SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Las redes sociales son positivas para los jóvenes y adolescentes, sin embargo, hay que Tener cuidado con su uso y evitar llegar a la adicción, de acuerdo con el doctor Enrique Echeburúa, psicólogo, catedrático universitario, investigar y autor de numerosas publicaciones. Es español y en octubre próximo estará en Santo Domingo, invitado por el Patronato de Ayuda a Casos de Mujeres Maltratadas, PACAM, que dirige la psicóloga Soraya Lara.
Para el doctor Echeburúa hay que actuar con cuidado, y en ocasiones la familia deberá acompañarse de profesionales de la conducta, cuando se detecten los casos de adición a las redes y a las nuevas tecnologías. "La población joven es la más vulnerable, porque carece aún de un desarrollo emocional completo y su cerebro no ha terminado de madurar (lo hace a los 20-25 años). El riesgo es mayor si presentan algunas características de personalidad: impulsividad alta, búsqueda fuerte de emociones, baja autoestima, introversión y relaciones sociales/familiares pobres", expresó en respuesta a una pregunta de Acento.
El doctor Enrique Echaburúa estará en Santo Domingo el jueves 4 de octubre de 2018, en el salón La Mancha del Hotel Barceló Santo Domingo. El tema que abordará será "Uso y abuso de las redes sociales en los niños y adolescentes. El papel preventivo de la familia", en el marco de la Séptima edición del Desayuno benéfico Por los Buenos Tratos, del Patronato de Ayuda a Casos de Mujeres Maltratadas, PACAM. Costo de contribución: RD$2,500.00 P/P Boletas a la venta en (809) 533 1813 / pacamrd@gmail.com
A continuación las preguntas y respuestas del doctor Enrique Echaburúa:
- ¿Cuál es el impacto en la actualidad de las redes sociales en la juventud?
Según el Ministerio de Sanidad en España, en 2017 un 86% de los jóvenes de entre 15 y 24 años posee un móvil y lo usa como dispositivo de referencia para mensajería instantánea (81,7%) y acceso a redes sociales (77,5%). De ellos, el 18% de los jóvenes y adolescentes (14-18 años) realiza un uso abusivo de las nuevas tecnologías (excesiva dedicación de tiempo, descuido de sus obligaciones académicas, conductas controladoras, etc.), lo que supone una interferencia en su vida cotidiana.
2. El balance, entre aspectos positivos y negativos, ¿beneficia a la sociedad?
El balance es satisfactorio en general porque las redes sociales facilitan la comunicación, el ocio y el acceso a la información, pero hay adolescentes vulnerables que pueden abusar de las nuevas tecnologías y perder el control con su uso, que se convierte entonces en abuso.
3. Las tecnologías serán o no el fundamento de la educación del futuro, ¿esto contribuye a generar nuevas adicciones?
Las nuevas tecnologías, más que el fundamento, serán un complemento de la educación del futuro. Desde este punto de vista son claramente positivas. Sin embargo, se tratan de un instrumento muy potente que en algunos casos de personas vulnerables o con otros problemas psicológicos (depresión, timidez excesiva, hiperactividad, impulsividad, trastornos de la personalidad, etc.) pueden generar diferentes tipos de problemas. La clave para determinar si hay una adicción es si las redes sociales generan una interferencia grave en la vida cotidiana (abandono de los estudios, aislamiento familiar y social, pérdida de sueño, pérdida de control, etc.).
4. ¿Existe alguna asociación entre la exposición de los cuerpos de las adolescentes en las redes sociales y su autoestima?
Los cuerpos de las adolescentes experimentan un cambio brusco (incluso espectacular) en la pubertad. Hay chicas que aceptan esta transformación de su imagen corporal de una manera normal y se sienten satisfechas consigo mismas, pero, en cambio, hay otras que se sienten extrañas y rechazan su imagen corporal, lo cual afecta negativamente a su autoestima. En este último caso las chicas pueden distorsionar su imagen (manipular las fotos, falsear la edad, etc.) cuando suben sus fotos a las redes sociales, como Instagram, e intentar proyectar una imagen de ellas que no se corresponde con la realidad en un intento de que los demás perciban una imagen más favorable de la que en realidad es.
5. ¿Influyen los nuevos medios tecnológicos en el cambio de comportamiento en la niñez y la adolescencia?
Las tecnologías de la comunicación (TIC) influyen de forma determinante en el cambio de comportamiento de los niños y adolescentes porque han nacido con ellas. Por ello, el ocio, la forma de relacionarse con otras personas, el estilo de trabajo, la multitarea, la inmediatez en las respuestas, etc. son algunas de las características de estos cambios.
6. ¿Cuáles elementos identifican la adicción a las redes sociales?
Algunas señales precoces de un mal uso de Internet o de las redes sociales es sentir una especial euforia cuando se está frente al smartphone; pensar en las redes sociales o en consultar el correo cuando se están haciendo otras cosas; mentir sobre el tiempo real que se está conectado a la Red; descuidar la vida real; dormir poco; estar inquieto; no cumplir los objetivos autoimpuestos de horas de limitación; pasar mucho tiempo solo en la habitación; utilizar el móvil en lugares inadecuados (baño, comida, deporte); encender el ordenador o el móvil en momentos inapropiados (por ejemplo, en mitad de la noche).
7. Si se detecta que un hijo es adicto a las redes sociales, ¿debe participar de un programa de rehabilitación como cualquier otra adicción?
Si un niño o adolescente presenta una adicción a las redes sociales, debe tratarse esta adicción con un programa de rehabilitación adaptado a la edad y a las características de la adicción. Pero otras veces esta adicción encubre otros problemas que pueden requerir un tratamiento prioritario, como una depresión, una fobia social, una hperactividad o una mala relación familiar o social.
8. ¿Pueden los padres, o deben, lidiar solos con la adicción a las nuevas tecnologías?
Los padres pueden tomar algunas medidas preventivas, como, por ejemplo, limitar el tiempo de conexión (unas 2 horas, con excepciones los fines de semana); elaborar juntos un horario y clasificar en el adolescente las distintas tareas a realizar; revisar los contenidos; preservar la intimidad; y cultivar las relaciones interpersonales y familiares cara a cara. Pero si el problema se mantiene a pesar de estas medidas, los padres deben consultar con los profesores y, en su caso, con un psicólogo especializado en estos temas. El tratamiento debe comenzar lo antes posible.
9. Ante la respuesta de los hijos de no modificar su conducta en las redes sociales, ¿qué se puede hacer?
En este caso hay que buscar otras personas que tengan una influencia sobre los hijos (profesores, tíos, familiares, etc.) que sean capaces de hacerles conscientes del problema para que puedan derivarle a un profesional adecuado.
9. ¿Si los padres son adictos y esto limita su capacidad para reconocer su propia adicción, ¿Qué se puede hacer?
El problema en este caso es más complejo. Es preciso en estos casos que se lleve a cabo una terapia familiar para abordar el problema en su conjunto. La dificultad en estos casos radica en encontrar a personas ajenas a los padres e hijos (por ejemplo, tíos u otros familiares) que puedan motivar a la familia a ponerse en tratamiento y abordar el problema en conjunto.
10. ¿Existe alguna asociación entre padres negligentes y adicción a las redes?
Hay una relación entre los padres negligentes y los niños adictos a las redes sociales. En ocasiones la adicción a las redes por parte de los hijos es una compensación a la falta de comunicación presencial con los padres y a la ausencia de establecimiento de unos límites mínimos por parte de estos (hora de acostarse, tiempo máximo de conexión, etc.).
11. ¿Se pueden identificar características particulares en los adolescentes que los hacen vulnerables a este tipo de adicción?
La población joven es la más vulnerable, porque carece aún de un desarrollo emocional completo y su cerebro no ha terminado de madurar (lo hace a los 20-25 años). El riesgo es mayor si presentan algunas características de personalidad: impulsividad alta, búsqueda fuerte de emociones, baja autoestima, introversión y relaciones sociales/familiares pobres.
12. ¿Cómo pueden los padres identificar si su hijo es adicto a las redes sociales?
Un hijo es adicto a las redes sociales si pierde el control sobre el tiempo de conexión, si piensa constantemente en ellas, si abandona sus aficiones anteriores, si deja de lado las relaciones sociales presenciales, si experimenta un bajón en su rendimiento escolar y si esta adicción interfiere negativamente en su vida cotidiana, con problemas físicos (obesidad, por ejemplo), aislamiento familiar y social y bajón importante en el rendimiento académico.
13. Algunas recomendaciones para los padres.
La limitación del tiempo de conexión a la Red en la infancia y adolescencia (no más de 1,5-2 horas diarias, con la excepción de los fines de semana), así como la ubicación de los ordenadores en lugares comunes (el salón, por ejemplo) y el control de los contenidos constituyen estrategias de interés. En concreto, es posible dejar los móviles a las 22:00 horas en el dormitorio de los padres, no dormir con ellos, no usarlos en las comidas o en reuniones familiares, ni durante el estudio (solo al acabar los deberes).
Desconectar la luz y/o el sonido que emite el dispositivo para avisar de la entrada de un nuevo mensaje. A pesar de tener una función informativa, una luz o un sonido de aviso pueden alimentar una necesidad compulsiva de mirar el móvil.
Evitar la multitarea.