Redacción Deportes (EEUU), 22 nov (EFE).- La sesiones de la audiencia sobre la suspensión de 211 partidos que le fue impuesta a Alex Rodríguez, de los Yanquis de Nueva York, por parte del comisionado de las Grandes Liga, Bud Selig, llegó a su final y ahora ambas partes les toca esperar el veredicto final.

El juez independiente que tendrá la responsabilidad de dar a conocer el veredicto final será Fredric Horowitz y no lo hará hasta el inicio del próximo año, antes que den comienzo los campos de entrenamiento de primavera, a los que Rodriguez espera asistir con su equipo de los Yanquis.

Las audiencias concluyeron el jueves cuando ambas partes presentaron sus argumentos finales, un día después que A-Rod abandonó furioso las sesiones y decidió no testificar en su defensa por considerar el proceso como una "farsa".

Las partes tienen hasta el 11 de diciembre para presentar mociones, y hasta el 21 para contestarlas. Luego se cerrará el expediente y el caso quedará en manos de Horowitz.

Los abogados de Rodríguez ya prometieron apelar el fallo en el tribunal federal, donde los jueces usualmente prefieren no revocar una decisión de arbitraje a menos que haya evidencia de que el árbitro no era imparcial, que se excedió en su autoridad, o que no cumplió con las reglas establecidas por las partes.

Se desconoce el momento exacto de la decisión porque el reglamento antidopaje del béisbol señala que el juez debe realizar "todos los esfuerzos razonables" para cerrar el expediente a tiempo para permitir que haya una decisión en un plazo de 25 días después del inicio de las audiencias.

Pero, en este caso, las audiencias empezaron el 30 de septiembre, por lo que es imposible cumplir con ese calendario que se establece en el convenio colectivo.

Una vez que Horowitz de a conocer su fallo, hay un plazo de 30 días para presentar la opinión escrita y no se sabe si la misma la tendrá preparada cuando ofrezca su decisión.

El calendario del caso podría complicar la planificación de los Yanquis para la próxima temporada, ya que el equipo no sabe si tendrá que pagar al antesalista sus 25 millones de dólares en salario, o si necesitará otro tercera base.

Las Grandes Ligas suspendió a Rodríguez el 5 de agosto por supuestas violaciones del reglamento antidopaje y el convenio laboral, como parte de la investigación de la clínica Biogenesis of America, de Miami.

El sindicato de jugadores apeló la sanción, y porque Rodríguez incurrió en su primera violación del reglamento, pudo seguir jugando mientras se resolvía el caso.

Horowitz presidió sobre tres sesiones de cuatro días cada una. La gerencia de las mayores presentó su caso entre el 30 de septiembre y 3 de octubre, y del 15 al 18 de octubre.

La defensa de Rodríguez tuvo su turno los cuatro primeros días de esta semana.

Horowitz había planificado otros seis días de testimonios, pero no fueron necesarios ante la negativa de Selig de testificar y en consecuencia tampoco hacerlo Rodríguez, que siempre condición su declaración si el comisionado también permitía que sus abogados lo interrogasen bajo juramento.

Rodríguez se fue furioso el miércoles a la mitad de la undécima sesión porque el juez no quiso citar a testificar a Selig, que luego a través de un comunicado oficial dijo que Rod Manfred, director operativo de las Grandes Ligas, era su representante.

El jugador y sus abogados acudieron a programas de radio y televisión para acusar a Selig de no ser imparcial, elegir a Rodríguez como "víctima" para salvar su legado, y a todo el proceso de ser una farsa.

Sus abogados regresaron el jueves sin el pelotero para completar la presentación de sus argumentos. Al final de la audiencia, ambas partes se enteraron de la muerte del jefe del sindicato de jugadores, Michael Weiner, por un tumor cerebral que le detectaron hace 15 meses.

La triste noticia y el sentir general fue la única cosa en común que se vivió durante todas las audiencias, que estuvieron siempre cargas de enfrentamientos y acusaciones mutuas entre el equipo legal de Rodríguez y Manfred, al que se considera ya el sustituto de Selig cuando decida retirarse, en representación de las Grandes Ligas.