Redacción Deportes.- El Bayern ridiculizó a un Barcelona indefenso con un 2-8 inapelable que volvió a hacer presentes los fantasmas europeos del conjunto azulgrana de las últimas temporadas.

Es la mayor goleada recibida por el Barcelona en la historia de la Champions y algún torneo internacional. Tomando la Liga, desde 1931 que no tenía una caída tan espantosa… Esa vez cayó 12-1.

Lionel Messi, humillado

En la primera parte el Bayern fue una apisonadora para el Barcelona y en el minuto 31 ya vencía por un contundente 1-4 (Müller por partida doble, Perisic y Gnabry) a causa de su implacable efectividad ante la portería rival, de una defensa azulgrana endeble y de las constantes pérdidas de los de Quique Setién en la salida del balón.

Aun así, el Barcelona gozó de varias ocasiones de gol para evitar que el resultado fuera tan definitivo en la media parte. Pero ni Suárez en un mano a mano ante el portero ni Messi después de una gran jugada individual consiguieron perforar la meta de Neuer, quien sí fue batido por su compañero Alaba al despejar de forma defectuosa un centro de Alba.

Es decir, el Munich hizo nueve de los diez goles del partido.

La esperanza regresó en el minuto 56, cuando un recorte de Suárez ante Boateng lo dejó solo dentro del área para fusilar a Neuer y recortar distancias. Pero el sentimiento duró poco.

En el 63, Alphonso Davies se inventó una jugada extraordinaria por la banda izquierda que dejó retratado a Semedo y cedió la pelota a Kimmich para que tan solo la tuviese que empujar para hacer el quinto.

En el 82, Lewandovski puso el sexto con un remate de cabeza y Coutinho, cedido por el Barcelona al Bayern, culminó la goleada con el séptimo y el octavo en el 86 y el 89, respectivamente.

Como ironía del destino, se recuerda que el chileno Arturo Vidal dejó el Bayer Munich alemán hace poco y llegó al Barcelona para ganar esta Copa… Ya antes de terminar el partido mejor miraba al suelo:

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