MÉXICO, DF (EFE).- La faceta fotográfica del artista mexicano Rufino Tamayo (1899-1991) es mostrada a través de una exposición de 19 películas y 320 fotografías, recuperadas de bitácoras de los viajes que el muralista realizó junto a su esposa Olga Flores entre 1950 y 1980.
"Tamayo fotografiaba igual que como pintaba, es decir que en ambos campos reflejó su pensamiento erótico y humanista y su fascinación por los colores y las texturas", dijo a Efe el curador del museo, Juan Carlos Pereda.
El Museo Rufino Tamayo de Ciudad de México será sede de la muestra "Uno sin el otro. Fotografías y películas de viaje de Rufino Tamayo/Retrato de su curador", del 25 de febrero al 5 de junio.
Ahí podrán observarse dos películas compuestas por fragmentos de filmes en formato 8 milímetros y centenares de fotografías en diapositiva captadas por Tamayo en lugares como Nueva York, Perú, Grecia, Francia, Brasil Italia, Israel e India, Tailandia, Japón, Guatemala y diversas partes de México.
La fiesta de la Guelagetza, celebrada Oaxaca -sur de México-, el Taj Mahal de la India, la ciudad de Persépolis en Irán, el Río Nilo, el Mercado de la Merced de Ciudad de México y el Templo de Luxor de Egipto, se verán en vídeo.
Las fotografías muestran sitios como los Campos Elíseos de París, el Cristo Redentor en del Cerro del Corcovado de Río de Janeiro, la Puerta de Brandenburgo de Berlín y el monumento a Mozart en Viena.
Todas las piezas fueron elegidas por Pereda y por el artista uruguayo Alejandro Cesarco, impulsor del proyecto, de entre más de dos mil fotografías y 50 películas inéditas que pertenecen al acervo fotográfico de Tamayo.
A la par de la muestra se llevarán a cabo diversas actividades como una conversación pública entre Cesarco y Pereda y un ciclo de pláticas en torno a la vida y obra de Rufino Tamayo.
"El estudio y repaso por su afición por la fotografía nos permitirá discutir y disfrutar su intensa forma de mirar", aseguró Juan Carlos Pereda.
Rufino Tamayo nació en el estado mexicano de Oaxaca en 1899 y falleció en la capital mexicana en junio 1991.
El arte precolombino, el erotismo y los motivos inspirados en el folclor mexicano fueron objeto de representación a lo largo de su trayectoria artística.
Estudió en la Academia de San Carlos de México y en 1926 tuvo su primera muestra individual en la Weyhe Gallery de Nueva York, ciudad en la que residió por catorce años y en la que según Pereda fue influenciado por el trabajo de Henri Matisse y Pablo Picasso.
A su regreso a México fundó el Museo Rufino Tamayo en su ciudad natal y fue profesor de la Escuela de Bellas Artes.
Entre sus obras más representativas se encuentran los murales el "Nacimiento de nuestra nacionalidad", "El canto y la música" y "Fraternidad".