MADRID, España.- El noruego Magnus Carlsen, perjudicado por problemas técnicos, perdió frente al chino Ding Liren el primer encuentro de la fase final del circuito que lleva el nombre del campeón mundial de ajedrez, y el estadounidense Hikaru Nakamura se impuso, también en el desempate, al ruso Daniil Dubov.

La Gran Final del Magnus Carlsen Tour estaba reservada a los cuatro ganadores de los torneos que componían el circuito, pero como Carlsen había ganado tres (en el segundo, el Lindores Abbey, se había impuesto Daniil Dubov), para completar el cuarteto fue preciso recurrir al ránking por resultados, fórmula que favoreció a Hikaru Nakamura y a Ding Liren.

Carlsen quedó emparejado con Ding y Nakamura con Dubov en eliminatorias al mejor de cinco miniencuentros de 4 partidas de 15 minutos y 10 segundos de incremento por jugada. Los ganadores acceden a la final, que se jugará al mejor de siete y otorgará un premio de 140 mil dólares al vencedor.

El campeón mundial partía como gran favorito. A lo largo de los cuatro torneos anteriores sólo ha sido eliminado por Nakamura, en semifinales del Lindores Abbey, pero el Gran Maestro chino no era un rival fácil: venció a Magnus en la liguilla del primer torneo y le tuvo contra las cuerdas en la semifinal del mismo evento.

Ding, número tres del mundo, es un jugador temible que en ajedrez clásico llegó a encadenar 100 partidas sin perder. Sobre el tablero real venció a Carlsen en el playoff de la Copa Sinquefield 2019 y también en los dos juegos relámpago del Grand Chess Tour de Kolkata.

Dubov, campeón mundial de rápidas en 2018, solo ha jugado dos de los cuatro torneos del Magnus Carlsen Tour, pero dio una gran impresión al derrotar a Nakamura en la final del Lindores Abbey, dejando por el camino a Sergey Karjakin y a Ding Liren.

En el ajedrez "real" Dubov y Nakamura -número 1 del ránking mundial blitz- apenas se han enfrentado, aunque Hikaru eliminó a Daniil del Grand Prix de la FIDE 2019 en Moscú al ganar un desempate a rápidas.

La fase final, sin embargo, comenzó con derrota de los dos favoritos. Carlsen cayó con negras en una variante Najdorf de la Siciliana y Naka, jugando a las 7 de la mañana desde California, sucumbió en 17 jugadas tras cometer un grosero error con negras.

La reacción de los derrotados fue inmediata, pero por vías bien distintas. El campeón mundial apabulló a su rival en 24 movimientos, mientras que Naka, en posición perdedora, se limitó a recoger el regalo de Dubov. Con menos de un minuto en el reloj, el ruso quedó, por culpa de un descuido, desahuciado cuando acariciaba ya el 2-0.

El ruso acusó el golpe y, jugando demasiado rápido para no incurrir en los apuros de tiempo de la segunda,  perdió también la tercera y se vio en la necesidad de ganar la cuarta para no perder el primer encuentro.

Mientras tanto, Carlsen, en una defensa Caro Kann infrecuente en el noruego, salió con negras del medio juego en posición igualada, con dos peones a cambio de un caballo. La partida estuvo interrumpida por una desconexión (de Carlsen) y terminó en tablas por repetición cuando Ding tenía en su mano la victoria.

Los dos encuentros se fueron indecisos a la cuarta y luego al desempate. Carlsen abrió con la española y buscó descaradamente unas tablas, liquidando todo el material excepto los peones para jugarse el encuentro en las dos partidas relámpago (5 minutos con 3 segundos de incremento), un ritmo que en teoría le favorece.

Dubov tenía que ganar con negras y lo hizo en una gran partida, sin fallos, pero sucumbió en el "tie break" y perdió el encuentro.

Carlsen aceptó la derrota en la primera "blitz" por un fallo informático de la plataforma, pero en la segunda sacó su orgullo de campeó y desarboló a su adversario. Fueron al Armagedon decisivo (5 minutos para las blancas, 4 para las negras pero a éstas les bastan las tablas".

En el sorteo, Magnus eligió blancas, pero el campeón cometió un error en la apertura que le dejó sin opciones de victoria. Las tablas entregaron el primer encuentro a Ding.

La plataforma que transmite el torneo, Chess24, se ha asociado con Kiva, una organización sin ánimo de lucro, y donará la mitad de lo recaudado por nuevos miembros Premium al fondo mundial COVID-19. EFE