1.- El ser humano desea algo cuando quiere tenerlo o realizarlo, pero no basta la voluntad para materializar una aspiración. Es necesario comportarse acorde a las circunstancias para llevar a cabo los anhelos. Además, hay que cumplir con lo que se está obligado, y más aún cuando se actúa por delegación, en representación de otros.
2.- No fue suficiente la pretensión de los fanáticos de las Águilas Cibaeñas, de repetir como campeones del béisbol profesional dominicano, porque la persona llamada a estructurar el equipo procedió en forma deficiente; falló en la ejecución de su misión, lo que condujo a los aguiluchos a un resultado contrario al que esperaban. Hoy se ve la decepción por el fiasco que armó el que dispuso cómo debía de organizarse el conjunto cibaeño.
3.- A los aguiluchos nos dieron gato por liebre, nos tomaron el pelo con peloteros extranjeros pagados por encima de su precio real en el mercado béisbolero. El lastimoso rendimiento de los lanzadores cubanos Francisley Bueno, Yunesky Maya y a Elih Villanueva, prueba que no tenían el valor económico que se le pagó para hacer el trabajo que no realizaron. Recibieron unos salarios con recargo partiendo de su deficiencia.
4.- Se ha sellado la imposibilidad que habíamos previsto para las Águilas Cibaeñas clasificar para la serie semifinal o Round Robin. El desprestigio se comprobó hoy, pero la inhabilitación ya era cuestión de días porque el descalabro siempre fue notorio. La calamidad grande de los pasados campeones se veía; estaba a la vista; era visible. No había que tener facilidad de olfato para saber que venía la exclusión en el todos contra todos.
5.- Mi premonición de lo que le ocurriría al equipo Águilas Cibaeñas, la manifesté cuando escribí: “Para competir con posibilidades de victoria, las Águilas Cibaeñas, necesitan armarse de pitcheo abridor, fortalecer la parte intermedia, y contar con un cerrador confiable. En la ofensiva hay que procurar otro bateador de contacto como Zoilo Almonte”.
6.- Abundando sobre mi advertencia precisé: “Al momento de escribir estas líneas, es mi creencia que de los seis equipos del campeonato 2018-2019, el de menor vigor, el más débil, es el de las Águilas Cibaeñas, y de continuar como hasta ahora, veo confusa su clasificación”.
7.- El béisbol es un juego determinado por la acción de un conjunto de personas que se combinan con el objetivo de triunfar y tiene mucha dosis de cálculo y recreación. Necesita de la colaboración, el concurso mutuo de todos los que en él actúan para que el éxito sea visto como competición colectiva triunfante.
8.- El principal responsable, aunque no el único, del descalabro de las Águilas Cibaeñas lo fue el señor Manny Acta, quien no supo hacer el equipo que exigía cada ocasión del torneo. La calamidad aguilucha no fue súbita, repentina, sino paulatina; no falleció de improviso, de repente, sino que la llevaron a la tumba luego de mucho languidecer. Solo hay que decir que a aquel que como constructor de las Águilas, se comportó negligente que ahora haga de sepulturero.
Santiago de los Caballeros,
16 de diciembre de 2018.