HOUSTON, EEUU.- El guardabosques dominicano Ramón Laureano volvió a convertirse en el verdugo de los Astros de Houston en la jornada del béisbol profesional de las Grandes Ligas que marcó su regreso tras la suspensión que recibió en agosto por una trifulca.
Laureano pegó sencillo remolcador de la anotación de la victoria de los Atléticos de Oakland, que ganaron 3-2 a los Astros de Houston.
Laureano, suspendido el mes pasado por amenazar al dugout de Houston y desencadenar una trifulca que vació los banquillos, se encargó de pegar el imparable de la victoria.
Laureano gritó una y otra vez mientras celebraba otra victoria de los Atléticos, que aumentaron su ventaja de División a 5,5 juegos sobre los sublíderes Astros.
Laureano fue suspendido cuatro juegos en agosto por su papel que provocó que los banquillos se vaciaran en el Coliseum, que comenzó después de que fue golpeado por un lanzamiento.
El entrenador de bateo de Houston, el puertorriqueño Alex Cintron, recibió una suspensión de 20 juegos y una multa.
La victoria se la acreditó el cerrador Liam Hendriks (3-0) en un episodio.
Los Astros tuvieron al primera base cubano Yuli Gurriel (6), que mandó la pelota a la calle en el sexto episodio, sin corredores por delante, al responder a los lanzamientos del abridor venezolano peruano Jesús Luzardo.
El segunda base curazoleño Ozzie Albies (2) pegó de cuatro esquinas en el segundo episodio, sin corredores por delante.
Albies jugó en su primer partido desde el 4 de agosto en su regreso de una lesión en la muñeca, conectó tres imparables, incluido un cuadrangular.
En otra acción, Acuña Jr. sacó la pelota del campo y los Bravos de Atlanta impusieron marca de franquicia en anotaciones al apalear 29-9 a los Marlins de Miami.
Acuña Jr. (10) pegó batazo de cuatro esquinas en el quinto episodio con dos corredores por delante.
El vuelacercas de Acuña Jr. dio a los Bravos una ventaja de 25-8 y el récord de la franquicia de carreras en un partido.
El 2 de septiembre de 1957, Hank Aaron, los Bravos de Milwaukee, eventuales campeones de la Serie Mundial, derrotaron a los Cachorros de Chicago con pizarra de 23-10 en el "Wrigley Field".
Esa marca de franquicia de carreras en un juego se mantuvo durante 63 años. La antigua de los Bravos era de 20 carreras, la más reciente contra los Marlins, el 5 de octubre de 2001.
El abridor dominicano Deivi García obtuvo su primera victoria en las Grandes Ligas, el parador en corto venezolano Gleyber Torres impulsó cuatro carreras y los Yanquis de Nueva York rompieron racha de cinco derrotas consecutivas, venciendo 7-2 a los Azulejos de Toronto.
García (1-1) se apuntó la victoria en la tercera apertura de su carrera.
El lanzador derecho de 21 años permitió dos carreras y cinco imparables en siete entradas, ponchó a seis y dio dos pasaportes.
García realizó 95 envíos, 63 de strike, y dejó en 3,06 su promedio de efectividad, luego de dominar a 26 bateadores.
Torres (2) pegó cuadrangular solitario en el segundo episodio al encontrar la serpentina del abridor Tanner Roark.
El guardabosques puertorriqueño Enrique Hernández aportó cuadrangular con los Dodgers de Los Ángeles, que superaron 6-4 a los Diamondbacks de Arizona.
Hernández (4) botó la pelota del campo en el segundo episodio sin compañeros por delante, al cazar la serpentina del abridor Taylor Clarke,
El parador en corto venezolano Andrés Giménez pegó de cuatro esquinas para los Mets de Nueva York, que derrotaron 7-6 a los Orioles de Baltimore.
Giménez (2) mandó la pelota a la calle en la sexta entradas sin compañeros en el camino, en respuesta a los envíos del relevo Paul Fry.
El bateo latino de los Cerveceros de Milwaukee estuvo presente con el tercera base mexicano Luis Urías, que se fue de 6-3, dos anotaciones y cinco carreras impulsadas en el partido que su equipo ganó por paliza y blanqueada de 19-0 a los Tigres de Detroit.
Mientras que el jardinero central venezolano Avisail García tuvo de 4-2, tres anotadas y dos carreras producidas.
Día de Roberto Clemente
Fue una jornada dedicada al Día de Roberto Clemente, especial e histórica después de que los Piratas de Pittsburgh, el club con el que disputó toda una carrera que lo condujo al Salón de la Fama, decidieron que todos sus jugadores, entrenadores e instructores usarán en sus uniformes el número "21″, el mismo que llevó siempre el legendario expelotero.
En toda la liga, el logo del Día de Roberto Clemente apareció en las bases y en las tarjetas oficiales con las alineaciones colocadas dentro de los dugouts, y en los estadios se mostraron un vídeo con un tributo especial.
Además del número 21 en los uniformes de los jugadores puertorriqueños, todos los equipos de las Grandes Ligas tuvieron la opción de llevar puesto un parche del "21″ en los uniformes.