REDACCIÓN DEPORTES.- El Atlético Madrid, al que las dudas amenazan y ponen en cuestión su condición de líder en el tramo decisivo de la temporada, se tomó un respiro, un alivio, justo antes del parón de la competición para dar paso a los compromisos de las selecciones.
Le va a venir bien la pausa al conjunto de Diego Pablo Simeone. Los tropiezos, la inseguridad y el acelerón de sus perseguidores han puesto en cuestión en las fechas recientes la consecución de un título que miraba de frente con autoridad no hace muchas semanas.
Una mala racha, diametralmente distinta a la que disfrutó en la primera vuelta y un revolcón europeo, han arrimado cierto pesimismo al Metropolitano, donde el Atlético Madrid consiguió esta vez un triunfo, sufrido, ante el Alavés(1-0) para mantener las distancias y las opciones intactas.
Entre Luis Suárez y Jan Oblak paliaron la sangría rojiblanca. Entre ambos ventilaron un compromiso con mala pinta, apurado y que apuntaba hacia una amenaza mayor del Barcelona y el Real Madrid, que no fallan. De hecho, el conjunto azulgrana asusta mientras el cuadro blanco insiste.
El Atlético Madrid afronta el descanso con la misma renta, con igual colchón. A cuatro puntos tiene al cuadro azulgrana, que arrolló en Anoeta a la Real Sociedad (1-6), y a seis a un Real Madrid que insiste y saca adelante sus compromisos.
No es el equipo de Simeone el mismo del primer tramo del curso. Pero igual que entonces los recursos de Luis Suárez y Jan Oblak resultaron decisivos en la visita del Alavés al Metropolitano. El uruguayo hizo el gol que dio el triunfo. El meta esloveno lo amarró al detener un penalti a cinco minutos del final que hubiera supuesto otro mazazo.
El gol 500 en la carrera del sudamericano, el decimonoveno con la camiseta del Atlético Madrid y tan definitivo como su equipo en ocho de las últimas doce victorias rojiblancas. Después llegó lo de Oblak, poco fino desde los once metros en los tiempos recientes. Detuvo el tiro de Joselu y evitó una concesión de impensables consecuencias para el devenir de la competición.
Y es que el Barcelona está en órbita. Con números en sus últimos partidos similares a los del conjunto rojiblanco en la primera vuelta. El cuadro de Ronald Koeman suma quince victorias y tres empates en sus últimos dieciocho encuentros ligueros.
Se dio un festín en el partido 768 de Messi, que se convirtió en el jugador con más encuentros en la historia del Barcelona. Lo celebró con un doblete en la exhibición azulgrana en Anoeta, donde dejó en evidencia a la Real Sociedad.
Después de que Marc Andre Ter Stegen salvara a su equipo al inicio, el conjunto de Koeman fue arrollador. Antoine Griezmann y Serginho Dest sentenciaron ya antes del descanso. El lateral estadounidense, un doblete de Messi y Dembele adornaron la goleada que atemoriza al líder (1-6). No flaquea el Barcelona, pendiente de un mínimo fallo del Atlético para asaltar la cima.
Para la Real fue un paso atrás y un duro castigo. Dos derrotas seguidas que complican su estancia europea a la que aspira el Villarreal, que reafirmó la escalada a la zona alta después de sumar ante el Cádiz (2-1) su segunda victoria consecutiva de la mano de Gerard Moreno. El cuadro de Unai Emery alargó su buena racha contra el equipo andaluz. Cuatro triunfos seguidos, incluidos los dos frente el Dinamo Kiev en la Liga Europa, aparcan las dudas de semanas atrás.
Gerard Moreno, con un gol y una asistencia aprovechada por el colombiano Carlos Bacca, encarriló el reencuentro con el triunfo como local del conjunto castellonense. No ganaba desde el 2 de enero en La Cerámica el Villarreal, superior a un rival que solo apretó al final, después de que Alex Fernández acortara distancias.
El conjunto de Emery está a dos puntos del Betis, que marca Europa, mientras que el Cádiz, uno de los que no sumó de la parte baja, queda a seis del descenso, del que se aleja el Valencia tras ganar al Granada en Mestalla (2-1).
Se aferra a su condición de local el conjunto de Javi Gracia para disipar las dudas y evitar fantasmas. Sumó su cuarta victoria seguida en su campo, donde lleva seis partidos sin perder. No es un recinto al gusto del Granada, que nunca ha ganado en el estadio valenciano. Tampoco esta vez y perdió por 2-1 en un choque en el que el Valencia pudo golear y terminó por pedir la hora.
Los goles de Daniel Wass y Álex Blanco aseguraron un triunfo solo cuestionado al final con el tanto de Roberto Soldado en el minuto 90. Tarde para el Granada, que no pudo completar una semana redonda después de su histórica clasificación para los cuartos de final de la Liga Europa.
El Getafe se topó con la inspiración de Edgar Badia. El meta del Elche frustró los intentos del equipo madrileño de alejarse de los puestos de descenso. Detuvo un penalti clave a Ángel Rodríguez que habría dado la victoria al cuadro de Jose Bordalás (1-1).
El gol de Pere Milla obligó al Getafe a picar piedra. Tuvo premio con el gol de Enes Unal a la hora de juego, pero no pudo culminar la remontada ni desde los once metros, donde Badia afeó el esfuerzo del equipo madrileño, al que aún le quedan jornadas por sufrir. EFE