Redacción deportes, 27 may (EFE).- El argentino Juan Martín Del Potro, número 7 mundial, que no ha podido participar este año en Roland Garros debido a un proceso vírico, confesó que le "gusta más el fútbol que el tenis" y que, cuando acabe su carrera, espera "jugar un partido oficial de fútbol en algún club", que le "acepte".
"La verdad que es un deporte que me encanta. Diría que un poco más que el tenis. Esto ya es como mi trabajo y siento que cuando cierre mi carrera tenística podré darme el gusto de jugar un partido oficial en algún club que me acepte", admitió Del Potro en una entrevista a FIFA.com.
El de Tandil, que se confiesa seguidor del Boca Juniors, por su abuelo, relató que le costó "muchísimo" elegir entre fútbol y tenis, pero que a los 12 o 13 años se decidió por el tenis porque había un torneo en Brasil que le permitía viajar y así, por el hecho de salir por primera vez de su país, se decantó por la raqueta.
"A los 12-13 años tuve que elegir entre el tenis y el fútbol y elegí el tenis. Me costó muchísimo. La verdad que a mí siempre me gustó más el fútbol, pero la decisión empezó porque había un torneo de fútbol muy importante y uno sudamericano de tenis, que era en Brasil, y como yo nunca había salido del país, dije 'me voy a jugar al tenis a Brasil", comentó.
"Salí mejor jugador del torneo y cuando volví me dijeron que me veían con posibilidades y que iba a ser difícil seguir haciendo los dos deportes y que tenía que elegir. Dije tenis y estuve tres o cuatro meses haciendo sólo tenis y me dije 'no, lo mío es el fútbol', así que largué la raqueta. Así habré estado hasta los 13 años donde vi que con el tenis sentía algo", añadió.
Preguntado por si cree que habría tenido una buena carrera como futbolista, Del Potro comentó que "por lo que decían, sí", y que le comparaban con Claudio Marangoni, exfutbolista del Independiente y de Boca Juniors en la década de los 80.
"Por lo que me decían de pequeño, sí que podía haber llegado lejos. Me comparaban con Marangoni por mi complexión física y por mis características de juego, pero después fui creciendo y me volví más torpe. Era un deporte que hacía con muchas ganas. Así como me iba una hora a pegarle al frontón antes del entrenamiento de tenis, me quedaba después otra hora jugando al fútbol", señaló.