SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Luego de cinco años, hace unas semanas el Comisionado de Cultura Nueva York anunció la realización de la Feria del Libro Dominicano en esa ciudad, los próximos días 15, 16 y 17 de octubre de octubre.

La nueva edición de la Feria del Libro Dominicano en Nueva York se hará con el propósito de rescatar la tradicional actividad, valorar el libro y la cultura.

En esta ocasión, la Feria se realizará en el campus de la Escuela Secundaria George Washington, ubicada en la avenida Audubon y calle 193 del Alto Manhattan.

El evento será dedicado al “escritor y sociólogo dominicano, destacado en Estados Unidos, Silvio Torres Saillant, y tendrá entre sus objetivos la incorporación de los autores dominico-americanos que escriben en inglés”.

La programación anunciada por el Comisionado incluye  un pabellón juvenil e infantil, y un pabellón de cine, teatro, pintura y música; por igual, además de la venta y exposición de libros, abarcará  un amplio programa de  conferencias; talleres literarios, de historia e identidad dominicana, y la participación de casas editoriales de República Dominicana y Nueva York.

De acuerdo a lo expresado por el historiador y profesor universitario, Alejandro Paulino Ramos, la primera Feria del Libro Dominicano en Nueva York fue inaugurada como iniciativa de la Secretaría de Cultura, bajo la dirección del escritor Rafael Lantigua y de Franklin Gutiérrez, que para entonces ocupaba la dirección del Comisionado de Cultura, el viernes seis de octubre del 2006.

Dijo que, “para el 2017 fue de lamentos, sorpresas y tristezas para los dominicanos residentes en Nueva York y en las ciudades de los Estados más cercanos”.

En esa ocasión, explica,  el Ministerio de Cultura anunció la realización de la esperada actividad, pero de repente el Comisionado de Nueva York informó la suspensión de la misma.

“Las razones para la interrupción fueron reseñadas por el periódico “El Nacional”: Cuando el 2 de noviembre el Comisionado Dominicano de Cultura en los Estados Unidos anunció la “posposición” de la XI Feria del Libro Dominicano en Nueva York, se desconocía lo que realmente estaba pasando. La Feria estaba prevista a realizarse los días 17, 18 y 19 de noviembre en la Escuela Intermedia Salomé Ureña de Henríquez, en Manhattan, Nueva York, y estaba dedicada al escritor e intelectual dominicano Silvio Torres Saillan”.

Explica que Carlos Sánchez, el Comisionado de Cultura, dio a conocer un comunicado de tres párrafos en el que explicaba que “un problema de logística” era lo que impedía celebrar la feria este año, debido a los altos estándares de calidad que ferias anteriores habían alcanzado.

“No dijo cuál era el problema de logística, pero lamentó la posposición de la feria, prefiriendo poner en primer lugar “la calidad de la celebración de la feria y resolver los problemas de logística que hemos estado enfrentando desde hace dos meses”.

“Es decir que la feria del libro dominicano en Nueva York quedó clausurada sin haber comenzado. Carlos Sánchez no mencionó a Silvio Torres Saillant en su comunicado, ni se refirió al libro que el autor homenajeado había entregado para ser publicado por la Editora Nacional, en que se agregaban varios ensayos críticos de las políticas del gobierno dominicano”, afirma Paulino Ramos.

Reseña que, de su lado, el periódico ACENTO dio la información, no desmentida desde el Ministerio de Cultura de entonces, de que la decisión de no organizar la feria para la fecha prevista y anteriormente anunciada, fue debido a que el gobierno de Danilo Medina no la veía con agrado y debido a que el libro de Silvio Torres Saillant, tampoco era visto con interés de que se diera a conocer utilizando los recursos oficiales.

Dice que la logística de que hablaba el Comisionado, era simple excusa para cubrir la politiquería barata se había impuesto sobre el libro y la cultura.

Afirma que, desde entonces, la Feria quedó en el más espectacular silencio, y hasta  se llegó a pensar que con el nombramiento del arquitecto Eduardo Selman como nuevo ministro de Cultura, todo volvería a su lugar; pero no.

A continuación el texto íntegro de Paulino Ramos: