HOUSTON, EEUU.- El campocorto puertorriqueño se hizo sentir con su bate cuando los Astros más lo necesitaban, en el segundo partido de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, al pegar un cuadrangular solitario en la parte baja de la undécima entrada que permitió al equipo de Houston vencer por 3-2 a los Yanquis de Nueva York.

El bambinazo de Correa, que ya había también pegado el doble impulsador de la primera carrera de los Astros en el segundo episodio, llegó después que en la parte alta del undécimo hizo otra jugada defensiva sensacional.

Las acciones de Correa, que no había tenido su mejor desempeño con el bate en lo que iba de playoffs, permitió a los Astros conseguir la victoria clave con la que empatan la serie después de haber perdido el primer partido en su campo del Minute Maid Park.

La serie ahora se traslada a Yankee Stadium de Nueva York, donde el martes, se disputará el segundo partido con el estelar derecho Gerrit Cole por los Astros.

Mientras que los Yanquis presentarán en el montículo al dominicano Luis Severino.

El un partido tenso, brillante y excepcionalmente jugado por ambas novenas, al final los Astros le ganaron al duelo al bullpen de los Yanquis, que utilizaron a ocho bateadores incluido el zurdo J.A. Happ (0-1), quien fue el que cargó con la derrota.

Happ que había sacado los dos últimos "outs" del décimo episodio después que fallaron en el relevo el veterano zurdo C.C.Sabathia y el nicaragüense Jonathan Loaisiga, que dio dos bases por bolas, al inicio del undécimo vio como Correa le descifró los lanzamientos y puso la pelota por encima del jardín derecho ante el delirio de los 43.359 espectadores que llenaron las gradas del Minute Maid Park.

Correa, de manera tranquila, esperó mientras veía como la pelota se marchaba hacia las gradas, y entonces puso arriba el brazo derecho con el dedo índice señalando hacia el cielo, mientras corría las almohadillas para pisar la goma del plato y luego lanzar su casco como si se tratase de un balón de baloncesto.

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El delirio de los compañeros también fue completo ante el gran triunfo que habían conseguido.

El relevista Josh James (1-0), el quinto que utilizaron los Astros, sacó el último "out" del undécimo episodio y se quedó con la victoria.

El abridor Justin Verlander, que trabajó seis entradas y dos tercios se fue sin decisión al ceder cinco imparables, incluido un jonrón de dos carreras del jardinero derecho Aaron Judge en la parte alta de la cuarta entrada que le dio a los Yanquis la ventaja de 2-1 en la pizarra, regaló dos boletos y abanicó a siete bateadores rivales.

Verlander, que su único fallo fue el bambinazo de Judge, realizó 109 lanzamientos y 77 los colocó en la zona del "strike".

Correa, que se fue de 5-2 con dos impulsadas y anotación fue el líder del bateo oportuno y productivo de los Astros que también tuvieron al segunda base venezolano José Altuve que se fue de 4-2, sin anotación.

El tercera base Alex Bregman tuvo de 3-1 con anotación y el jardinero derecho y central George Springer pegó también bambinazo solitario, en la parte baja de la quinta entrada para empatar a 2-2 la pizarra, que ya o se alteró hasta el cuadrangular ganador de Correa.EFE

Correa: "Sabía que algo positivo iba a ocurrir esta noche"

La euforia se desató a primeras horas de la madrugada en el Minute Maid Park de Houston cuando  Correa pegaba, en la undécima entrada, un cuadrangular solitario que permitía vencer por 3-2 a los Yanquis de Nueva York.

Un triunfo "vital" para la suerte de los Astros en la serie que disputan al mejor de siete y que Correa "vaticinó" que se iba a dar porque antes del partido sintió que sus mejores sensaciones bateadoras habían vuelto.

"Sentía que mi ritmo estaba volviendo, que mi swing regresaba a la normalidad y para nada me preocupó que llegué al partido con .136 (22-3) en los seis partidos que había disputado antes en estos playoffs", comentó Correa al concluir el juego. "Se lo hice saber a mis compañeros, que me había sentido mucho mejor en los entrenamientos".

Así sucedió, Correa iba a ser el bateador decisivo de los Astros al irse de 5-2 con dos carreras impulsadas y una anotada, la que le dio la victoria a los Astros.

"Sabía que algo positivo iba a suceder esta noche y no me equivoqué, al contrario, logramos una gran victoria de la manera más complicada y ante un gran rival", destacó Correa, que abrió la pizarra para Houston con un doble productor en la parte baja del segundo episodio.

Tras dicha actuación, Correa suma 27 remolcadas en postemporada, lo que representa un récord de la franquicia de los Astros.

Correa también hizo una jugada defensiva clave en la parte alta del sexto episodio. Con corredores en primera y segunda y dos outs, el oriundo de Ponce atrapó un batazo dentro del cuadro de Brett Gardner que el segunda base venezolano José Altuve no pudo manejar y tiró al plato para atrapar a D.J. LeMahieu y mantener la pizarra empatada a 2-2.

"La confianza es lo más importante que un pelotero puede tener cuando está en el terreno de juego", destacó Correa.

Correa, de 25 años, viene de una temporada regular en la que disputó apenas 75 juegos por una costilla fracturada y una dolencia en la espalda. Pero ante los Yanquis demostró el valor que le brinda a la alineación de Houston en todas las facetas del juego.

"Siempre hemos dicho que es una pieza grande de nuestra ofensiva, de nuestra defensa, de nuestro equipo", admitió el piloto de los Astros, A.J. Hinch. "Por lo general batea tercero, cuarto o quinto, pero en este equipo lo bajamos un poco en el lineupí, viniendo de una lesión".

"Se ve el impacto por el que tanto lo apreciamos. Hay que ver sus carreras impulsadas en la postemporada, sus batazos de oro, los momentos grandes. Es un hombre bien especial", subrayó Hinch, que ahora también viaja mucho más confiado al Yankee Stadium, donde los Astros tienen asegurado jugar los próximos tres partidos de la serie que disputan al mejor de siete. EFE