El venezolano Luis García recuperó la forma después de una derrota previa, puso el sello de la serpentina latinoamericana en las Grandes Ligas y dio a los Astros de Houston el preciado boleto para disputar la Serie Mundial por tercera vez en cinco años.
Los Astros compartieron triunfo, en 2017, al ganar a los Dodgers de Los Angeles, y derrota en el 2019 ante los Nacionales de Washington.
Algo que también fue posible gracias al bateo perfecto, oportuno y productivo del toletero cubano Yordan Álvarez que acabó ganador del premio de Jugador Más Valioso (JMV) de la serie.
Los Astros dominaron por completo a los Medias Rojas en los últimos tres partidos de la serie por marcador global de 23-3, llevándose el banderín del Joven Circuito al blanquear 5-0 en el Sexto Partido y ganar la serie 4-2 al mejor de siete.
Con un sólido trabajo sobre el montículo, García, que lanzó cinco entradas y dos tercios, dio el triunfo a los Astros por blanqueada de 5-0 sobre los Medias Rojas de Boston y les otorgó el pasaporte a la Serie Mundial.
Con su triunfo, los Astros ganaron 4-2 la Serie de Campeonato de la Liga Americana que se jugaba al mejor de siete.
La victoria permite a Houston disputar el Clásico de Otoño contra los ganadores de la serie de Campeonato de la Liga Nacional que dominan los Bravos de Atlanta por 3-2 frente a los Dodgers de Los Angeles.
La Serie Mundial comienza el martes en Houston si los Bravos ganan banderín de la Liga Nacional o en Los Ángeles si los Dodgers son los triunfadores.
Sobre el montículo García (1-1) lució sus mejores disparos y se acreditó el triunfo en labor de cinco episodios y dos tercios, permitiendo sólo un imparable, dio una base y sacó siete ponches.
El venezolano realizó 76 lanzamientos, de los cuales 52 viajaron a la zona del strike y dejó en 6,75 su promedio de efectividad, luego de enfrentar a 20 bateadores.
"Yo sé que puedo lanzar a esa velocidad, porque lo hice en años anteriores", dijo García.
A estas alturas del año pasado, Álvarez estaba recuperándose de una cirugía no en una, sino en sus dos rodillas. Desde lejos, vio a su equipo quedarse a una victoria de la Serie Mundial al perder la serie de campeonato por 4-3 ante los Rays de Tampa Bay.
Esa ausencia creó un impacto psicológico en el cubano, determinado a volver más fuerte que nunca. La meta principal es ganar la Serie Mundial y el cañonero de 24 años va por buen camino rumbo a ese objetivo después de ganar el premio de JMV.
El oriundo de Las Tunas bateó .522 (de 23-12) con un jonrón, seis carreras empujadas y un OPS de 1.408 en la SCLA, convirtiéndose en el cuarto cubano en ganar el galardón en las Series de Campeonato entre ambas ligas, uniéndose a Randy Arozarena con los Rays en el 2020, Orlando Hernández con los Yanquis de Nueva York en 1999 y Liván Hernández con los Marlins de Florida en 1997.
Además, es el quinto jugador de los Astros con un partido de cuatro imparables en un juego con opciones de asegurar la victoria en una serie de playoffs.
Álvarez, elegido de manera unánime como Jugador Más Valioso de la serie, bateó de 4-4 con dos dobles, un triple y dos anotadas el viernes. En total, tuvo una línea .522/.538/.870 en los seis encuentros. Entre sus 12 imparables, conectó tres dobles, un triple y un bambinazo, empujando seis carreras, anotando seis más y alcanzando un total de 20 bases.
"Es algo bien grandioso", dijo Álvarez. "Si te soy sincero, no soñaba nunca con ese momento. Estaba en el dugout pensando de que si todo lo que estaba pasando era realidad. Súper contento, emocionado. Una experiencia inolvidable que estoy viviendo".
Pero ni la labor de García ni los imparables de Álvarez hubiesen tenido un encaje perfecto en el triunfo de los Astros sin la aportación defensiva que realizó el veterano receptor boricua Martín Maldonado que sacó un "out" monumental en la parte alta de la séptima entrada cuando los Medias Rojas llenaron las bases.
Maldonado soltó un riflazo a la segunda almohadilla para atrapar en intento de robo al mexicano estadounidense Alex Verdugo, que impidió que los Medias Rojas anotasen y a partir de ese momento la suerte quedó echada del lado de los Astros. EFE