Cleveland (EE.UU.) (EFE).- El alero estrella de los Cavaliers de Cleveland, LeBron James, se mostró frustrado por la manera como su equipo había perdido (102-110) el Tercer Partido de las Finales de la NBA ante los Warriors de Golden State, pero reconoció que el alero Kevin Durant había estado brillante y decisivo.
"Por toda la labor que realizó hay que quitarse el sombrero, pero especialmente por el triple que nos anotó a falta de menos de un minuto y que tuvo un efecto asesino", destacó James, que acabó el partido con un triple doble, de 33 puntos, 11 asistencias y 10 rebotes, que al final no pudo salvar al equipo de Cleveland de acercarse al abismo de la eliminación.
Algo que el propio James, que logro su décimo triple-doble como profesional en las Finales, admitió tras reconocer que habían tenido de nuevo "opciones" al triunfo, pero al final no supieron aprovecharlas porque fallaron en aspectos como la comunicación, el control del balón y en las decisiones a tirar a canasta.
"Tuvimos nuestras oportunidades", admitió James. "No puedes cometer errores. No van a vencerse a sí mismos".
James dijo que los Warriors supieron aprovecharse de nuevo, en los momentos decisivos, de los errores que tuvo su equipo y ante un rival como los actuales campeones de la NBA, los aprovechan al máximo.
"Estamos ante un rival que es muy especial cuando tu cometes errores porque simplemente te los hacen pagar en cada momento", subrayó James. "Nos encontramos ante un rival que es la versión de los Patriots de Nueva Inglaterra de la NFL, pero en la NBA".
"Lo que ahora nos queda es centrarnos en hacer el mejor juego en el partido del viernes y ver que es lo que sucede", destacó James. "No se puede pensar en más cuando estás abajo 0-3 en la serie".
James, que jugó su partido número 238 de playoffs para romper el empate que tenía con el legendario Kareem Abdul-Jabbar y se quedó sólo en el cuarto lugar de la lista de todos los tiempos, sólo superado por Derek Fisher (259), Tim Duncan (251) y Robert Horry (244), para nada quiso hablar de si el próximo encuentro era el último que disputaba en Cleveland con los Cavaliers.
"No es el momento de hacer ningún tipo de comentario sobre ese asunto porque no tiene sentido", comentó James, que podría jugar el el viernes el último partido con los Cavaliers en el Quicken Loans Arena de Cleveland.
El tres veces campeón de la NBA puede optar por cumplir con el contrato de 35,6 millones y una temporada que le queda con los Cavaliers y este verano entrar en el mercado de los agentes libres, donde a sus 33 años puede encontrar al equipo con el que al final pueda superar a los Warriors, que siguen camino de ser la nueva dinastía de la NBA.
Por su parte, el entrenador de los Cavaliers, Tyronn Lue, reconoció que el equipo no tuvo la consistencia que se necesitaba en los momentos decisivos, pero especialmente en el trabajo de marcar Durant, el jugador de los Warriors que se convirtió en su verdugo.
"Es una realidad, que no hicimos la mejor defensa en el marcaje de Durant, sin quitarle todo el mérito que tuvo por el gran partido que realizó y las canastas, nada fáciles, que anotó", señaló Lue. "Tenemos que recuperar la moral y estar listos para luchar al máximo en el próximo partido, del resto no tenemos que preocuparnos".
El ala-pívot Kevin Love, que aportó un doble-doble de 20 puntos y 13 rebotes, admitió que estar abajo en la serie 0-3 no te deja mucho margen para pensar otra cosa que no sea la de estar mentalizado en salir a darlo todo en el cuarto partido.
"Sabemos que si no ganamos el viernes no hay otra oportunidad y por lo tanto debemos buscar la manera de conseguir la victoria que nos permita seguir en la competición", destacó Love.EFE