Cleveland (EEUU), 2 nov (EFE).- La espera de 108 años llegó a su final la noche de este miércoles para los Cachorros de Chicago que vencieron en 10 entradas por 8-7 a los Indios de Cleveland en el decisivo Séptimo Partido de la Serie Mundial, que ganaron por 4-3 al mejor de siete.

Por quinta vez en la historia de la Serie Mundial, el Séptimo Partido se tuvo que decidir en extra innings.

El corredor emergente de origen cubano Albert Almora Jr. con doblete impulsador del jardinero izquierdo Ben Zobrist anotó la carrera de la ventaja que rompió el empate a 6-6 y otro bateador emergente el veterano receptor venezolano Miguel Montero pegó sencillo que llevó al primera base Anthony Rizzo a la registradora para el 8-6 que luego sería la carrera de la victoria.

Los Indios reaccionaron con anotación del bateador emergente Brandon Guyer al aprovechar el sencillo impulsador del jardinero central Rajai Davis.

La victoria se la quedó el relevista cubano Aroldis Chapman (1-0), que trabajó una entrada y un tercio, cedió tres imparables, incluido jonrón de dos carreras, no dio bases por bolas y abanicó a dos bateadores rivales.

El relevista zurdo Mike Montgomery (1-0) se encargó de sacar el último "out" del partido y se quedó con el rescate.

La última vez que los Cachorros habían conseguido el título del "Clásico de Otoño" fue en 1908, desde entonces habían estado en varias Series Mundiales, la última la de 1945, sin que pudiesen conseguir la victoria final.

El equipo de Chicago se convirtió también en el sexto en la historia de las Grandes Ligas que con una desventaja de 1-3 en la serie consiguen la remontada y la gana con tres triunfos consecutivos, incluidos los dos últimos logrados fuera de su campo.

Por fin, después de dejar atrás la "maldición de la cabra", la presencia de gatos negros en el campo y las acciones desafortunadas de aficionados que capturaron pelotas decisivas, los Cachorros hicieron buenos los pronósticos de ser el mejor equipo de principio a fin de la temporada regular tras conseguir 103 victorias y también el sueño de llevarse la Serie Mundial.

La derrota se la quedó el relevista Brian Shaw (0-1), que sólo pudo sacar un "out" en el décimo episodio y fue castigado con tres imparables y dos carreras limpias, además de dar una base por bolas.

Los Indios jugaron la última vez la Serie Mundial en 1997 y la habían ganado en 1948.

Los Cachorros con el bateo oportuno y explosivo que pusieron el jardinero central Dexter Fowler desde el primer episodio al pegar jonrón solitario para el 1-0 estuvieron siempre al frente del marcador.

El bateador designado dominicano Carlos Santana con sencillo impulsador en el tercero puso el empate en la pizarra (1-1) tras anotación del veterano jardinero Coco Crisp.

El campocoro Addison Russell con elevado de sacrificio, en la parte alta del cuarto, produjó la carrera de la ventaja (2-1) tras anotación del tercera base Kris Bryant.

Le seguiría el receptor venezolano Willson Contreras que con doblete productor llevó hasta la registradora a Zobrist y colgó la tercera rayita de los Cachorros (3-1).

El quinto también dejó movilidad en la pizarra con otro par de carreras anotadas por los Cachorros que vieron como el segunda base puertorriqueño Javier Báez botó la pelota fuera del parque con un bambinazo solitario y Rizzo sencillo productor que permitió a Bryant poner el parcial de 5-1.

Los Indios respondieron en la parte baja de la quinta entrada con un lanzamiento salvaje del abridor zurdo Jon Lester, que salió de relevista, hizo que el equipo de Cleveland anotase dos carreras por mediación del campocorto Jason Kipnis y Santana (5-3).

El receptor David Ross, que salió para recogerle las pelotas lanzadas por Lester, ayudó a su compañero con un jonrón solitario monumental en el sexto episodio que puso el parcial de 6-3.

Cuando todo parecía que estaba ya decidido a favor de los Cachorros, surgió el bate oportuno de Guyer que con doblete impulsador llevó a la registradora al tercera base dominicano José Ramírez.

Ahí se acabó el trabajo para Lester y el manejador de los Cachorros Joe Maddon volvió a confiar plenamente en Chapman, que esta vez no pudo apagar el fuego y vio como Davis le sorprendió con un bambinazo monumental de dos carreras que puso el empate en la pizarra (6-6) y todo estaba como al principio.

Hasta que después de 17 minutos de más suspense y aplazamiento por lluvia, se reiniciaron las acciones con Shaw en el montículo y la artillería pesada de los Cachorros volvió a hacer acto de presencia para en la parte alta de la décima entrada conseguir las dos carreras decisivas que acabaron con casi 11 décadas de frustraciones.

Los Indios no pudieron imitar a los Cavaliers de Cleveland y siguen sin un título nacional por 68 años consecutivos.EFE