HOUSTON, EEUU.- La imagen de los Astros de Houston vuelve a estar en entredicho después de las serias acusaciones hechas por su exlanzador Mike Fiers sobre que el equipo tejano robaba las señales de los rivales mediante una cámara oculta que presumiblemente estaba colocada en el jardín central.
La información y las comprometidas declaraciones fueron dadas a conocer a través de "The Athletic", el medio deportivo especializado de internet, donde se explica que el robo de las señales se hizo durante los partidos que los Astros disputaron en su campo del Minute Maid Park en la temporada del 2017.
Los Astros, hasta el momento, no han querido hacer ningún tipo de declaración y se limitaron a decir a través de un comunicado que colaboran con las Grandes Ligas, que ya han abierto una investigación.
El equipo de Houston indicó que la organización había iniciado una investigación en cooperación con las Grandes ligas, pero declinaron discutir mas sobre el asunto.
Las Mayores fortalecieron las reglas sobre el robo de señales antes de la temporada 2019, instaurando procedimientos para asegurarse que los equipos no usen sistemas de vídeo.
"Después de que revisemos esta nueva información determinaremos cualquier paso necesario", comentó la oficina de las Grandes Ligas a través de un comunicado oficial.
Junto a Fiers, otras tres personas conocedoras del asunto y que formaban parte del equipo, pero que no quisieron ser identificadas en el reportaje confirmaron el presunto robo de señales, acción que está totalmente prohibida en las Grandes Ligas.
La temporada del 2017 fue en la que los Astros consiguieron por primera vez en su historia ganar el título de la Serie Mundial al vencer 4-3, al mejor de siete, a los Dodgers de Los Angeles en el "Clásico de Otoño".
El informe, que fue publicado este martes, señala que dos de las personas anónimas dijeron que las señales fueron robas durante la temporada regular y también en los playoffs, mientras que una tercera fuente dijo que en la competición de la postemporada no se dieron.
Siempre de acuerdo a las mismas fuentes anónimas, en el informe periodístico se destaca que el inicio del robo de señales mediante el sistema de una cámara oculta fue instalado por un bateador que no pasaba por un buen momento y un entrenador, de los que no se citan sus nombres.
El sistema consistía en una cámara de vídeo instalada en el Minute Maid Park que estaba conectada a un monitor en el túnel, entre el dugout y el clubhouse de los Astros, de acuerdo a lo expresado por "The Athletic".
Luego, peloteros o trabajadores comunicaban los lanzamientos esperados golpeando botes de basura, que indicaban un lanzamiento con poca velocidad.
Fiers, que perteneció a los Astros desde el 2015 al 2017, no explicó por qué esperó dos años después a hacer la denuncia, aunque si expresó su deseo que el deporte del béisbol cada vez este más limpio.
"Sólo quiero que limpien el juego un poco, hay muchachos que están perdiendo su trabajo pues entran sin saber qué ocurre", destacó Fiers, de 34 años, al medio periodístico.
La denuncia periodística y la investigación se dan mientras los Astros también se encuentran en otro asunto que es seguido por las Grandes Ligas.
Se trata del caso de Brandon Taubman, subgerente general, quien fue despedido por dirigir comentarios inapropiados a reporteras durante la celebración después del triunfo sobre los Yanquis de Nueva York en la Serie de Campeonato de la Liga Americana, el pasado 19 de octubre.
El equipo publicó un comunicado inicial en el que apoyaba el comportamiento de Taubman y desacreditaba la información publicada por la revista especializada "Sports Illustred".
Pero el 24 de octubre, Taubman fue despedido de su cargo y los Astros mandaron una carta a la periodista que escribió la historia en "Sports Illustred" para pedirle "disculpas" y aceptar que fue una gran equivocación su primer comunicado. EFE, Sonia Salazar