Redacción Deportes (EEUU), 20 may (EFE).- Las finales de la Conferencia Este todavía no han comenzado en el campo, pero fuera ya se ha generado una gran polémica e intercambio dialéctico entre la estrella de los Heat de Miami, el alero LeBron James, y el entrenador de los Pacers de Indiana, Frank Vogel.

El motivo han sido las declaraciones "despectivas" que Vogel hizo de los Heat al calificarlos como "el siguiente equipo" y "uno más" en su camino después de haber eliminado en las semifinales a los Knicks de Nueva York.

Las declaraciones de Vogel, el pasado sábado, en Nueva York, no sentaron nada a la plantilla de los Heat, actuales campeones de la NBA, y el equipo con la mejor marca de la liga.

Especialmente no gustaron a James, que el domingo, tras concluir el entrenamiento con el equipo, que se prepara para el primer partido de la eliminatoria a disputarse mañana, miércoles, en el American Airlines Arena, de Miami, defendió que eran todo "menos otro equipo".

"No entiendo de qué habla, pero no somos otro equipo. No es verdad que somos un equipo más en su camino. Somos un gran equipo. Si somos otro equipo más no es necesario que se prepare con esa mentalidad, deben estar listos para enfrentarse a nosotros", valoró James.

La respuesta de James hizo que hoy también Vogel aclarase lo que dijo en Nueva York. Según él, nunca se expresó en esos términos de los Heat, todo lo contrario, admitió que tenía un gran respeto por James y los actuales campeones de liga.

En este sentido, dijo que James estaba en un error al tener la percepción de que él consideraba a los Heat como otro equipo más.

"Lo siento, mundo deportivo, las palabras 'justo otro equipo' nunca salieron de mi boca. Gran respeto por LBJ y los campeones. Nos centramos en el futuro para protagonizar una gran serie", declaró Vogel a la página NBA.com

El enfrentamiento dialéctico es el segundo consecutivo que se produce en fase final entre ambos equipos después que Vogel fuera multado con 15.000 dólares la pasada primavera cuando en la eliminatoria de semifinales calificó a los Heat como el equipo "más teatrero de la NBA".

Los Pacers se pusieron con la ventaja de 2-1 en la serie al mejor de siete antes que los Heat respondiesen con tres triunfos consecutivos a pesar de tener la baja del pívot titular Chris Bosh.

Durante la temporada regular, los Pacers ganaron dos de los tres partidos que ambos equipos disputaron, que fueron los que jugaron en su campo del Bankers Life Fieldhouse, de Indianápolis, con ventajas de más de 10 puntos.