REDACCIÓN DE DEPORTES.- El partido que el español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer disputarán mañana por una de las semifinales del torneo anual de Wimbledon, Grand Slam, tiene en expectativa al mundo del tenis, por tratarse de dos de las más importantes raquetas del planeta de todos los tiempos, a quienes ya les va quedando poco para el retiro. Lo mismo sucede en mujeres, con la final del sábado entre la estadounidense Serena Williams y la rumana Simona Halep.

Francis Roig, entrenador de Rafael Nadal, afirmó que el partido que su pupilo va a disputar este viernes contra Federer es el encuentro "por excelencia". Será el número 40 en la rivalidad entre embos. De los 39 anteriores, 13 fueron en Grand Slam, con un récord de 10-3 para el balear.

"Lo veo difícil, de la misma manera que seguro que Roger lo ve difícil. Partido por excelencia en una superficie que le puede favorecer a él, pero creo que Rafa ha demostrado que se ha habituado muy bien. Va a ser un partido igualado que se va a definir por pequeñas diferencias", explicó el técnico del balear después del entrenamiento realizado esta mañana en las pistas de Wimbledon.

Nadal y Federer se medirán en las semifinales de Wimbledon en el que supondrá su cuarto enfrentamiento en el All England Club, el primero desde la recordada final de 2008, en la que venció el español.

"Recuerdo un partido muy emocionante y de mucho nivel. Un antes y un después, porque ganar Wimbledon por primera vez le dio mucho" a Nadal, rememoró Roig.

Preguntado por lo que han cambiado ambos jugadores desde entonces, Roig destacó que Nadal "saca mejor, resta mejor, el revés lo tiene más aunque, posiblemente, no tenga el desplazamiento de antaño".

"Él lo explicó y estoy de acuerdo. No quiero decir que el Rafa de hoy en día ganara al de 2008, pero sí que necesitaba, para estar aquí, hacer este cambio y no basarse en un tema de desgaste del rival y de él mucho intimidación, mucho poderío en la pista. Hoy en día es mucho mejor jugador", reflexionó.

"En cuanto a Federer, el revés lo ha mejorado bastante y con esta raqueta la pelota le sale más fácil", añadió el técnico.

Federer aseguró que si tuviera que tomar un partido como referencia para estas semifinales sería la final del Abierto de Australia en 2017 que se llevó el suizo en cinco sets.

"Yo no", dijo entre risas Roig, al ser preguntado por esto. Aunque bueno, al final es el más cercano, aparte de Roland Garros".

Lo que pasa es que en un partido con Federer a tres sets o a cinco sets hay mucha diferencia, porque es un jugador que hace que todo pase muy rápido. A tres sets tienes la sensación de que el control no lo vas a tener nunca. A cinco, sales pensando, bueno vamos a estar rato en la pista y es lo que me gusta", puntualizó.

El francés Pascal Maria fue el juez de silla de la final de Wimbledon de 2008, un duelo histórico que se repite ahora 11 años después, pero en semifinales. El colegiado de Niza recuerda de forma especial porque es "ese tipo de partidos que uno busca durante su carrera".

"Mi recuerdo es grande, fue uno de los grandes duelos de la historia del tenis, como vosotros los miembros de los medios de comunicación observasteis en su momento (…); el tenis fue muy bueno, la atmósfera que lo rodeó fue especial. Lo recuerdo perfectamente como si hubiera sido ayer. Fue un partido para los anales del tenis, porque el juego fue increíblemente bueno",  declaró a EFE.

"Los jugadores estuvieron muy bien, pero lo que más recuerdo es que el partido fue de cuatro horas, un duelo histórico (en realidad fueron cuatro horas y 48 minutos con dos interrupciones por la lluvia), que todo el mundo recuerda y que no defraudó a nadie, y el mejor cumplido que puede recibir un árbitro es que nadie rememora nada malo sobre el mismo", asegura el francés.

Pascal Maria tiene en su mente aún aquel duelo, que no registró mayores problemas. "Si acaso el del tiempo entre los puntos", dice y que el Ojo de Halcón no funcionó al final, y los jugadores tuvieron que aceptarlo", observa. Como aquel partido fue tan largo la visibilidad comenzó a bajar y las cámaras no podían detectar con claridad el bote de la bola.

"Tuve que decírselo a los jugadores", señala, "pero es una situación común. Lo bueno es que nadie recuerda el partido por eso".

"En cualquier caso fue un encuentro muy especial para mí", dice Maria, que se privó de uno de los placeres de su vida, dirigir partidos en los Grand Slams hace dos temporadas. "Dejé el arbitraje hace tiempo y quise dejarlo cuando estaba aún arriba en un buen momento, y no cuando me hubiera aburrido de ello", asegura.

"Cuando eres árbitro vives tu sueño en directo y puedes hacer esta clase de partidos. Extraño esa sensación de antes de los encuentros, y todo lo que les rodea. Pero todo tiene que parar algún día. Fue mi decisión y ahora deseo al que lo haga que tenga mucha suerte", comenta Pascal que con mucha educación elude pronunciarse sobre su favorito este año. "No puedo hacerlo, solo deseo que sea una buena victoria", dice.

Serena Williams EFE/EPA/ANDY RAIN

Serena Williams y Simona Halep 

Las dos exnúmeros uno exhibieron hoy su mayor experiencia para vencer con facilidad en semifinales.

Halep a Svitolina por 6-1 y 6-3 en 63 minutos, y Serena a Strycova, medalla de bronce en dobles en los JJ.OO. de Río por 6-1 y 6-2 en 59 minutos.

Halep, en su primera final en Wimbledon y quinta del Grand Slam, será el último escollo de Serena para poder igualar al fin los 24 títulos logrados por la australiana Margaret Court.

Serena ha ganado el título individual en el All England Club siete veces, y ha sido finalista en otras tres más.

La de Halep fue una victoria simple en 73 minutos, suficiente para colocar a la jugadora de Constanza en su quinta final de un 'major', después de ganar la de Roland Garros en 2018, donde también luchó en 2017 y 2014 por el título, y perder la del Abierto de Australia al año siguiente. Solo le queda para redondear su círculo, la del US Open.

Sintiéndose por primera vez con confianza sobre la hierba, después de intentar en vano en ocho ocasiones alcanzar la final en el All England, Halep ha ido superando obstáculos en estas dos semanas, y logrando el nivel que buscaba para afrontar ahora un nuevo desafío, en busca del título 19 de su carrera.

Simona Halep. EFE/EPA/ANDY

Semifinalista en 2014 en estas pistas, Halep ha triunfado este año gracias a su buen porcentaje al resto, ganando el 51 por ciento de los juegos en los que se colocaba en esa posición, el más alto de las cuatro semifinalistas.

Contra Svitolina, primera ucraniana en semifinales de Wimbledon, había tenido varios partidos comprometidos, como el último este año en las semifinales de Doha (6-3, 3-6 y 6-4) o en los cuartos de Roland Garros hace dos temporadas (3-6, 7-6 y 6-0), ambos para Halep, o la final de Roma de 2017, donde la ucraniana ganó el título (4-6, 7-5 y 6-1).

Halep supera ya a su compatriota Virginia Ruzzici, ganadora de Roland Garros en 1978, pero que no pasó de los cuartos en los otros tres Grand Slams, cayendo en esa ronda en Wimbledon en 1978 y 1981. Su victoria contra Svitolina le aupa a la cuarta plaza del mundo, y la ucraniana sube un puesto, al siete.