BUENOS AIRES, Argentina, may (EFE).- El escritor peruano y premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa dijo en Buenos Aires que a sus recién cumplidos 80 años, lo importante es "seguir vivo hasta el final, no morirse en vida", y que lo interesante es hacerlo de tal manera "que la muerte sea un accidente".

"No hay espectáculo más triste que el de esas personas que se mueren en vida, que pierden las ilusiones y empiezan a esperar la muerte", señaló el literato durante la presentación de su última novela, "Cinco esquinas" en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

En su opinión, hay que tratar de mantenerse aceptando las "limitaciones" de la edad, pero mientras uno trabaja y tiene ilusiones "no hay que pensar en lo demás", indicó.

El hecho de compartir vida sentimental desde el pasado año con una de las mujeres más famosas de España ha hecho que en los últimos meses el escritor se haya convertido en una cara habitual de las revistas "del corazón"

Al respecto, señaló que es interesante vivir de una forma que la muerte "sea un accidente", que caiga como algo "absolutamente inesperado" que viene a interrumpir una vida que estaba "en plena efervescencia".

Ante centenares de espectadores, incluida su conocida pareja, Isabel Preysler, así como su hijo Álvaro Vargas Llosa, y entrevistado por el escritor y periodista argentino Jorge Fernández Díaz, el autor habló de diversidad de temas, en un momento de su trayectoria personal en el que reconoce que le gustaría tener un poco más de "privacidad".

Y es que el hecho de compartir vida sentimental desde el pasado año con una de las mujeres más famosas de España ha hecho que en los últimos meses el escritor se haya convertido en una cara habitual de las revistas "del corazón".

"Uno de los problemas que trae el ser víctima del periodismo de diversión es que la vida se vuelve más complicada. Si tú no puedes salir a una calle sin que haya fotógrafos pues ya las salidas se convierten en cosas muy distintas", remarcó.

Es así que añadió que "uno vive como un fenómeno profundamente negativo de nuestro tiempo la existencia de esa morbosidad curiosa sobre la intimidad sobre la vida privada de las personas públicas".

"No lo tomo de manera tan dramática, no ando pensando en eso todo el día, pero sí me gustaría tener un poco más de privacidad en mi vida", consideró. EFE