La sopa haitiana Joumou de calabaza, que estuvo prohibida a los esclavos haitianos hasta la independencia del país caribeño, fue declarada este jueves Patrimonio Inmaterial de la Unesco.

La sopa Joumou es un preparado de calabaza tradicional haitiana elaborado con verduras, plátanos, carne, pasta y especias, símbolo de la libertad del país caribeño cuando se independizó de Francia. Esta candidatura, prevista para 2022, fue excepcionalmente incluida a última hora este año.

Fue precisamente con esa sopa, que los haitianos festejaron masivamente el 1 de enero de 1804 su independencia de Francia, ya que su degustación estuvo prohibida por años a los esclavos.

Desde entonces, esta práctica sigue formando parte de las costumbres haitianas, donde cada 1 de enero los haitianos comen este plato, "símbolo de la identidad y la libertad del pueblo haitiano", según la describió este jueves el embajador de Haití ante la Unesco, Dominique Dupuy, en un comunicado.

"El pedido de inscripción de la sopa Joumou es conmovedor. Dado que Haití se enfrenta a innumerables retos, entre ellos las catástrofes naturales que han afectado de forma dramática a la vida cotidiana de la población, las autoridades del país querían realizar una inscripción que contribuyera a reavivar el orgullo nacional", dijo la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay.

Esta es la primera inscripción de Haití a la lista de la Unesco desde que el país ratificó en 2009 la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de 2003.

Haití atraviesa por una crisis política y social, agudizada en los últimos meses tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse, ocurrido el 7 de julio.