MADRID, España.- Dicen que lo difícil no es llegar, sino mantenerse, y el Real Madrid comenzó con paso firme su defensa del liderato de LaLiga Santander con una victoria frente a un Mallorca que creyó, pero que sucumbió 2-0 ante una gran definición de Vinicius Junior en el minuto 19 y un bello tanto de falta del capitán. Sergio Ramos en el 55.

Que nadie "se haga películas" sobre que el liderato se debe a algo diferente a la buena racha de resultados y la buena preparación física durante el parón, declaró Ramos.

"Todo el ruido que se genera es porque estamos líderes, cuando no lo éramos no se hablaba tanto", criticó Ramos en alusión  a que supuestamente los árbitros y el VAR han perjudicado al Barcelona, que fue relegado al segundo lugar.

"A veces (el VAR y los jueces) te benefician y otras te perjudican, pero no creo que tomen ninguna decisión predeterminada. Hay que rebajar el ruido porque parece que le tenemos que dar las gracias por ser líderes y no, si lo somos es por lo bien que hemos vuelto físicamente, que no se hagan películas", añadió el capitán.

Cuarto partido tras el parón y otra vez el francés Zinedine Zidane innovó con la alineación, esta vez con cuatro atacantes. Gareth Bale, Vinicius, Eden Hazard y Karim Benzema en un teórico 4-4-2.

Los buenos se entienden y por está máxima optó el técnico galo. Vinicius fue el mejor frente a la Real Sociedad y tenía que aprovechar su gran momento, pero el brasileño ocupa la misma posición teórica en el campo que Hazard, la gran apuesta del Madrid en el mercado veraniego. Por esto, y por las lesiones del belga, nunca habían jugado juntos. Hasta este miércoles.

Manolo Reina salvó a los suyos con dos buenas paradas a los cinco minutos de arrancar el encuentro, primero a Benzema a bocajarro y luego un latigazo con la zurda desde la frontal de Bale. Pero la apuesta ofensiva de Zidane tenía el riesgo de perder control del balón y el Mallorca quiso aprovecharlo. Salió con descaro a un Alfredo Di Stéfano que ni mucho menos impone como el Santiago Bernabéu.

El japones Take Kubo, cedido por el Madrid, fue el que lideró la valentía visitante. Con diferencia el jugador con más calidad en ataque del equipo de Vicente Moreno, aunque con la sensación de que sus compañeros no hablaban su idioma. Futbolístico, porque el nipón demuestra un nítido castellano.

Avisó el Mallorca con un tiro lejano de Baba en el minuto 10 y con otro disparo de Lago Junior en el 12, pero Thibaut Courtois se impuso. Tras estas intentonas, el partido adquirió un ritmo de ida y vuelta que benefició a la calidad del Madrid. Vinicius perdonó en el minuto 16 tras un pase de un, otra vez, altruista Hazard, pero tres minutos más tarde se resarció.

El brasileño hizo bueno un pase filtrado de Luka Modric en el minuto 19 y picó con maestría el balón ante la salida de Reina, dejando atrás los fantasmas de cara a puerta que persiguen a ‘Vini’ desde su llegada a España.

Un tanto no exento de polémica, y menos con el clima que se respira en las últimas jornadas, ya que los futbolistas del Mallorca pidieron falta de Carvajal sobre Dani Rodríguez en el robo de balón que originó la jugada. El colegiado, Melero López, apreció carga legal, ya que lucharon hombro contra hombro, y concedió el gol.

Vinicius aprovechó la celebración para estirar el brazo derecho al cielo con el puño cerrado en protesta contra el racismo e instantes más tarde demostró que tenía la confianza por las nubes. En el minuto 23 Benzema le sirvió un pase filtrado de fantasía que el brasileño quiso hacer bueno con una vaselina, pero el balón se estrelló en el larguero.

El tanto hizo que el Madrid bajase la intensidad. El Mallorca volvió a dominar el esférico, pero no inquietó la portería de Courtois. Mención especial para Raphael Varane, quien está rindiendo a un gran nivel desde la reanudación de la Liga, ganando todos los duelos aéreos y haciendo gala de su poderosa zancada para cortar al espacio.

Sergio Ramos se encargó en el minuto 55 de poner tierra de por medio con un disparo de falta perfecto a la escuadra de la portería defendida por Reina. Colocación y potencia perfectas que impidieron que Dani Rodríguez pudiera recular y saltar para tapar el ángulo.

El capitán del Real Madrid, que era duda tras sufrir un golpe en la rodilla izquierda durante el partido frente a la Real Sociedad que le obligó a dejar el campo en el minuto 60, fue de la partida frente al Mallorca y con el gran tanto de libre directo aumentó su renta, hasta 69, como defensor más goleador de la historia de la Liga.

El Mallorca demostró su personalidad y no se amedrentó. La lucha por la salvación es feroz y se repuso pronto disponiendo de dos buenas ocasiones para recortar en el marcador. Budimir con un cabezazo que le salió centrado en el minuto 58 y Kubo con una internada en el 62 que acabó con el balón en el lateral de la red.

Zidane quiso protegerse con el balón y cambió el esquema en el minuto 61 con la entrada del alemán Toni Kroos, quien rotó, por Hazard. El partido disminuyó el ritmo, por el cansancio en la presión del Mallorca y el carrusel de cambios que se permiten en este nuevo fútbol.

Los últimos minutos del partido sirvieron para que se viviera un momento histórico. Luka Romero, nacido en México, pero nacionalizado argentino, se convirtió en el futbolista más joven en debutar en toda la historia de la Liga española, con 15 años y 229 días, superando a Francisco Bao Rodríguez “Sansón”, quien debutó con el Celta de Vigo a los 15 años y 255 días, tras sustituir en el minuto 84 a Lago Junior.

Luka Romero debutó ante el Real Madrid. EFE/JuanJo Martin

Luka hizo historia este miércoles en el encuentro que su equipo, el Mallorca, perdió frente al Real Madrid (2-0); ya que se convirtió en el futbolista más joven en debutar en Liga con tan solo 15 años y 219 días, un momento que definió como “increíble” y que “nunca” olvidará.

“Ha sido un momento inolvidable. Gracias a todo el cuerpo técnico y al Mallorca por haberme dado esta oportunidad. Nunca olvidaré este día. Fue una lástima perder, pero seguimos creyendo #HastaLaÚltimaGota”, escribió en su cuenta oficial de Twitter.

Su entrenador, Vicente Moreno, se deshizo en elogios hacia él al concluir el partido: “Más que decirle mucha cosa a nivel táctico, intentar tranquilizarlo. Le eché la mano al corazón y le iba a 2.000 revoluciones".

"Estamos hablando de un chico que tiene 15 años. Es un chico que si le hemos metido ahí a jugar es porque pensamos que lo merecía y que tiene condiciones. En los entrenamientos le estamos dando estímulos y los va cogiendo y siendo mejor cada día. Era cuestión de buscar un momento de estrenarse y a ver el futuro, ya veréis porque es un gran jugador”, remató. EFE