Sevilla, España (EFE).- El lateral dominicano del Betis, Júnior Firpo, se ha hecho mayor de la mano de Quique Setién y, además, dueño del carril izquierdo de este equipo español desde que el entrenador le dio la camiseta de titular el pasado 12 de febrero en Riazor ante el Deportivo de la Coruña: desde entonces no se la ha quitado.
Héctor Junior Firpo, de 21 años, fue autor la noche del viernes del gol de la victoria del Betis ante Las Palmas (0-1) en el minuto 93 de un partido en el que cumplía sus once titularidades en Primera y en el que el dominicano lucía ese dorsal alto, el 28, que indica que viene de la cantera y que esta cumpliendo un sueño.
Del niño que con seis años llegó a Málaga desde su Santo Domingo natal y que se apuntó a un club para hacer amigos, según confesó en su día, queda la alegría que ayer expresaba tras haberse marcado otro partido de lateral consagrado, rematado con un cabezazo marcando los tiempos al uso de los delanteros caros.
Júnior, desde que en Riazor le dio a su compañero del filial Loren Morón el pase del gol de la victoria bética, ha ido despojándose de temores y timideces y se ha hecho un sitio en el once de Setién por encima de jugadores más consagrados como el internacional danés Riza Durmisi.
Para ello, este lateral de largo recorrido y con clara vocación atacante ha contado con el apoyo de séniors béticos con alma de júniors como los veteranos Andrés Guardado o Joaquín Sánchez, y el central internacional Marc Bartra, erigido en jefe de la defensa bética desde que llegó al equipo en enero de este año.
El lateral dominicano ha ido ganando en aplomo conforme ha ido jugando, lo que le ha hecho sacar a relucir su potencial atacante, su vocación de llegar a la cal y ponerla, y hasta de ponerse de gol, como anoche ante Las Palmas, equipo al que marcó un gol y le pudo hacer otro si llega bien a un pase de Ryad Boudebouz.
Júnior Firpo creció en Benalmádena (Málaga) y destacó como juvenil en el Puerto Malagueño antes de incorporarse en 2014 a las categorías inferiores del Betis, con cuyo segundo equipo disputó esta temporada trece partidos antes del partido de Riazor.
Tras hacer la pretemporada con la primera plantilla de los de Quique Setién y jugar varios amistosos, el zaguero dominicano renovó su contrato con la entidad bética hasta 2021.
Anoche, se acordó de su familia tras completar su mejor partido como verdiblanco y también de los años en los campos de Tercera y Segunda en los que tan lejos se ven los focos de los estadios de Primera División.
"Lo único que quería era encontrar a mi familia en la grada porque llevaban mucho tiempo sin verme jugar. Esto va para ellos", afirmó este zaguero con vocación de interior, quien tuvo también tiempo para definir como "increíble" lo que estaba viviendo un chaval que hace pocos meses estaba en Tercera. EFE