Con el paso de las décadas, el béisbol ha ido evolucionando en diversos aspectos. Su desarrollo ha provocado tantos cambios que en la actualidad luce como si hubiesen dos grupos peleándose “la forma correcta de ver el juego”: los tradicionales y los sabermétricos.

En la República Dominicana se discute de pelota en cada esquina. Sin embargo, en los últimos años, hemos podido ser testigos de cómo los debates se han tornado más interesantes ante la inclinación de personas hacia las estadísticas de última generación.

En los estadios y en los programas deportivos se escuchan argumentos, tanto de fanáticos como de comunicadores, sobre diferentes tópicos del béisbol. Algunos lo hacen sobre la base tradicional y otros utilizando la sabermetría. ¿Dónde está el problema? Cuando una escuela critica a la otra. Personalmente, cuando vemos o escuchamos esas críticas, eso nos causa cierta molestia.

Molestia debido al rechazo de muchos de aceptar los nuevos métodos que sirven para analizar el juego desde una óptica más estadística y, por otro lado, aquellos que quieren obviar los intangibles que acompañan esta disciplina.

Usted puede estar seguro que una persona que critique y diga que la sabermetría es para los que nunca han jugado pelota, no ha dedicado 15 minutos de su tiempo a tratar de conocer y empaparse de ella. Mientras que aquella que se base solamente en formulas y estadísticas, está perdiendo gran parte de la pelea por obviar elementos imprescindibles y fundamentales del béisbol: instinto natural, intuición, conocimiento a fondo del juego, scouteo, corazonadas, juicio, evaluaciones, en caso de los jugadores está el “makeup” (actitud, ética de trabajo), entre otras.

Lo idóneo sería 50-50. No menospreciar ni la línea de pensamiento tradicional ni la nueva. Hacer una combinación de elementos de cada una para analizar el juego con más precisión y profundidad.

Por ejemplo, ya es tiempo de que la gente deje de utilizar el porcentaje de fildeo para medir la calidad defensiva de un jugador. Nada más errado y alejado de la realidad como esta estadística.

Los métodos sabermetricos ya están midiendo con mayor precisión la defensa y ofrecen un cristal más limpio sobre este punto. El UZR (Ultimate Zone Rating), que mide el valor positivo o negativo en carreras que tiene un jugador en comparación con uno nivel promedio de su posición, y las DRS (Defensive Runs Saved), estadística que sirve para mostrar el número de carreras que un jugador le salvó o costó a su equipo, son las principales. Cuando se trate de equipo, el Rating de Eficiencia Defensiva (indica el porcentaje de pelotas puestas en juego que la defensa convierte en outs) es la mejor herramienta.

Podríamos seguir comparando decenas de estadísticas, tradicionales y nuevas, pero estaríamos alejándonos del punto central de esta columna.

Esperamos que con el paso del tiempo, ambas corrientes puedan ir unificando criterios y utilizar mutuamente sus beneficios.

Los 30 equipos de Grandes Ligas ya tienen departamentos de sabermetría, ósea que 30 organizaciones no pueden estar equivocadas. Como tampoco el béisbol tuviera su naturaleza sin sus intangibles y elementos tradicionales que se mantienen desde su creación.