, tanto McMillan como Budenholzer decidieron sentar a sus titulares en el cuarto periodo y convertir los últimos 12 minutos en una oportunidad para dar tiempo a sus respectivos banquillos. EFE