SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El cantante operático mexicano Ramón Vargas, de amplio prestigio internacional, afirma que para cantar música pop es evidente que no hace falta una voz educada.
“Actualmente los parámetros han cambiado y la mezcla del pop y otras corrientes ha hecho que los intérpretes no forzosamente tengan que tener voces extensas ni educadas. Pero escuchar cantar las canciones populares con voces educadas les da un valor diferente”, sostuvo.
El maestro Vargas explica que se decidió por el canto lírico, pero que jamás dejó la música de México ni la de Agustín Lara, que es muy variada y emotiva.
Revela que Agustín Lara nació en la Ciudad de México, pero que siempre dijo que era de Veracruz (Jarocho) así que todos creen. Un orgullo para los veracruzanos que él dijera que nació allá.
Es la primera vez que actuará en el país y lo hará el 28 de agosto en la Sala Carlos Piantini, a las 8:30 PM. en la Gala Lírica con motivo del 46 aniversario de la inauguración del Teatro Nacional.
El maestro Ramón Vargas, quien debutó en 1982, es considerado como una de las mejores voces operísticas del tiempo presente y uno de los de mayor equilibrio en belleza y técnica vocal.
Ganó en 1982 el primer lugar del concurso de canto "Carlo Morelli".
Ha estado invitado a formar parte de cuadros operísticos en teatros de Europa, Estados Unidos, Canadá, América Latina y Japón.
Defiende que se hagan conciertos masivos en la TV, o los conciertos veraniegos que son la delicia de los turistas en tantas ciudades europeas o los festivales al abierto como Verona, Orange y Macerata, pero insiste en que se debe estimular que la gente vaya a los teatros a ver las óperas o a escuchar las sinfonías en donde fueron concebidas, en vivo.
“No hay nada como disfrutar las óperas en el espacio maravilloso e íntimo que te da un teatro” afirma.
Sobre la influencia de la música mexicana en América Latina dice: “La música mexicana se volvió muy famosa en toda Latinoamérica probablemente por sus películas. En los años de oro del cine mexicano se popularizaron muchas de estas canciones que luego entraron en el gusto de todos. Jorge Negrete, Pedro Infante, Javier Solís, Antonio Aguilar y otros muchos contribuyeron con sus interpretaciones a que esto sucediera”.
Refiere que las rancheras tocaban temas que en ese momento eran muy sentidos: “La vida campesina contra la vida de las ciudades, el amor y el desamor, las luchas sociales, todo esto expresado con gran emoción e ingenuidad. Creo que por eso se volvieron tan famosas”.
Aprovecha el tenor para enviar un mensaje al pueblo dominicano: “Los pueblos de Latinoamérica somos pueblos hermanos. Estoy muy feliz de visitarles y espero dar lo mejor de mí mismo. Muchas gracias por recibirme”.