Le ciel bleu sur nous peut s’effondrer

Presencia

Et la terre peut bien s’écrouler
Peu m’importe si tu m’aimes
Je me fous du monde entier


Tant que l’amour inondera mes matins
Tant que mon corps frémira sous tes mains
Peu m’importe les problèmes
Mon amour puisque tu m’aimes

Del Hymne à L’amour de Edith Piaf ,
dedicada a Marcel Cerdan, 1949

Yolanda Naranjo, artista contemporánea dominicana con presencia   internacional en el arte visual desde la última década del siglo XX

Yolanda Naranjo es una de las artistas dominicanas notables de la generación de fin de siglo, que decidió integrarse a la diáspora y que ha hecho nido en latitudes tan lejanas como Atenas, en la mítica Grecia, luego de experimentar estadías de formación en NY y residencias artísticas en Martinica. En el mundo de hoy cualquier lugar está cerca y, Yolanda Naranjo, desde lejos ha estado presente en colectivas contemporáneas y ha realizado individuales en diversos lugares, sea Santo Domingo, La Habana, San Juan, NY, Miami, Barcelona, París, Bruselas, Berlín, Londres, Estocolmo o Buenos Aires, dejando en cada ocasión su impronta de fortaleza, sensibilidad, libertad y experimentación en recursos varios como la xilografía, el dibujo, la resina, el grabado, la pintura, la instalación y las combinaciones entre todos, con referencias permanentes a sus vivencias particulares, su entorno familiar y recuerdos de infancia.

Presencia

Así hemos visto su obra impresa en maniquíes translúcidos –torsos de luz. En distintas ocasiones nos ha presentado textos conformados por placas de resina, látex, materiales sintéticos y orgánicos creando instalaciones de contundente denuncia a males que corroen la sociedad de hoy.  En otras, utiliza largos y albos vestidos de mujer con provocadoras y cuestionadoras transparencias y significados. En otras, aún, superpone aguadas que entremezclan colores y palabras con figuras esquematizadas cual contorsionistas o gimnastas, siempre buscando nuevos rumbos, siempre aportando innovaciones.

Esta Yolanda Naranjo, cuya obra no se presentaba en Santo Domingo desde 2007        -Exposición De allá pa’ca y de Aquí pa’allá en Galería Arawak-  nos trae Presencia, exquisito conjunto de obras que reafirman la vocación constante de la Naranjo hacia la renovación y la búsqueda de nuevos instrumentos para expresarse,  una suerte de reconfirmación de su declaración de fe de 2007: “Yo soy artista visual para hacer lo que me da la gana. Mi problema no es que tú entiendas. El desafío es una crítica de la domesticación. Nunca tengo un proyecto. Mi problema es seguir trabajando y disfrutarlo. Por ahora solo quiero seguir experimentando más con los materiales. Todo lo que viene vale. En el momento que yo crea  que sé algo se me va la ilusión… mi obra es vivencia… La crítica es muy fácil. Mi rebeldía es una rebeldía desde el arte. Lo que me gusta del proceso es que estoy creando con todo tipo de materiales, menos con los que tienen que ver con el arte tradicional.” (2007) (Amable López Meléndez. Yolanda Naranjo. Sobre las cifras del viaje interminable, Areíto. Periódico Hoy. Sábado 13 de octubre de 2007. Pág. 9).

Las propuestas de Yolanda Naranjo en el siglo XXI

Presencia

Una constante que visualizamos en la obra de Yolanda Naranjo del presente siglo es la incorporación del lenguaje hablado y escrito en sus textos visuales con palabras clave que proporcionan pautas posibles para la interpretación de su discurso. En su exposición personal presentada en Miami en el 2007 (En cuarentena, Edge Zones) hace énfasis en la esquematización y el movimiento de figuras, que surcan un espacio pictórico conformado por aguadas, transparencias y palabras -una figura humana y una palabra cada vez- entremezcladas con formas órganicas. Posteriormente Naranjo incorporó el bordado a la escritura (Dominican Art Today, Freies Museum, Berlin y el Instituto Cervantes de Londres, 2014) para iniciar nuevos rumbos expresivos.  El bordado, la aguja, el hilo y la tela son recursos que también han utilizado otras mujeres artistas como Raquel Paiewonsky e Inés Tolentino. Sin embargo, en Yolanda Naranjo estos son elementos constitutivos de su tradición familiar que ahora afloran en su imaginario para construir metáforas de amor y desamor.

La exposición Presencia: entre la imagen y el texto, el bordado y la encaústica

En Presencia, conjunto que exhibe desde diciembre y hasta febrero en la Galería Mamey de la Ciudad Colonial de Santo Domingo, la artista abre su corazón y nos invita a entrar en su cotidianidad, sus búsquedas, sus vivencias, su entorno familiar y, sobre todo, su permanente anhelo por hacer cosas desconocidas.  Así abandona el pincel y la tinta o el pigmento y los sustituye por la aguja y el hilo que sella con encaústica, técnica ancestral basada en el uso de la cera como medio en la que se confiesa autodidacta y que en nuestro país conocimos en la obra de Sacha Tebó.  Ella transfiere la irreverencia y discursos de barricada de antaño para mostrarnos, con gran valentía, una obra serena, plácida, que igual transmite muchos contenidos. Y es precisamente esta fusión de escritura, dibujo, grabado, bordado y encaústica lo que sorprende y cautiva en el conjunto que exhibe Yolanda Naranjo en estos momentos en su ciudad natal.

Presencia

Un “Autorretrato” con pelo corto, espejuelos de sol muy grandes y actitud desafiante junto a un trabajo titulado “Y solo trato de salir a flote” reciben al visitante y proporcionan las primeras pautas para la aproximación a esta exposición. Por un lado ambos resultan muy gráficos, son trabajos donde la línea es protagonista –condición que se aprecia en todas las obras- en alto contraste… pero con la particularidad de que esa línea está bordada y sellada con cera. La fragilidad del hilo queda fusionada y aprisionada con la cera de tal manera que es necesario aproximarse bastante a la obra para identificar que se trata de algo bordado y no pintado. Si en el primer trabajo la línea simple define el rostro y actitud en la segunda una cabeza con larga cabellera emerge de un torbellino. Líneas en movimiento crean un ritmo concéntrico y vertiginoso que sugieren un naufragio  mientras un texto reafirma la imagen.

Cerca, en otra imagen-palabra “Reaching”, la artista  presenta dos brazos cuyas manos se buscan, en una versión muy libre de la Creación de Adán de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina. Fondo en aguadas rojo/rosa y brazos y manos infantiles delineados sin volumetría  junto a la palabra “reaching” en grafía elemental, con referencias al encuentro, a la supervivencia y a la esperanza.

Luego una serie de trabajos formatos pequeños y medios en bordado-encaústica donde la comunicación, el acompañamiento, la cercanía y el reencuentro constituyen el punto de partida. Son obras que hablan de relaciones, de diálogos,  de las etapas de la vida, de experiencias compartidas entre jóvenes, adultos y adultos mayores, solo rostros o figuras de cuerpo entero, siempre con singular manejo de la línea reforzada por minucioso trabajo de bordado, para crear ambientes y situaciones de destacada luminosidad, espacios tan reales como imaginarios.  El pórtico con tablas de palma, la mecedora tradicional, los haraganes de la casa de campo o los cuerpos desnudos en el lecho donde se destacan los detalles de la ropa de cama, personas en descanso o caminando, de frente o de espaldas, cercanas y lejanas. La calidez de las texturas que proporcionan la fusión de hilo y cera crean superficies unas veces albas y otras en tenues tonos pasteles que atraen y capturan nuestra mirada al tiempo que facilitan la entrada en otra dimensión, cuasi inmaterial y muy espiritual. Solidaridad, ternura, complicidad, apertura, aceptación, amor… Es una forma de enfrentar la violencia con mensajes de frescura y de paz.

La naturaleza y el paisaje tienen su espacio en esta muestra, con una serie de impresiones sobre papel e intervenidas donde puentes, paisajes y puertas, fotografiados o dibujados, verso y reverso,  se entremezclan con manchas de tinta, a veces suaves y otras muy violentas, que conforman universos gráficos de perspectivas insólitas y enigmático impacto visual. Las referencias aquí aluden al camino, al tránsito, a lo inesperado, al enlace, al cambio y la soledad, con ausencia de la figura humana, tan presente en las obras bordado-encaústicas.

Yolanda Naranjo

La colaboración entre la imagen y el texto es una vertiente muy en boga en el arte contemporáneo. Ya en 1996 Raquel Tibol hablaba de la  “imagen textual”.  Sin embargo, Yolanda Naranjo va más allá y nos entrega tres lienzos de lino virgen, colgantes, donde con suma paciencia ella transcribe, cosiendo con hilos negros,  cartas de un enamorado apasionado. El texto aquí se hace imagen, sobre un soporte flexible que contribuye a reforzar la metáfora del tiempo y lo vivido, que nos convida a entrar en esa intimidad disfrutada y recordada.  Materia, caligrafía, conjunción de significados y significantes en piezas tan sobrias como reflexivas.

“La imagen-palabra sirve también para albergar un proceso que invita a pensar sobre la experiencia lectora como reflexión y reconstrucción la de propia narración y por tanto, de la construcción de la identidad”.   Javier Abad Molina. Imagen palabra: texto visual o imagen textual. 2012. Congreso Iberoamericano de las Lenguas en la Educación y en la. Cultura / Sección: Leer y comprender el arte/ .IV Congreso Leer.es. Salamanca, España, 5 al 7 de septiembre de 2012

Con esta nueva entrega Yolanda Naranjo reafirma su vocación contestataria, su lirismo visual, sus aciertos técnicos y la continuidad de un discurso adaptado al presente que ratifica su Presencia en la plástica dominicana contemporánea.

Presencia
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