SANTIAGO, República Dominicana.- Recientemente se inauguró la 27 Bienal Nacional de Artes Visuales de República Dominicana, la más importante premiación que tiene el país en su género. La premiación ha creado controversia, como en cada versión, lo cual lleva a una reflexión de fondo.

Una bienal debería ser la culminación de un proceso. Un punto de entrada de los nóveles artistas salidos de las escuelas, un momento de revalorización del quehacer artístico de parte de una crítica sistemática, un momento para identificar tendencias, para hacer visibles artistas y procesos, para evaluar la idoneidad de la formación de los artistas y la salud del mercado del arte. Algunos podrían entender que eso está ocurriendo, pero si vemos los resultados de las bienales, los artistas que han ganado notoriedad, la han forjado por sus propios esfuerzos personales, pues una gran mayoría de los artistas premiados en bienales no logran un respaldo institucional que les ayude a encaminar una carrera digna en el arte.

Si revisamos los libros Memoria de la Pintura Dominicana, ocho tomos compilados por Danilo de los Santos para el Grupo León Jimenes, podemos apreciar que el arte dominicano es extremadamente rico y diverso, incluso se percibe cómo las diferentes regiones geográficas se expresan con cierto sentido de unidad. Sin embargo, al observar la Bienal Nacional de Arte, pareciera que las obras seleccionadas no guardan ninguna relación con esa diversidad. Parece haber una fisura entre la formación artística, el consumo de arte en el país y lo que se espera sea de vanguardia, de últimas tendencias.

En las escuelas de arte dominicanas no se enseña arte contemporáneo. Bajo esta premisa, ¿estamos pidiendo a los artistas que trabajen en base a una formación que no les hemos dado, sino en base a otra que ellos deberán encontrar de alguna manera? El artista se ve obligado a salir para encontrarse, o como vemos en algunas obras de la bienal, a mimetizarse con lo foráneo, para expresarse apropiadamente. Premiamos su capacidad de hacer lo que no les hemos enseñado a hacer.

Una lectura que debemos dar a la bienal es la forma como ésta refleja las políticas culturales. Por ejemplo, hasta qué punto esta bienal se expresa democráticamente. Al decantarse por un estilo internacional y mainstream, ¿refleja la actualidad situacional de la cultura dominicana en un amplio sentido? La bienal debe valorar el trabajo del artista dentro del contexto en que éste se está realizando. Sabiendo de antemano que no existen otras bienales que justifiquen la sectorización de las formas creativas, ¿supone la legitimación reiterada de una sola tendencia creativa, la ilegitimidad del resto?

A diferencia de la Bienal del Centro Cultural Eduardo León Jimenes o la trienal del barro, impulsadas por entidades privadas que pueden actuar bajo las premisas que entiendan pertinentes, la bienal nacional debiera construirse como resultado del fortalecimiento sistémico de la creación artística nacional. Con la pobre respuesta que el Ministerio de Cultura ha dado hasta ahora a la desmembrada estructura cultural nacional, no queda más que montar actividades desvinculadas de los grupos artísticos, de las escuelas de arte, de la crítica cada vez menor, de los espacios para hacer esas críticas, de los débiles sistemas de comercialización del arte y de la falta de educación de un público silvestre que asiste a un montaje de esta naturaleza en muy pocas ocasiones.

Ni los artistas, ni los espectadores entienden por qué las bienales nacionales se ven “tan europeas”. Si siempre vamos detrás, siempre seremos periferia. La bienal parece correcta a la crítica y jurados, y debe serlo. La discusión no debe ser solo sobre lo que se ha premiado, sino sobre lo que está expresando la bienal. Que parezca la Bienal de Venecia o la Bienal de Berlín no nos convierte en centro del arte mundial.

Aunque es difícil de aceptar, la Bienal Nacional de Arte se convierte en una entidad extraña, no vinculante con las escuelas de arte oficiales, no relacionada con ningún sistema de arte y no representa una tendencia, lo cual es penoso. Esta incapacidad de involucrar a todos los actores que pueden darle coherencia la convierten en una acción arbitraria e inconsecuente, para los fines a los que está llamada. La bienal nacional es una isla en una isla.

Miguel Rivas

Arquitecto, artista visual y gestor cultural

 

RESUMEN de Miguel Rivas

Miguel Rivas nació en Santiago de los Caballeros, República Dominicana. Es Arquitecto egresado de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra en 1994. En 1995 tomó clases de artes plásticas en el Instituto de Cultura y Arte, ICA, de Santiago, y en la Escuela de Diseño Altos de Chavón. Su formación artística se ha enriquecido con la participación en las Clínicas de Obras del Centro Cultural Eduardo León Jimenes. Forma parte del Grupo de Artistas Plásticos Ojos Urbanos con el que realizó los conversatorios sobre arte actual “Arte in Vitro”. Ha realizado muestras individuales y colectivas nacionales e internacionales.

EDUCACIÓN

2009  Curso de Gestión Cultural y Desarrollo, Centro Cultural de España, Agencia

Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

2009  Curso de Especialización Cultura y Ciudad, Centro Iberoamericano de

Desarrollo Estratégico Urbano CIDEU.

2006 – 2008  Clínicas de obras y talleres de pensamiento crítico del Centro León.

1995  Escuela de Diseño de Altos de Chavón. La Romana, República Dominicana.

1995  Artes plásticas, Instituto de Cultura y Arte, ICA. Santiago, República Dominicana.

1988 – 1994   Arquitecto. Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, PUCMM. Santiago, República Dominicana.

 

EXPOSICIONES COMO ARTISTA PLÁSTICO

Exposiciones Individuales

2009   Troglolítica. Alianza Francesa Santo Domingo, República Dominicana.

2008            “El blanco perfecto”. Centre for Latin American Research and Documentation (CEDLA), Amsterdam, Holanda.

2007   “Mujer, el nuevo imperio”. Jerry’s Café, Amsterdam, Holanda.

2007   “Ser Umano”. Etalage Redoble, Amsterdam, Holanda.

2005   “Ser Umano”. La 37 por las Tablas, Santiago, República Dominicana.

2004   “Doble Mirada”. Casa de Arte, Santiago, República Dominicana.

Exposiciones Colectivas

2012  1er Concurso de Escultura de Cemento “Hombre, espacio y medio ambiente”, Fortaleza San Luis, Santiago.

2008-2009     Ciclo de Performances Urbanos “Ojos Urbanos Inunda Santiago”.

2007   “Jardín de Turbulencias”, Homenaje a Soucy Pellerano. Museo de Arte Moderno, Santo Domingo, República Dominicana.

2007   “8 x 8”. Garage Café, Santiago, República Dominicana.

2007            “Prisma”. Colectivo de Artistas Ojos Urbanos. Escuela de Bellas Artes, Santiago, República Dominicana.

2007            “Los Hermetistas y el Arte”. Museo Casa del Tostado, Santo Domingo, República Dominicana.

2006   “Julio es Santiago”. Casa de Teatro, Santo Domingo, República Dominicana.

2005   Colectiva de Arte Vivo “Convergencia”. Centro Cultural Domínico-Americano, Santiago, República Dominicana.

2005   Primer Salón de Dibujo. Centro Cultural Domínico-Americano, Santiago, República Dominicana.

2005   Encuentro Nacional de Escultores. Centro de la Cultura de Santiago, Santiago, República Dominicana.

2004   Colectiva Arte Vivo 2004. Sala de Exposiciones Yoryi Morel, Centro de la Cultura, Santiago, República Dominicana.

 

REFERENCIAS ELECTRÓNICAS

http://www2.elnuevodiario.com.do/app/article.aspx?id=124856

http://www2.elnuevodiario.com.do/app/article.aspx?id=121368