BERLÍN, Alemania.- El presidente de la UEFA (Union of European Football Associations, el máximo organismo del fútbol europeo,) Aleksander Seferin, redobló sus ataques contra los tres clubes millonarios impulsores de la Superliga y dijo que no le importaría que el Real Madrid, el Barcelona y el Juventus se apartasen de la UEFA y calificó a sus respectivos directivos de "incompetentes".
"No me importaría que se fueran, resulta muy divertido que quieran crear una nueva competición y el mismo tiempo quieran jugar esta temporada la Liga de Campeones", dijo Seferin en una entrevista que publica este fin de semana la revista "Der Spiegel".
Los tres clubes, según Ceferin, "tienen sencillamente directivos incompetentes".
"Esos tipos han intentado matar el fútbol", subrayó.
Los clubes se quejan, según Ceferin, de que los salarios son demasiado altos pese a que son ellos mismos los que han negociado los contratos.
Ceferin, por otra parte, calificó de inconsecuente que el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, "se lamente y diga que el club solo puede sobrevivir con una Superliga y luego intente fichar a Kylian Mbappé por 180 millones de euros".
Por otra parte, Ceferin afirmó que fue amenazado telefónica por un asesor de la Superliga que le sugirió que la competición fuera organizada por la UEFA; cuando el dirigente rechazó la idea le dijo que los clubes interesados tenían mucho dinero e influencia y que iban a demandarlo si no cedía.
Ceferin también planteó algunas reformas del Fair Play financiero en el que se impondría un pago obligatorio a los clubes que rebasen cierto límite en el gasto. Los ingresos de esos pagos deberían ser repartidos entre los otros clubes.
"En el futuro queremos hablar de un balance competitivo más que de fair play", dijo.
LA SUPERLIGA
El proyecto fallido que en abril de 2021 puso en jaque brevemente a las estructuras centenarias y la economía del fútbol europeo incluía a esos tres equipos junto a las potencias inglesas Manchester United y Liverpool, entre otros. En total, 12 de los clubes más ricos del mundo.
The New York Times difundió luego documentos que hacen referencia a la necesidad de que los fundadores de la Superliga llegasen a un acuerdo con una entidad etiquetada indirectamente como W01, pero fácilmente identificable como la FIFA, el organismo rector del fútbol mundial. Ese acuerdo, según los documentos, era “una condición esencial para la implementación del proyecto de la SL”.
Públicamente, la FIFA y su presidente, Gianni Infantino, se sumaron a otros dirigentes del fútbol, aficionados y políticos para criticar el efímero proyecto de la Superliga, que habría permitido a un pequeño grupo de equipos europeos de élite acumular una parte cada vez mayor de la fortuna generada por esta práctica del deporte.
Pero en privado, según entrevistas con más de media docena de ejecutivos del fútbol, entre ellos el propietario de un club de la Superliga, Infantino estaba al tanto del plan y sabía que algunos de sus lugartenientes más cercanos habían mantenido durante meses —hasta al menos finales de enero— "conversaciones sobre el respaldo de la FIFA a la liga separatista", reveló The New York Times.
La Superliga fue abandonada menos de 48 horas después en medio de una tormenta de protestas de aficionados, ligas, equipos y políticos. Los equipos fundadores se han disculpado desde entonces —algunos de ellos varias veces— por participar en ella.
Pero las discusiones tras bambalinas que condujeron a una semana de drama en público dejaron al descubierto las tensiones latentes entre la FIFA y el organismo rector del fútbol europeo, la UEFA, por el control de miles de millones de dólares en ingresos anuales.