Santo Domingo, R.D.- Con la revolución mercadológica que han vivido los deportes profesionales y la ideología de que ¨es un negocio, no solo juego¨, los equipos de Grandes Ligas desde siempre han tenido a un jugador franquicia, quien se convierte en la cara del equipo. Regularmente este jugador pasa la mayor parte de la carrera con este conjunto.

Para los Yanquis, este tipo de jugador se convierte en un emblema de la ciudad y un ídolo para los fanáticos. Desde Babe Ruth, pasando por Joe Dimaggio, Mikey Mantle y saltándonos algunos nombres, llegamos a Derek Jeter.

Con el eventual retiro de Jeter –probablemente al finalizar esta temporada–, todo el mundo en el Bronx esperaba que Robinson Canó se quedara con esta distinción.

A pesar de las declaraciones del analista y narrador de la cadena YES de los Yanquis, Michael Kay, quien dijo que Canó no era el líder que la gente pensaba.

El segunda base dominicano, que ahora jugara con los Marineros de Seattle, cumplía con todos los ¨requisitos¨. Fue desarrollado como jugador por los Yanquis, ha ganado con el equipo, ha mantenido un buen comportamiento fuera del terreno y por supuesto, es una figura mercadológicamente potable… Bueno y es probable que el detalle de que es el mejor jugador en su posición cuente para algo.

En la gran manzana, hay un leve disgusto por la partida de Canó y por la idea de que los Yanquis sobre pagaron por un ¨media roja¨ –Jacoby Ellsbury–, en lugar de hacerlo con el dominicano.

Con la salida de Canó, los Yanquis por el momento se quedaran –luego del retiro de Jeter– sin un jugador al que puedan llamar líder, y que cumpla con las características mencionadas más arriba.

Aunque parezca poco importante, hoy en día el Béisbol no solo se trata de los números que se puedan poner en el terreno de juego, sino también de los que llevan los contables.

Al parecer la próxima temporada, los Yanquis no solo tendrán que sustituir los números de Robinson Canó, sino también empezar a buscar quien pueda cumplir con lo que representaba para el dominicano, para los fanáticos y para el futuro del equipo.