AMSTERDAM, Países Bajos.- Ausente de los grandes torneos desde hace siete años, al regresar a la élite del fútbol de naciones Holanda ya no es Holanda. Visten de naranja, buscan la posesión y tocan en corto, pero no son futbolistas holandeses.

Se ha inaugurado la era futbolística de los Países Bajos, al menos en español, desde que el Gobierno de Holanda dejara oficialmente de emplear esa nomenclatura en 2020, desprendiéndose de una marca comercial utilizada por el país de los tulipanes desde hace más de 25 años para pasar a adoptar siempre el nombre oficial del Estado: Países Bajos.

Holanda se suma a Utrecht, Frisia o Groninga y vuelve a ser sólo el apelativo de dos provincias -Holanda Meridional o del Sur, donde se ubican La Haya y Róterdam; y Holanda Septentrional o del Norte, donde se encuentran Ámsterdam o Edam- de las doce que conforman ese Estado cuyos nativos hablan neerlandés, el idioma germánico que en castellano también solía denominarse holandés.

Según el Gobierno, se trata de una estrategia para potenciar la marca del país más allá de la zona más conocida en el exterior, y asociada tradicionalmente con un turismo barato de masas, en ocasiones entroncado con la droga y la prostitución, que, según el relato oficial, no reflejaba otros activos del país como su tradición innovadora o su capacidad comercial.

En otros idiomas, como en inglés -The Nederlands-, en francés -Pays-Bas- o en euskera -Hernehereak-, el cambio no es brusco pues apenas se utilizaba Holanda para referirse a los Países Bajos, en línea con el vocablo en neerlandés: Nederland.

Pero en castellano, catalán o gallego resulta más brutal. Y periodistas y aficionados tendrán que interiorizar que Holanda ha muerto y acostumbrarse a celebrar victorias o lamentar derrotas contra Países Bajos, con goles marcados contra porteros o firmados por delanteros neerlandeses.

La gramática manda y habrá que aceptar que nunca existieron los futbolistas holandeses, digan lo que digan las hemerotecas, y asumir por tanto que Marco van Basten, Dennis Bergkamp, Ruud Gullit o Johan Neeskens fueron jugadores neerlandeses, aunque nadie lo sospechara viéndoles jugar.

Es probable que el pasado le pertenezca a Holanda y el futuro sea de los Países Bajos, de forma que el mejor jugador de la historia de Holanda fuera Johan Cruyff y Memphis Depay sea la actual estrella de los Países Bajos, que este domingo se estrenan en la Eurocopa contra Ucrania.

Pero como la lingüística no tiene jurisdicción sobre la memoria, cuesta imaginar que algún aficionado español que viera la final de Sudáfrica de 2010, aquella en la que José Antonio Camacho gritó "Iniesta de mi vida" cuando el de Albacete recibió un balón de Cesc Fábregas y lo convirtió en el gol de la victoria para "La Roja", le cuente a sus nietos que España le ganó un Mundial de fútbol a… los Países Bajos. EFE, Javier Albisu