BANGKOK, Tailandia.- La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) indicó hoy que está estudiando la responsabilidad penal en la destrucción del patrimonio en el conflicto de Mali.
Irina Bokova, directora general de la Unesco, afirmó en la reunión anual que celebra el organismo en Camboya que están trabajando con el Tribunal Penal Internacional para estudiar la responsabilidad penal en los ataques perpetrados por los rebeldes.
"De esta forma enviamos un mensaje sólido de por qué es importante proteger el patrimonio dentro de la ley internacional", señaló la directora general en una rueda de prensa transmitida en Internet.
La semana pasada, el organismo de la ONU reconoció que los daños causados por grupos radicales islámicos en la ciudad de Tombuctú habían sido mayores de lo esperado, con unos 4.200 manuscritos y catorce mausoleos, algunos declarados patrimonio de la humanidad, destruidos.
"Reconstruiremos los mausoleos en Tombuctú", sentenció Bokova, quien destacó la importancia del patrimonio como medio para la reconciliación y el desarrollo del país.
Los grupos radicales islámicos como Ansar al Din y terroristas como Monoteísmo y Yihad en África Occidental (MYAO), que se hicieron por la fuerza con las provincias septentrionales de Tombuctú, Gao y Kidal en Mali, lanzaron una cruzada contra todo edificio que consideraban nacido de tradiciones heréticas en 2012.
El pasado enero, Francia lanzó una ofensiva militar y consiguió expulsar a los rebeldes de las provincias norteñas con la participación de unos 4.000 soldados franceses, apoyados por tropas locales.
El Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco, reunido desde el pasado domingo en Camboya, abordará la inclusión en la lista de Patrimonio de la Humanidad de 32 lugares de importancia cultural o natural como la Reserva de la Biosfera de El Pinacate y Gran Desierto de Altar (México), el Monte Etna (Italia) o el Palacio de Golestán (Irán).
Además, el organismo analizará el estado de conservación de lugares declarados patrimonio de la humanidad en Siria, afectados por la guerra, así como el Parque de Doñana en España y Valparaíso en Chile.