LONDRES, Reino Unido.- El Gobierno británico tomó una importante decisión el pasado mes de noviembre cuando dejó al fútbol masculino fuera de las ayudas de 300 millones de libras para el deporte.
El objetivo era evitar que los impuestos de los ciudadanos fueran a parar a sufragar los millonarios sueldos de los jugadores de la Premier League.
Una iniciativa a priori interesante porque propiciaba que esos 340 millones de euros se destinaran a deportes más minoritarios y que se han visto más afectados por la pandemia que un fútbol que sigue discurriendo con más o menos normalidad a día de hoy.
Sin embargo, pese a estas buenas intenciones, algunos clubes ingleses se estarían beneficiando de las ayudas a empresas que el Gobierno ha puesto en marcha durante la pandemia.
El Covid Corporate Financing Facility (CCFF) es una herramienta creada por el Estado por la que las grandes empresas pueden recibir financiación del Banco de Inglaterra con un bajo interés.
Según desveló el "Financial Times", son varios los equipos que han reclamado con éxito esta ayuda. El Arsenal ha recibido 120 millones de libras (135 millones de euros) y el Tottenham Hotspur 175 millones (198 millones de euros). Pese a que ambos se han dejado cuantiosas cantidades de dinero en el pasado mercado veraniego, han podido acceder a estas ayudas gubernamentales.
Carlos Vinicius, Sergio Reguilón y Pierre-Emile Hojbjerg costaron al Tottenham unos 50 millones de euros, solo en traspaso, sin contar salarios, mientras que el Arsenal desembolsó 75 millones en la compra de Thomas Partey y Gabriel, además de renovar a Pierre-Emerick Aubameyang y poner un sueldo estratosférico a Willian.
¿Va esto en contra de lo que marca el Gobierno? No, según los parámetros establecidos por esta ayuda a la financiación. Para poder acceder a los préstamos hay que ser una empresa que "realice una aportación material al Reino Unido", que no sea un "vehículo de inversión" y que estuviera en buena situación financiera antes de la crisis, además de algunos requisitos menores.
Todos ellos los cumplen los clubes de fútbol e incluso la federación inglesa, que también pidió un préstamo por valor de 198 millones de euros para mitigar el varapalo de tener que celebrar competiciones como la FA Cup y la Copa de la Liga sin público, así como los partidos internacionales de Inglaterra.
Lo curioso es que quienes sí se han quedado fuera, o han recibido menos ayudas, han sido clubes inferiores, de categorías como la Championship (segunda división) hacia abajo, cuya situación financiera antes de la pandemia no era tan boyante.
Esto ha provocado sus quejas y la opinión entre ellos de que los préstamos a bajo interés a clubes de calado como Arsenal y Tottenham Hotspur distorsionan la competición y hacen aún más flagrantes las diferencias entre los ricos y los pobres en el fútbol.
Y es que mientras los clubes pequeños sufren los estragos de no poder meter público en los estadios, con lo que conlleva eso en términos de menor 'merchandising' y comida y bebida vendida, los grandes sufren pérdidas millonarias por un lado a la vez que piden prestado por otro.
Según un informe de la firma Deloitte publicado esta semana, el Tottenham redujo su beneficio en 90 millones de euros en el último ejercicio económico por la pandemia, mientras que la desaceleración del Tottenham fue de 57 millones.
Datos que demuestran el tremendo bache por el que atraviesan los clubes de la Premier League, afectados por la reducción de los ingresos televisivos y a los que el Gobierno frenó en seco negándoles la ayuda de los 300 millones, al tiempo que les permitía colarse por la puerta de los préstamos del Banco de Inglaterra. EFE