HOUSTON, Estados Unidos (EFE).- La llegada de los Cardenales de San Luis y los Vigilantes de Texas a la disputa del "Clásico de Otoño" era algo que no estaba en los pronósticos cuando se inició la temporada regular del 2011 y de hay que en la serie de siete partidos que dará comienzo a partir de mañana, miércoles, en las mismas habrá protagonistas inesperados y un duelo inédito.

A pesar que no se esperaba el duelo entre los Cardenales, campeones de la Liga Nacional, y de los Vigilantes, monarcas de la Americana, lo que si es también una realidad es la igualdad con la que llegan ambas novenas para luchar por el anillo de campeones.

Ambas novenas tienen un gran bateo, con poder, además de rotaciones sólidas y relevistas que han sido decisivos para que sus respectivos equipos estén en la Serie Mundial cuando las acciones se inicien en el Busch Stadium, de San Luis.

Después de ver como los "Dream Teams" de los Filis de Filadelfia, Yanquis de Nueva York y Medias Rojas de Boston se quedaron fuera de la competición, con un rendimiento muy por debajo de los costos que tienen sus respectivas nóminas, los Cardenales mantuvieron su ya histórica consistencia y los Vigilantes hicieron valer su talento.

Cuando se esperaba que la Serie Mundial podría estar entre los Yanquis, poseedores de una nómina de más de 200 millones de dólares en salarios, y los Gigantes de San Francisco, campeones defensores del título, surgió todo lo contrario, un equipo de la División Central para el banderín de la Nacional y uno del Oeste para la Americana.

Después de ver como los "Dream Teams" de los Filis de Filadelfia, Yanquis de Nueva York y Medias Rojas de Boston se quedaron fuera de la competición, con un rendimiento muy por debajo de los costos que tienen sus respectivas nóminas, los Cardenales mantuvieron su ya histórica consistencia y los Vigilantes hicieron valer su talento

El nuevo "Clásico de Otoño" enfrenta a dos equipos con una rivalidad casi nula. La única vez que se han enfrentado previamente fue durante una serie interligas de tres juegos en el 2004, para ser junto con los Mets de Nueva York contra los Medias Blancas de Chicago los equipos que menos veces han jugado entre ellos.

La eliminación (4-1) el año pasado frente a los Gigantes en la Serie Mundial dejó a los Vigilantes frustrados no sólo por haber perdido su primera oportunidad de conseguir un anillo de campeones sino porque pensaron que en el campo desarrollaron su verdadero potencial de juego.

De ahí, que su objetivo y reivindicación fue luchar al máximo para conseguir estar de nuevo en el "Clásico de Otoño" y eso fue lo que consiguieron por la puerta grande al realizar una excelente temporada regular con 96 juegos ganados y también en la fase final.

De esta forma, los Vigilantes son el cuarto equipo en la Liga Americana en las últimas cuatro décadas que repite en el clásico en años consecutivos, emulando a los Yanquis, Azulejos de Toronto y Atléticos de Oakland.

Ahora, todos dentro de la organización de los Vigilantes están listos para saldar la cuenta que piensan dejaron pendiente el año pasado ante los Gigantes.

Sin embargo, sus rivales, los Cardenales, que para nada estaban previstos como el equipo a disputar el anillo de campeones de la Serie Mundial, y más después de haber perdido al comienzo de temporada a su abridor estelar Adam Wainwright, llegan también con un gran carácter ganador y motivación.

Los Cardenales son conscientes que estaban 10 juegos por detrás de los Bravos de Atlanta el pasado 25 de agosto en la lucha por el comodín de la Nacional y de estar ya muertos por la mayoría de los analistas, ahora se encuentran en la lucha por el undécimo título de la Serie Mundial de su historia.

El equipo de San Luis ganó el comodín en el último día de la campaña regular, a los Filis en cinco juegos y luego superaron a los Cerveceros de Milwaukee, el conjunto que le superó cómodamente por el título en su División Central, en seis partidos (4-2).

La baja de Wainwright fue una de varias adversidades enfrentadas por el veterano piloto de los Cardenales, Tony La Russa, ya que una docena de jugadores pasaron por la lista de lesionados.

El primera base dominicano Albert Pujols, que no había tenido un buen inicio, se perdió un par de semanas en junio por una lesión en la muñeca izquierda.

Pero Pujols, que juega con la atención centrada en su inminente agencia libre, adelantó los plazos de su recuperación.

Es un equipo que da la impresión que estuviese tocado otra vez por el destino, como cuando consiguió el "Clásico de Otoño" del 2006 tras ganar sólo 83 juegos en la temporada regular, la peor marca para un campeón en la historia de las Grandes Ligas.

Mientras que Texas no pudo ganar su primera serie de playoffs hasta el año pasado, San Luis cuenta con 10 campeonatos, el segundo equipo más laureado después de los 27 de los Yanquis.

El último fue en que ganaron a los Tigres (4-1) en el 2006, una novena de la cual sobreviven Pujols, el receptor puertorriqueño Yadier Molina y el abridor derecho Chris Carpenter, que será el que tenga la pelota al inicio del primer partido de la serie.

Ambos equipos también han demostrado que tienen muchas similitudes en cuanto que en sus novenas hay ganadores del premio al Jugador Más Valioso (MVP) con Pujols y el jardinero central, de los Vigilantes, Josh Hamilton.

El poder del bate está asegurado por ambas partes con Hamilton, los dominicanos Nelson Cruz y Adrián Beltré junto a Michael Young por parte de los Vigilantes, mientras que los Cardenales tendrán a Pujols, Matt Holliday, Lance Berkman y David Freese.

Tanto Freese como Cruz fueron elegidos premios MVP en sus respectivas Series de Campeonato después que el primero pegó tres jonrones ante los Cerveceros y Cruz llegó a seis ante los Tigres para establecer nueva marca en la historia de las Grandes Ligas, mientras que los "bullpens" de ambos equipos también son una auténtica garantía. EFE