Santo Domingo, República Dominicana.- Hace tres años que se fue. O mejor dicho, lo obligaron a irse.

El Entrenador que llegaba no permitía una estrella más grande que él en el banquillo y quiso relegarlo a la suplencia.

Pero el jugador no iba a aceptar a pasar a un segundo plano en el equipo de su vida.

Raúl González Blanco volvió ayer al Estadio Santiago Bernabéu donde se le rindió uno de los más grandes homenajes del madridismo. Un poco tarde pero “nunca es tarde si la dicha es buena”. Y ayer la dicha fue de Raúl González.

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