(Palabras leídas como parte del homenaje a la escritora, el pasado sábado 06 de septiembre)
SANTO DOMINGO, República Dominicana.-¿Por qué ahora? ¿Por qué hoy? ¿Por qué esta noche homenajeamos a Martha Rivera-Garrido?
Yo no creo en casualidades. Así, casualidad, llama el ser humano a lo que no puede explicar. Yo, que me considero analista de tendencias, prefiero interpretar las causalidades, es decir, en los hechos que preceden y dan forma a otros hechos.
¿Por qué ahora maravilla al mundo un fenómeno llamado Martha Rivera-Garrido, cuando se trata de una multipremiada escritora de larga carrera?
Porque ahora existen y están masificadas las modernas tecnologías de la información y la comunicación; porque ahora mujeres antillanas visionarias como Martha Rivera-Garrido utilizan la Internet para dejar en ella su impronta cautivadora de espíritus.
Porque ahora muchas mujeres en República Dominicana y en el mundo expresan sus pasiones y pulsiones existenciales; sus necesidades, deseos y expectativas sin máscaras, a través de sus propias palabras o de quienes, como Martha Rivera-Garrido, las sueñan en sus duermevelas y las escriben en sus insomnios.
Y las hacen poemas, novelas, cuentos, obras de teatro o canciones en donde no son más unas “chapas que vibran” o las tetas que adornan ajenos paraísos. Son personas, son mujeres, con toda su impresionante y maravillosa complejidad; cada una distinta, cada una extraordinaria.
¿Por qué ahora? Porque ahora el arte y el conocimiento no están confinados a los museosni a las bibliotecas. Los grupos populares asaltan con ellos no sólo la Internet, sino los muros de las ciudades, para enamorar a los agitados transeúntes, susurrándoles desde las piedras: “Cuando no quiero verte, abro los ojos”, un poema de Rivera-Garrido.
Porque Martha Rivera-Garrido sacude a mujeres y hombres con fuerza similar a la que en, 1955, se expandió desde el alma de doña Aída Cartagena Portalatín, cuando afirmó: “No creo que yo esté aquí demás. Aquí hace falta una mujer; y esa mujer soy yo”.
¿Por qué ahora? Porque ahora y desde enero pasado, alrededor de 10,000 personas por día leen, reproducen, traducen o comparten en el ciberespacio un poema de Martha Rivera Garrido titulado:
No te enamores de una mujer que lee
"No te enamores de una mujer que lee, de una mujer que siente demasiado, de una mujer que escribe…
No te enamores de una mujer culta, maga, delirante, loca. No te enamores de una mujer que piensa, que sabe lo que sabe y además sabe volar; una mujer segura de sí misma.
No te enamores de una mujer que se ríe o llora haciendo el amor, que sabe convertir en espíritu su carne; y mucho menos de una que ame la poesía (esas son las más peligrosas), o que se quede media hora contemplando una pintura y no sepa vivir sin la música.
No te enamores de una mujer a la que le interese la política y que sea rebelde y vertigue un inmenso horror por las injusticias. Una a la que no le guste para nada ver televisión.
Ni de una mujer que es bella sin importar las características de su cara y de su cuerpo. No te enamores de una mujer intensa, lúdica, lúcida e irreverente.
No quieras enamorarte de una mujer así. Porque cuando te enamoras de una mujer como esa, se quede ella contigo o no, te ame ella o no, de ella, de una mujer así, jamás se regresa".
Nota: bajo la dirección deIlusha Selig y con el apoyo de Fernando Rodríguez de Mondesert, un conjunto de artistas y profesionales de diversas disciplinas y países participamos en el espectáculo “Enma por el Mundo”, celebrado en las Terrazas del Mesón de la Cava: los videoartistas argentinos Mariuqui Moreno y Vicente Maidana, realizadores del cortometraje “Enma” (http://vimeo.com/100591895), basado en el libro “Enma, la noche, el mar y su maithuna”, de Rivera-Garrido; el cantautor puertorriqueño Fernando Madera, musicalizador de sus poemas; el poeta dominicano Ramón Saba, quien leyó la semblanza; la directora de teatro argentina Lorena Oliva, dramaturga de un poema de la autora; la artista gráfica Orling (Arty) Domínguez, quien dibujó durante la actividad las estampas que acompañan a este escrito; y la pintora Mabel Manzano, ejecutante de una “performance” en la que tornó en colores el concierto musical. Al final, la cantante dominicana Patricia Pereyra deleitó a los asistentes con un mini-concierto “a capella” con las interpretaciones de su repertorio preferidas por la escritora homenajeada, entre ellas “Bebo Despacio”, del cantautor dominicano Claudio Cohén.