Río de Janeiro, 23 jun (EFE).- Holanda se impuso a Chile por 2-0 en Sao Paulo, con lo que pasa a los octavos de final del Mundial de Brasil como primero del grupo B, en tanto que España, que ya había entregado la corona que se ciñó en Sudáfrica 2010, se despidió con una goleada sobre Australia (3-0).

La Oranje y la Roja sudamericana aguardan ahora la resolución del grupo A, que lidera Brasil, para conocer sus rivales en la primera ronda eliminatoria.

El conjunto de Louis van Gaal y el de Jorge Sampaoli no quisieron especulaciones, si bien fue Chile, que necesitaba la victoria para pasar como primera, el que más llegó y más vocación ofensiva tuvo.

No tuvo acierto en ataque en esta ocasión el conjunto chileno y Holanda, sin una de sus grandes referencias, Robin van Persie, por sanción, recurrió a un magnífico remate de cabeza de Leroy Fer, del Norwich inglés, quien inauguró la cuenta justo después de saltar al campo (m.77).

Y tuvo que ser otro sustituto, el jugador del PSV Memphis Depay, el que rubricó el triunfo holandés en la prolongación a pase de Arjen Robben.

Van Gaal no quería ni en pintura cruzarse con Brasil. Deberá esperar unas horas para conocer si la intención y las tres victorias alcanzadas le dan para ello.

En el otro e intrascendente encuentro de la última jornada del grupo B, España puso fin a seis años de gloria, en los que ha logrado consecutivamente la Eurocopa 2008, el Mundial 2010 y la Eurocopa 2012, con un triunfo claro ante Australia, el equipo con el ránking FIFA más bajo de los presentes en Brasil pero que tan buena imagen dio ante Chile y Holanda, pese a perder ambos partidos.

Con ambos equipos eliminados y en el adiós de algunos de los que han marcado las páginas más brillantes de la historia del fútbol español para integrar un equipo de época, Vicente del Bosque dio opción de participar en el Mundial a todos los que no habían jugado aún.

Sin que se pueda sacar conclusión alguna, España mejoró ante un rival que comenzó valiente, pese a la baja de su figura, Tim Cahill, suspendido.

Las ganas de David Villa sobresalieron en un inicio. Luego, el genio de Andrés Iniesta decantó la balanza. El 'mago' barcelonista, autor del gol del título en Sudáfrica, inventó las jugadas de los dos primeros goles.

En la primera (m.36) sirvió a Juanfran Torres, este llegó a la línea de fondo y sirvió a Villa, quien marcó con un bello taconazo. En la segunda mandó un balón medido a Fernando Torres, que anotó con un disparo cruzado y raso.

Con el partido resuelto, Cesc Fábregas, que había saltado al campo en el segundo periodo, sirvió a Juan Mata, también sustituto, y el jugador del Manchester United marcó entre las piernas del portero Ryan.

El 3-0 no consuela al campeón destronado, pero al menos es una victoria para poner el cierre con mejor cara a un mal Mundial y a una época gloriosa que acabó en Maracaná con la derrota contra Chile. EFE