Menos de dos semanas después del caso de gestos fascistas intercambiados entre el adiestrador del águila del Lazio y algunos aficionados del equipo, el club romano se encuentra involucrado en un nuevo asunto vinculado con posiciones radicales, esta vez con una polémica abierta con Francia, cuyo Gobierno tachó a la hinchada lacial de "violenta y fascista".

El Gobierno francés prohibió, por decisión del Ministerio de Interior, el acceso de los aficionados del Lazio a todo su territorio desde este miércoles a este jueves, víspera y día del encuentro de la Liga de Europa contra el Marsella, respectivamente, al considerarlo de alto riesgo debido a las costumbres violentas y fascistas de la hinchada visitante.

"Viajes individuales o en grupo, con todo tipo de medios de transporte, por autopistas, puertos y aeropuertos franceses, están prohibidos a los aficionados del Lazio", se asegura en la nota del Ministerio de Interior francés, en el que se destaca el "repetido comportamiento violento de algunos aficionados en los alrededores de los estadios y en los centros de las ciudades" y los "gestos fascistas que suelen intercambiar".

Se recuerdan, además, las peleas registradas en el último enfrentamiento entre Marsella y Lazio en el Velodrome, en 2018, cuando cuatro personas resultaron heridas por unos choques entre unos 200 hinchas de los dos clubes.

En este caso, si bien no fue sorprendente la prohibición de acceso a los aficionados del Lazio, pues ya había ocurrido hace dos semanas en el encuentro de la primera vuelta entre estos dos clubes, el club romano publicó un tajante comunicado en el que exige explicaciones del gobierno francés por "la manera" en la que comunicó sus decisiones.

"Lo que sorprende es la manera en la que se aplicó esta prohibición a nivel nacional y sus injustificables motivaciones. El Lazio no puede aceptar ofensas gratuitas a toda la afición 'biancoceleste' y al club mismo, que siempre luchó con acciones concretas contra los comportamientos violentos y de discriminación, dentro y fuera de los estadios", se lee en la nota.

"Esperamos que las instituciones francesas aclaren lo sucedido y que nuestras autoridades tomen una posición clara contra afirmaciones banales que deberían indignar a todos los italianos, más allá de que sean aficionados del Lazio o no", agrega.

El equipo romano recordó además los recientes casos de peleas protagonizados por hinchas del Marsella contra los del Galatasaray en un reciente partido con ese equipo turco en la Liga Europa.

De momento, Francesco Lollobrigida, del partido ultraderechista Fratelli d’Italia, fue el primer político en tomar posición, al asegurar que "un trato de este tipo se debe dedicar a los terroristas" y que las autoridades franceses "manchan la imagen de la capital de Italia".

La afición del Lazio ha sido repetidamente vinculada con comportamientos fascistas, también en los últimos meses.

El último caso fue el del adiestrador del águila del Lazio, el español Juan Bernabé, quien fue suspendido por el club tras aparecer en unos vídeos grabados en el estadio Olímpico en el que intercambiaba gestos fascistas con varios hinchas, al tiempo que se oían cánticos a favor del dictador Benito Mussolini.

El pasado verano, unos hinchas del Lazio amenazaron a su reciente fichaje, el albanés Elseid Hysaj, por entonar una canción comunista en el vestuario en un momento de celebración: "Hysaj gusano, el Lazio es fascista", escribieron en una pancarta colgada en la capital italiana.

Hace cuatro años, algunos ultras del club capitalino dejaron en el fondo sur del Olímpico unas pegatinas con un fotomontaje que mostraba a Ana Frank con la camiseta del Roma, cuyo objetivo era insultar a sus rivales.

Aludían a la joven judía que, entre junio de 1942 y agosto de 1944, permaneció escondida junto a su familia en una vivienda en Ámsterdam, hasta que fue denunciada y trasladada al campo de concentración de Bergen-Belsen, donde moriría de tifus a principios de 1945, y que es conocida mundialmente por el diario que escribió.

El Lazio siempre condenó de forma tajante dichas actitudes que, sin embargo, siguen involucrando a su entidad y dañando su imagen a nivel nacional e internacional. EFE