PARÍS, Francia.- El serbio Novak Djokovic, de 33 años y número 1 del mundo, evitó la remontada en semifinales de Roland Garros del griego Stefanos Tsitispas que, tras perder las dos primeras mangas ganó las dos siguientes y forzó una quinta en la que finalmente este joven de 22 años debió inclinarse ante él, que se mantiene como líder mundial del tenis.
El relevo se acerca, pero aún no llega. La final del Roland Garros 2020 será este domingo entre los ya consagrados Rafael Nadal y Novak Djokovic.
En busca de su segunda Copa de los Mosqueteros, el serbio se medirá contra el español Nadal que nunca ha perdido una final y que jugará la número 13 en París tras derrotar hoy a primera hora al argentino Diego Schwartzman por 6-3, 6-3 y 7-6(0).
Será la tercera final de Roland Garros que disputen Nadal y Djokovic en Roland Garros y el primer duelo entre ambos desde que el serbio propinó al español su segunda derrota en la tierra batida de París, en los cuartos de final de 2015.
Djokovic, ganó 6-3, 6-2, 5-7, 4-6 y 6-1 en 3 horas y 54 minutos y pensando en Nadal dijo como si el español fuera pasirino: "Aquí el favorito es él, es su casa, con todos los títulos que ha ganado. Pero en 2015 le gané. Es el mayor reto que puedes afrontar en nuestro deporte, jugar aquí contra Nadal. Estoy motivado para poder intentar ganar".
Será, efectivamente, la tercera final de Roland Garros que disputen Nadal y Djokovic en Roland Garros y el primer duelo entre ambos desde que el serbio propinó al español su segunda derrota en la tierra batida de París de hace un lustro.
Nole, que esta temporada solo cuenta una derrota, la descalificación en el Abierto de Estados Unidos por agredir a una juez, alcanza su quinta final tras haber perdido un set en cuartos contra el español Pablo Carreño y dos en semis frente a Tsitsipas, sexto del mundo.
En esta ocasión, el serbio no podrá poner como pretexto problemas físicos, puesto que no dio muestras de las molestias musculares que había evidenciado contra el español.
Tenía encarrilado el serbio el partido, dominando las embestidas del fogoso griego de 22 años, sexto del mundo, que optaba a su primera final de un grande hasta bien entrado el tercer set.
Ahí, con 5-4 en el marcador, dispuso incluso de una bola de partido, cuando ni se habían jugado tres horas. Pero la levantó el heleno y eso le revigorizó, soltó su brazo y comenzó a atacar el juego del serbio, que reculó y se vio superado.
Se anotó el set Tsitsipas y aunque el serbio parecía decidido a dejar ahí el mal, tropezó una y otra vez a la hora de convertir las pelotas de rotura. Hasta 11 tuvo en esa manga, pero solo convirtió una.
Djokovic felicitó a Tsitsipas, aseguró que tras dejarse remontar los dos primeros sets mantuvo la calma "en la superficie, pero en el fondo era otra cosa".
"Tenía el control del juego, pero él ha elevado el nivel y se me han escapado los dos sets", aseguró.
La resistencia del griego no dio para un quinto set. Tsitsipas ya remontó un 2-0 en contra en su debut en Roland Garros contra el español Jaume Munar, en su primer triunfo a cinco sets en París, pero esta vez el rival era de más talla.
Hincó la rodilla el heleno, orgulloso de haber superado su mejor actuación en París y haber alcanzado por segunda vez en su joven carrera las semifinales de un grande tras las del pasado Abierto de Australia.
Djokovic, de 33 años, se convierte en séptimo tenista que alcanza las cinco finales en París, con lo que iguala a Roger Federer, a una de las que jugó el sueco Bjorn Borg y lejos de las 13 de Nadal.
Además, será la final 27 de un grande que dispute el serbio, que tiene una menos que Nadal y está a 4 de Federer.
Será también la primera final del serbio desde que levantó su único título en la capital francesa en 2016, un triunfo que abrió un periodo de sequía en el palmarés del balcánico. EFE
Nadal: He jugado mi mejor partido, pero tengo que mejorar para ganar la final
Nadal dijo tras su triunfo que su rival argentino le obligó a jugar su "mejor partido" en lo que va de torneo, pero que tendrá que elevar el nivel en la final del domingo.
"Estoy en una final, no he perdido ningún set, no puedo decir otra cosa que no sea que estoy bien. Pero hay otros Roland Garros en los que me he sentido más seguro, que mi sensación de juego era mejor", aseguró el español tras derrotar a Schwartzman por 6-3, 6-3 y 7-6 (0).
Nadal atribuyó esa menor seguridad a que las condiciones del torneo, desplazado al otoño a causa de la pandemia, "no son perfectas" para su estilo de juego y el impacto de sus golpes.
"Por eso, haber llegado hasta aquí tienen un valor importante para mí, quiere decir que he sabido adaptarme, entrenar con la actitud adecuada, buscar soluciones para estar competitivo", afirmó.
"No se puede llegar a la final de Roland Garros sin sufrir, pero he encontrado la manera de afrontarlo", agregó.
Nadal, que elogió a Schwarzman, aseguró que seguirá trabajando para hacerlo aún mejor en la final del próximo domingo.
El español destacó que Schwartzman, "con la estatura que tiene (170 centímetros), debe hacer todo bien para estar donde esta, tiene una gran lectura del juego y dominio del tiempo", y gracias a ello ingresará por vez primera el lunes en el "top 10″.
"Lo merece, siempre ha dado pasos adelante, está a un nivel altísimo. Está donde se merece, el tenis es justo y el ránking no engaña", comentó.
Agregó que sacó buenas conclusiones de su derrota en Roma contra el argentino, la primera en diez duelos, y pudo aplicarlas al partido de este viernes.
"No era el mismo escenario, estaba mejor preparado aquí, Roma era mi primer torneo en 6 meses. Hoy mi experiencia de Roma me ha ayudado para analizar lo que funcionaba bien y lo que no" en la capital italiana, señaló.
Además, manifestó que las condiciones meteorológicas este viernes fueron mejores que en los días pasados, con 16 grados y sol, al tiempo que señaló que se produjeron en la pista algunos reflejos molestos.