REDACCIÓN DE DEPORTES.- Perú va hoy en busca de un Maracanazo. Por extensión, este término que toma el nombre del afamado estadio de fútbol de Río de Janeiro se ha generalizado y desde el año 1950 se usa para definir cualquier triunfo de un equipo o deportista, preferentemente en una final, en campo ajeno y teniendo todos los factores en contra.

Este legendario "templo do futebol" tiene este domingo la oportunidad de entregar a la selección de Brasil una copa que en casa propia se le esconde. Ha perdido más de una…

La última se la llevó Alemania recientemente tras propinarle en pleno Brasil un obseno 7 a 1 que dejó sin alma a los garotos, ya con el corazón roto desde hace mucho antes, con el Maracanazo de 1950 cuando, contra todo pronóstico, Uruguay le ganó por 2-1 en ese escenario donde se definió la Copa del Mundo de aquel entonces.

"Perú merece respeto, pocos imaginaban que llegaría a la final", advirtió en las últimas horas el excapitán brasileño Marcos Evangelista de Moraes Cafú, quien admitió disfrutar con el juego de una "Canarinha" (por el color amarillo canario de la camiseta de Brasil) que "ha ido a por los partidos y ha tenido un juego colectivo que involucró a todos", dijo casi que aplaudiendo, pero alertando a la par de eventuales sorpresas incas.

"Brasil tiene el mejor ataque y la mejor defensa, pero eso no quiere decir que vaya a ganar el partido. La selección de Perú ha llegado a la final y llegar a la final de una competición como esta merece un respeto. Pocas personas imaginaban que Perú iba a llegar a la final", resaltó el excapitán. ¿Fue por falta de imaginación?

Perú superó la primera fase del torneo solo porque sus organizadores agrandaron la mesa y pusieron platos para comensales de tercera. En honor a la verdad, en esa condición llegó Perú a la segunda fase: clasificado a ocupar dos puestos disponibles lejos de la cabecera, reservados para dos de los mejores terceros de la primera etapa.

Sea como sea, el centro de atención en Brasil es hoy el delantero peruano Paolo Guerrero, quien ha jugado en un club de Brasil la parte más importante de su carrera. Cafú ha puesto el ojo y ha avisado que la selección de Tite hará mal si tiene en cuenta a un único jugador peruano, como mal evaluó Chile que finalmente perdió su bicampeonato continental esta semana precisamente ante sus vecinos incas.

"Brasil debe prestar atención a todo el equipo. Perú tiene un ataque muy rápido, que ya demostró que no tiene miedo de nadie, que hace gol, y es, además, una selección muy conjuntada. Tanto en la parte defensiva como en el centro del campo, juegan muy juntos, por eso le ha costado trabajo a otras selecciones atacarlos, pero dudo mucho que juegue igual contra la selección brasileña. Saben que se van a enfrentar a una selección muy motivada, que está jugando en casa", matizó.

"Llegar a una final en el Maracaná es lo máximo. Tienes una sensación de alegría y la sensación de compromiso de los jugadores con la selección aumenta, porque estás jugando en el Maracaná, en el estadio histórico. Es la oportunidad de ganar en ese templo sagrado", remarcó el histórico lateral derecho y capitán.

CAFÚ: "Estoy muy feliz por Dani, por lo que está haciendo y está demostrando y espero que sea campeón aquí, en el Maracaná".

Daniel Alves, quien detenta ambas condiciones en la actualidad, es "un gran atleta y jugador" como lo está demostrando en esta Copa. "Estoy muy feliz por Dani, por lo que está haciendo y está demostrando y espero que sea campeón aquí, en el Maracaná", añadió Cafú.

Entonces, Brasil y Perú se citan de nuevo para poner fin a sus sequías de títulos, porque la consagración en la Copa América le resulta esquiva a Brasil desde hace 12 años y es tan distante para Perú como que ni el más veterano de sus jugadores actuales había nacido en 1975, cuando alzó la copa por última vez.

Si se revisa el más reciente antecedente común, habría que concluir que "los dioses de fútbol están locos o, como mínimo, tienen sus caprichos", escribió hoy en la previa del encuentro el jefe continental de Deportes de la Agencia EFE, Hernán Bahos Ruiz

"Esto porque hace 15 días, el 22 de junio -recordó Bahos Ruiz-, Brasil vapuleó a Perú por 0-5 en el cierre del Grupo A y la permanencia de la Blanquirroja solo fue posible por una combinación de resultados ajenos que la dejaron instalada en los cuartos de final con angustia y por la vía alterna que premia a los dos terceros con mejores notas".

Con tales antecedentes resultaba improbable imaginar un nuevo encuentro entre ambas selecciones, peor con el objetivo de dirimir la conquista del título, que para los peruanos sería el tercero y para los brasileños el noveno.

Pero la percepción de que hay un abismo futbolístico entre la Canarinha, invicta e imbatible hasta hoy, y la Bicolor, guerrera e impredecible durante toda la campaña, quedó desmontada en sus siguientes encuentros.

La solidez defensiva peruana volvió a verse en el partido de cuartos de final contra Uruguay. Incluso el VAR hizo su aporte a la feliz noche limeña anular tres festejos a los celestes. Y en los penaltis comenzó a crecer la figura del portero Pedro Gallese.

El poder ofensivo de los pupilos de Ricardo Gareca fue exhibido luego en el llamado Clásico del Pacífico, que los peruanos ganaron el miércoles por 0-3 a Chile, el campeón de las últimas dos ediciones del torneo.

Estas demostraciones sirvieron para dar un sonoro golpe en la mesa a Paolo Guerrero, que con 13 goles es el máximo anotador en activo en la historia de la competición y quien este domingo jugará el centésimo partido con su selección bicolor. Guerrero, de 35 años, exigió respeto y criticó a quienes públicamente habían restado méritos a su selección.

"Una vez que se llega a una final, lo único que queda es ganarla", avisó a su vez el entrenador argentino Ricardo Gareca el miércoles pasado en medio de la euforia de la clasificación a la final.

La ambición peruana, que este domingo estará reforzada con la presencia en las tribunas de unos 5 mil hinchas, y la graduación de Gareca como seleccionador importante, tendrá que superar el rocoso muro que comienza a tomar forma en la renovada selección Canarinha con Tite al mando.

Coleccionista de títulos internacionales entre 2008 y 2013 con los clubes brasileños Internacional y Corinthians, la asignatura pendiente de Tite es llevar la selección verdeamarela a la conquista de títulos.

El examen en el Mundial de Rusia lo perdió Tite y la Copa América aparece como su primer desafío para renovar la apuesta por una renovación, incluso sin la sombra, muy mediática y hasta polémica de Neymar.

Filipe Luís, ya recuperado de unos fuertes dolores en la parte posterior del muslo derecho, está a disposición de Tite, pero en su contra pesa el buen desempeño de su reemplazo, Alex Sandro, desde el segundo tiempo del partido de cuartos de final contra Paraguay.

A pesar de los dolores de Edison Flores que causaron alarma en el partido contra Chile, la fuerza máxima acompaña a Gareca, el hombre que con un agónico gol clasificó a Argentina al Mundial de México’86 y de paso, con el 2-2 final en el estadio Monumental, inauguró el largo periodo oscuro de Perú, que solo acabó con su llegada al banquillo.

– Alineaciones probables:

Brasil: Alisson; Daniel Alves, Marquinhos, Thiago Silva, Filipe Luís o Alex Sandro; Casemiro, Arthur, Coutinho; Everton, Gabriel Jesus y Firmino. Seleccionador: Tite

Perú: Pedro Gallese; Luis Advíncula, Carlos Zambrano, Luis Abram, Miguel Trauco; André Carrillo, Renato Tapia, Yoshimar Yotún, Edison Flores, Christian Cueva; y Paolo Guerrero.
Seleccionador: Ricardo Gareca

Árbitro: el chileno Roberto Tobar será asistido en las bandas por sus compatriotas Christian Schiemann y Claudio Ríos. La coordinación del sistema de videoarbitraje (VAR) estará a cargo de otro chileno, Julio Bascuñán.