Un total de veintiuna historias breves, conforman el libro de Vivencias Infantiles, de la escritora y educadora Juana Escorbot, donde la cotidianidad y fantasía de los más pequeños son los protagonistas. La autora, mostrando una gran empatía, se sitúa en el lugar del joven lector, “contando el mundo” como un niño lo ve.

Los relatos son de una lectura fresca y fluida y abarcan diversos temas.  Sus protagonistas son generalmente niños, aunque hay también animales. En ellos leemos acerca de El cometa de los sueños, donde Merlin pudo “soñar hasta sentir que la noche se despertara”, todo esto a través de la imaginación. Y es que, gracias a ella, hasta los gatos como Melusa “leen” a su manera.

A su vez, la narradora y poeta, nos muestra la bondad y el esfuerzo de El zapatero Monchón, un señor que vivía en Hainamosa*, y que había aprendido, en su andar, que es mejor dar que recibir. De igual forma, en La discapacidad vencida, nos da un ejemplo de resiliencia y hace ver que hasta la tierra se estremece cuando dos amigos se abrazan. Mientras que, en El sueño de Nicolás, la autora presenta la lucha de un niño capitaleño que limpiaba zapatos e iba a la escuela, anhelando en convertirse algún día en doctor, para así ayudar a su madre enferma de diabetes.

Sin embargo, los niños son niños. A veces son perezosos, en ocasiones dicen mentiras, pero al final aprenden su lección. Algunos,  solo necesitan un abrazo para sentir de verdad, pero todos precisan ser felices, aun cuando su sueño sea tener un “caballito de madera”.

Por otro lado, entre las fábulas de esta antología, está la divertida historia escrita en rima, de una vaca que dice “muuu” para todo, especialmente cuando por fin se libera del corral. También nos cuenta de una rana que no se conformaba con saltar, sino que pretendía volar como la mariposa.

El valor del trabajo se destaca en Paulina la hormiguita y en El oso dormilón, que solo comía melones. Mientras, el “qué no se debe hacer” si queremos tener amigos, se enfatiza en La pulga molestosa. Y a propósito de esos bichos, los perritos necesitan cariño, aunque sean como Pulgoso, otro de los protagonistas.

La escritora de la diáspora comparte, desde su mirada, por qué aparece el arcoiris, y la lucha que existe entre las especies por sobrevivir. De igual modo, en El payaso alegría, resalta el valor que tiene “ponerse en los zapatos de los demás”; en La leyenda del Coquí, realza la importancia que tienen la valentía y el sacrificio, y en El Rey Brillo de Oro, la del amor verdadero.

 Juana Escorbort ha compartido sus historias que son el resultado de vivencias, contemplación e interacción con los jóvenes lectores. Éstas entretienen y enseñan de forma sencilla y diáfana, con tramas, diálogos y descripciones que despiertan la imaginación y mantienen el interés del lector, motivándolo, de esta forma, a encontrar su propia voz, y a partir de su visión, llegar a contar las propias.

*Hainamosa. Sector de la Ciudad de Santo Domingo, R.D..