Redacción Deportes (EEUU), 5 dic (EFE).- Todos desean ver de nuevo en acción al escolta Kobe Bryant, pero la estrella de los Lakers de Los Ángeles no quiere forzar su vuelta y de momento el viernes no jugará contra los Kings de Sacramento en lo que se esperaba sería su primer partido desde la pasada primavera.

Bryant, de 35 años, aunque progresa en la preparación de cara a reaparecer tras la grave lesión de la rotura del talón de Aquiles del pie izquierdo que sufrió en las pasadas series finales, reconoce que todavía le queda un largo camino que recorrer.

"Los entrenamientos han ido bien, pero una cosa es correr y saltar sin la presión y luego hacerlo en la competición", comentó Bryant. "No hay duda que cada vez estoy mejor, pero todavía hay que hacer algunas pruebas más antes de salir a jugar".

El objetivo ahora para Bryant será hacer su debut el domingo cuando los Lakers se enfrenten a los Raptors de Toronto, pero tampoco está asegurado.

Lo mismo que sucede con el futuro del base estrella de los Bulls de Chicago Derrick Rose, que en su primera conferencia de prensa realizada tras la grave lesión de menisco de la rodilla derecha que sufrió hace dos semanas, dijo que no descarta su vuelta antes que concluya la temporada sin el equipo llega a la fase final.

Rose, de 25 años, reiteró que nada va a frenar su carrera profesional y que si el menisco cicatriza bien, entonces podría volver en el 2014.

"Si el menisco está curado perfectamente, no tengo ninguna duda que regresaré a la competición", destacó Rose, que apareció en la rueda de prensa con muletas. "Si no es así, entonces no tendré la necesidad de volver".

Rose, a pesar de sufrir dos graves lesiones –una en cada rodilla–, en un periodo de 19 meses, reiteró que tiene todo el convencimiento que va a seguir siendo un jugador de elite, el mismo que consiguió hacer historia al ser el más joven que recibió el premio de Jugador Más Valioso (MVP) de la liga.

"Me puedo lesionar otras diez veces y no voy a parar de luchar por jugar al baloncesto y con el único estilo que tengo de hacerlo", subrayó Rose. "Tengo toda la confianza en lo que hago y reconozco que soy un jugador especial".

En la organización de los Bulls insisten que la proyección de los médicos tras la operación es que Rose no podría volver a competir en lo que resta de temporada, aunque el equipo alcanzase la clasificación a la fase final.

Mientras el equipo trata de compensar su ausencia y esta noche tendrán que enfrentarse a los actuales campeones de liga, los Heat de Miami, que llegan con la frustración de haber perdido racha ganadora de diez partidos tras ser sorprendidos en su propio campo por los recuperados Pistons de Detroit.

Lo mismo les sucede a los Pelicans de Nueva Orleans y a los Bobcats de Charlotte que perdieron por sendas fracturas de mano al ala-pívot Anthony Davis y al alero Michael Kidd-Gilchrist, ambos elegidos como el número uno y dos del sorteo universitario del 2012, respectivamente.

La gran diferencia entre ambos es que mientras Davis se ha convertido ya en el jugador franquicia y líder indiscutible de los Pelicans, Kidd-Gilchrist sigue sin progresar en su juego y va camino de ser otra de las pobres selecciones que el legendario Michael Jordan ha hecho como gerente general y dueño de equipos de la NBA.

Davis sufrió la fractura sin desplazamiento del quinto hueso metacarpiano de la mano izquierda, mientras que Kidd Gilchrist sufre el mismo tipo de lesión y en la misma mano, pero en el cuarto hueso metacarpiano.

Los dos tendrán también el mismo periodo de baja que podría ser de un mes y medio para cada uno.

Ambos también fueron compañeros en el equipo de la Universidad de Kentucky, pero desde que llegaron a la NBA sus trayectorias han sido completamente diferentes.

Mientras que Davis, de 20 años, se ha convertido en uno de los mejores números cuatro que hay en la NBA, esta temporada tiene promedios de 18,8 puntos; 10,2 rebotes y 3,6 tapones por partido, Kidd-Gilchrist sigue sin mejorar el pobre rendimiento que ya tuvo en la temporada de novato.