Santo Domingo, (EFE).- Si algo tiene claro el dominicano Gabriel Mercedes, medallista de plata olímpico y campeón panamericano de taekwondo, es lo efímero de la gloria deportiva y de que solo en un año más cambiará las patadas que reparte en el tatami por los abrazos cariñosos que dará a su familia.
Una exitosa carrera en los -58 kilos aguarda su colofón tras la cita estival de Londres 2012, pasando antes por el compromiso de Guadalajara.
"Sigo preparando mi retiro (…) es una decisión que tomé de forma sopesada y espero dejar la competición por la puerta más ancha posible, pero si no es así la decisión se mantendrá, porque es tiempo de que mis tres hijos me vean siempre en casa", dijo a Efe el locuaz atleta.
Después de 14 años de ir y venir por el mundo dando a conocer el buen taekwondo que se practica en República Dominicana, Mercedes está enfocado en defender su título panamericano y en terminar su ilustre carrera tras sus terceros Juegos Olímpicos consecutivos.
"Serían tres Juegos Olímpicos, tres panamericanos y cuatro centroamericanos, para un atleta no se puede pedir más; después de ahí me graduaré en la licenciatura en contabilidad pública y, lo más importante, tendré el tiempo suficiente para compartir con mi esposa y mis tres hijos, mi familia, que ha debido sufrir mis continuas ausencias", comentó con firmeza este luchador de taekwondo de casi 32 años.
Sus ansias por ganar no han mermado, aunque respeta a sus rivales, sabedor de lo complicado que puede resultar salir airoso en una disciplina donde es clave saber aprovechar la mínima oportunidad.
"Estoy completamente preparado para mis compromisos en los Panamericanos, todo el que va allí se ganó su cupo y no habrá enemigos débiles", reconoció el único atleta dominicano de taekwondo con estatura olímpica.
Aunque su vida es repartir patadas, este hombre parece tener los pies muy bien puestos sobre la tierra.
"El que esté figurando como número uno en América me obliga a exigirme más, jamás a confiarme (…) las medallas y trofeos que gané están en mi casa, lo importante ahora es resultar victorioso en Guadalajara", sentenció el atleta dominicano, quizás el más carismático del momento.
Su mayor gloria la obtuvo en Pekín 2008 cuando disputó un cerrado duelo con el mexicano Guillermo Pérez que todos en su país bautizaron como "una plata con valor de oro".
Un año antes, se adueñó del título en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro, y en 2010 capturó su tercer oro en Juegos Centroamericanos y del Caribe en Mayagüez, y en mayo pasado se llevó el bronce en el Mundial de Corea del Sur.
Mercedes se declaró "orgulloso" de representar a su país, pero esto no le impediría, -ya retirado como atleta-, trasladarse al exterior y ofrecer sus conocimientos y experiencias siempre y cuando la oferta "sea buena".
"El futuro no está escrito, hay que seguir creciendo y si Dios me tiene algo guardado por ahí, pues asumimos el reto, pero siempre la primera opción será para mi país, lo he dado todo en el campo deportivo y también lo he recibido todo", afirmó sonriente. EFE