SANTO DOMINGO, República Dominicana.- En un gesto propio de su vida, los restos mortales del historiador Franklin J. Franco visitaron la librería La Trinitaria por espacio de veinte minutos, en ruta al lugar final de su descanso.
Cada día, al caer la tarde, el historiador Franklin J. Franco visitaba a Virtudes Uribe en La Trinitaria donde hablaban de libros mientras se bebía un café, terminando siempre su tertulia repasando el acontecer cultural del país, pegado a un cigarrillo, como era su costumbre. Generalmente continuaba su caminata al Museo de la Resistencia o a la calle El Conde.
El lunes 17 de junio 2013 el carro fúnebre que transportaba a Franklin J. Franco a su última morada hizo una parada en la puerta de la librería La Trinitaria, donde su viuda se sentó en la mecedora que el historiador solía hacerlo cada tarde en la librería, como un último respeto a su memoria.
Es el honor más alto que haya recibido la librería –dijo Virtudes Uribe. Es la única vez que esto ha ocurrido en el país.
Franklin, como siempre, entre los libros aún después de muerto.