LA RIOJA, España.- Residir en Logroño, ciudad perteneciente a la comunidad autónoma y capital de la provincia de La Rioja, permite  la facilidad de desplazarnos a cortas distancias y poder conocer y disfrutar de las opciones culturales y turísticas que brinda esta hermosa región.

Entusiasmados por nuestros amigos, a unos 42 kilómetros,  nos encaminamos a San Millán de la Cogolla, Municipio de la comunidad autónoma de La Rioja, ubicado al pie de  la Sierra de la Demanda y del río Cárdenas. En su recinto urbano,  visitaríamos los Monasterios de Suso -“arriba”-  y Yuso “abajo”.

Por cuanto los tesoros literarios, artísticos e históricos que en ellos se conservan, y el conjunto monumental en sí,  el 4 de diciembre del 1997, la  UNESCO le declaró como Patrimonio de la Humanidad.

Durante el trayecto, su  espectacular naturaleza, impregnada de colores extraordinarios, donde se distinguían las variantes tonalidades verdes, resultó nuestra inolvidable acompañante de viaje.

Observando la fachada de rocas milenarias y  conducidos por el guía, como vía de acceso al interior del Monasterio de Suso, obligatoriamente transitamos próximo al Portaliello de Gonzalo de Berceo. En su lateral izquierdo también pueden verse las tumbas antropomorfas (sarcófagos)  de Los Siete Infantes de Lara; en el medio la de su preceptor Nuño, y a la derecha, de las tres reinas navarras: Toda, Ximena y Elvira.

Conforme a la leyenda, Los infantes de Lara fueron decapitados por Almanzor, como resultado de los enfrentamientos producidos entre las familias Bureba y Los Lara. En Burgos, la iglesia de Santa María de Salas de los Infantes, conserva las siete cabezas.

Del Monasterio salió una considerable y rica colección de manuscritos y códices, destacándose el Códice 60, que recoge las primeras frases en castellano antiguo.  Celosamente conservados en urnas de tamaño considerable, pudimos observar las  Glosas   Emilianenses – apuntes hechos en los márgenes de las páginas -, que se atribuyen a un monje amanuense , escritos en el año 992, en lengua romance o precastellano, en vasco y en latín, por lo que  San Millán de la Cogolla es conocida como la “Cuna de la Lengua”.

En noviembre del 1977, para celebrar el milenario del nacimiento de la Lengua Castellana,  autoridades,  lingüistas  y académicos se dieron cita en el Monasterio de San Millán.  En extraordinario festejo,  recordaron el referido lugar, donde surgieron los primeros escritos en castellano.

Con agradable temperatura finalizamos nuestro recorrido por los interiores de Suso. Cuánta riqueza y que impensada experiencia caminar sobre  sus suelos mozárabes – trabajados a  principios del siglo XI-,  escuchando  antecedentes históricos enriquecedores.

Además de la majestuosidad del paisaje, ¡asfixiante muchas veces!, en mi memoria emocional conservo la narrativa del guía en torno a Los Infantes de Lara, las reinas de Navarra y Gonzalo de Berceo, monje que allí habitó, notario del Monasterio y cuyo nombre se reconoce como el  primer poeta de la lengua castellana.

Definitivamente, ¡La  Rioja es tierra de magia!  Poseedora de  valiosos pliegos históricos y monumentos milenarios; sus vinos, que sin importar el color, gozan de crédito  internacional.  Añorando su exquisita gastronomía,  qué decir de unas chuletillas al sarmiento, pimientos rellenos, navajas a la plancha o unas suculentas patatas con chorizo, siempre acompañados  por un tinto de la región.

Si en septiembre viaja a Logroño, además de divertirse en sus fiestas patronales dedicadas a  San Mateo, no deje de visitar los Monasterios de Suso y Yuso,  y podrá testimoniar estas “estampas”, plasmadas con sus colores y ricos matices, muy difíciles de olvidar.   A su regreso, ya  me lo contará. Copa en alto, le despido con un fresco Rioja, ¡Salud y muy buen viaje!