El año 2017 enmarca el centenario de la revista holandesa De Stijl, publicación que recogió lo mejor del pensamiento estético abstracto de las vanguardias europeas de principios del siglo XX. Su primer número se retrasó por casi un año debido a diversos problemas; la escasez de papel debido a la guerra, dificultades con los impresores y diferencias entre sus ideólogos los artistas Piet Mondrian y Theo van Doesburg, que decretaron su publicación para inicios de noviembre del 1917, aunque en su portada apareciera octubre como fecha de divulgación. Su primer número fue una edición de mil ejemplares, con dieciséis páginas cada revista. (1)
El segundo número de la revista, en diciembre del 1917, incluyo el ensayo “La nueva imagen como estilo”*2, del creador del espacio enrejado Piet Mondrian, (Holanda -1972-1944 NewYork). Este escrito definiría claramente los conceptos más importante del neoplasticismo, dando nombre a su órgano de publicación: El estilo.
El nacimiento de la revista De Stijl fue un suceso signado por ese encuentro de Theo van Doesburg con Mondrian, ideólogos de su fundación, quienes integraron además al arquitecto Jacobus J. Pieter Oud; estos asumieron, en sus inicios, las teorías pictóricas del neoplasticismo precisadas por Mondrian, con el uso de líneas horizontales, verticales y ángulos rectos, y un cromatismo centrado en los colores primarios amarillo, rojo y azul, articulados compositivamente a los “no colores” negro, gris y blanco; igualmente, a su pretensión de la combinación autónoma del arte “que llevase a la percepción inequívoca de lo regular, lo constructivo y lo funcional”.*3
Así, De Stijl se convertiría en portavoz de un movimiento artístico del mismo nombre, estrictamente abstracto funcional, que integró a un importante grupo de artistas belgas y holandeses bajo los principios estéticos planteados desde la revista.
El abreviado y lacónico esteticismo de un artista como Mondrian, que erradicó de su obra todo rastro figurativo y quien fuera tan intransigente y estricto en la aplicación de su teoría, lo llevo a abandonar el círculo del movimiento De Stilj, cuando Theo van Doesburg quiso introducir la línea diagonal para diversificar la composición del espacio pictórico.
Mondrian y su esquematismo visual, son asumidos por la escuela alemana de la Bauhaus, quienes publicaron su tesis “El Nuevo Plasticismo” (1920), obra que favoreció el desarrollo de otras corrientes constructivas en disciplinas del diseño tipográfico, la arquitectura y el diseño de muebles.
La influencia de los conceptos vertidos por De Stijl, fueron faro inspirativo para diseñadores, escultores, pintores y arquitectos. Van Doesburg formuló un nuevo concepto del funcionalismo de Mondrian, bajo el enunciado del “elementarismo orgánico”, según el cuál la construcción arquitectónica debía desarrollarse de manera innovadora, fundamentado en los elementos que configuran la arquitectura es decir,” en función, volumen superficie, tiempo, espacio, luz, color y material”*4, de forma que las condicionantes impuestas por el entorno y la finalidad de un proyecto constructivo racional, “se desligara del severo dogmatismo formal de Mondrian” *5,
La armonía y la planificación racional se convirtieron en preceptos de la arquitectura y el diseño del movimiento De Stijl, logrando su prestigio llegar al pináculo internacional. Entre ellos, destaca el arquitecto Gerrit Rietveld, quien basado en sus principios diseñara la ultra conocida Casa Schröder (1924). Una edificación modesta de dos plantas, con apenas ochenta metros cuadrados de construcción, enclavada en las afuera de la ciudad de Utrech (Países Bajos) y que aparece distribuida como un rompe cabeza en la que los colores primarios (rojo, amarillo y azul) destacan elementos importantes de su arquitectura. El movimiento y la articulaciones del espacio constructivo, se logra por el despliegue de su divisiones, en una cátedra de diseño, buen gusto y en donde todas las habitaciones tienen acceso al exterior. Una visión futurista del diseño arquitectónico, que aún hoy, a sus 93 años de construcción, nos fascina y emociona.
El último ejemplar del De Stijl, se publicó en enero de 1932, en homenaje de su editor; el pintor, arquitecto y teórico de arte Theo van Doesburg, quien luego de la partida de Mondrian, se convirtió en su máximo y solitario propulsor, y que con su muerte selló el final del De Stijl.
Referencias:
1-Crego Castaño; C. El espejo del orden. El arte y la estética del grupo holandés De Stijl. Madrid. Ediciones Akal, 1997. Pág. 15.
2-Mondrian; P. “La nueva imagen como estilo” en La Nueva imagen en la pintura, ed. cit. pág. 23
3- Thomas; Karim. Diccionario del Arte Actual. Barcelona. Editorial Labor. 1978. Pág. 145
4-Ibídem pág. 188.
5- Ibídem pág. 188.
Carlos Sangiovanni
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