Houston (EEUU) (EFE).- Los Indios de Cleveland se convirtieron en el equipo favorito de la Liga Americana en llegar de nuevo este año a la Serie Mundial después de haber sido la pasada temporada el equipo revelación que se quedaron a las puertas del título del "Clásico la Serie Mundial.

Sin embargo, los históricos y legendarios Yanquis de Nueva York, aunque han cambiado su política de mantener una plantilla en base al joven talento que han formado y conseguido con los traspasos, siguen siendo el equipo con mayor poder económico y buscarán volver a la cima.

Luego de su protagonismo en el Clásico de Otoño del 2016, en el que perdieron en el séptimo juego a extra innings ante los Cachorros de Chicago, los Indios acapararon toda la atención por el gran equipo que habían formado en base sobre todo al joven talento que poseen.

La "tribu" reforzó sus cuadros y posee un grupo sólido de lanzadores, y además se hizo de los servicios del antesalista dominicano Edwin Encarnación, un veterano explosivo con el bate, que será de gran ayuda.

Además cuentan con el parador en corto puertorriqueño Francisco Lindor, la joven promesa que cada día va a más con su juego.

Encarnación plasmó su firma con los Indios para ser el cuarto bate de esa novena, luego de conectar 42 jonrones para los Azulejos de Toronto la temporada pasada.

Su rotación se mantiene dominante con Corey Kluber, el venezolano Carlos Carrasco, el dominicano Danny Salazar, Trevor Bauer y Josh Tomlin, cada uno con al menos 11 triunfos la temporada pasada.

Los Indios nuevamente jugarán bajo la dirección del veterano manejador Francona, que será toda una garantía por la gran labor que ha desarrollado al frente del equipo con el crecimiento de los jóvenes talentos.

Cierto que tendrán que jugar bajo la sombra de una derrota ante los Cachorros llena de frustración al ver como se dejaron arrebatar un título cuando tenían ventaja de 1-3 en la serie.

Pero Francona está convencido que van a volver más fuertes mental y físicamente, además de mayor experiencia que se verá reflejada en su rendimiento cuando inicien el nuevo campeonato.

Los Yanquis siguen en busca de reencontrar el camino del protagonismo, pero siguen se mantienen como un equipo en transición que tendrán como objetivo llegar a la fase final, pero que al mismo tiempo sigue reforzándose para el futuro.

Con una serie de jugadores nuevos, su mayor cantidad desde 1996, los Yanquis pretenden encontrar su verdadero potencial, como el de aquel equipo que tuvo a Derek Jeter haciendo su debut a los 22 años de edad.

El lanzador Andy Pettite logró 21 triunfos a sus 24 años, y el cerrador panameño Mariano Rivera empezaba a destacar.

Los novatos de este año se integran a unos Yanquis que quedaron cuartos en la División Este la temporada pasada, y que han invertido fuertes sumas de dinero, como los 86 millones de dólares para hacerse de los servicios del cerrador cubano Aroldis Chapman con un contrato de cinco temporadas, y que la pasada fue pieza clave en el cuadro de relevos, especialmente con los Cachorros.

La gran ausencia en el campo de juego para los Yanquis será Alex Rodríguez, a quien dejaron en libertad el pasado agosto, pero que sigue liga al equipo como asesor.

Otro equipo a tomar en cuenta son los Tigres de Detroit, que cuentan con su lanzador estelar Justin Verlander, que junto con Michael Fulmer serán una fuerza para esta temporada.

Ambos lanzadores tendrán el respaldo del bate estelar venezolano Miguel Cabrera.

Pero los Reales de Kansas City pueden desplazar a los Tigres, si es que mejoran su rotación, menos eficaz que la de los Indios y Detroit, luego de perder a su estelar el dominicano Yordano Ventura en un accidente automovilístico, que le costó la vida, y a su compatriota Edison Volquez en la agencia libre.

Mientras que los Medias Rojas empezarán una nueva era sin la presencia de su estelar dominicano David Ortiz, después de su retirada estelar la temporada pasada.

El toletero futuro miembro del Salón de la Fama colgó el bate a los 41 años de edad, después de una temporada en la que bateó para promedio de .315 con 38 jonrones y 127 remolcadas.

Dentro del Oeste, los Vigilantes de Texas, Astros de Houston, Angelinos de Los Angeles y Marineros de Seattle tendrán también mucho que decir.

Especialmente los Angelinos, que confían recuperar su condición de equipo con aspiraciones a estar en la fase final después que han hecho importantes ajustes en su cuadro de abridores.

Sin embargo, todos los equipos son conscientes que al final, la gran diferencia estará en el factor suerte con relación a las lesiones y la manera como algunas de sus estrellas surjan con su mejor inspiración.

Lo más importante de todo es que la hora de "jugar la pelota" llegó de nuevo a las Grandes Ligas, y el deporte pasatiempo nacional también tiene este año el aliciente de ver como su imagen se proyecto más que nunca a través de todo el mundo con la disputa de la cuarta edición del Clásico del Béisbol que por primera vez ganó Estados Unidos.EFE